Herminda de La Victoria: Una población de lucha, memoria y organización social
Creada a fines de la década de los 60 para entregar una solución de vivienda a los vecinos de una toma en Barrancas, esta población es una de las zonas insignes de lucha social en la Región Metropolitana. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, sus vecinos recordaron su formación, sus batallas y abordaron los desafíos de mantener viva su memoria en las nuevas generaciones.
Andrea Bustos C.
Domingo 26 de mayo 2019 16:26 hrs.
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El pasado 19 de mayo la población Herminda de La Victoria, en Cerro Navia, conmemoró el natalicio del presidente de Vietnam, Ho Chí Minh en el parque que lleva su nombre, entre las calles Mapocho y Galo González.
En el lugar hay un busto del poeta y es uno de los sectores más importantes que tiene la histórica población, pues en medio de su lucha por defender sus viviendas y combatir la dictadura, aquel parque fue un símbolo de triunfo y un icono de su autonomía como grupo social.
La figura que representaba el vietnamita en su país era un ejemplo de admiración para la población, por lo que cuando decidieron formar el espacio no dudaron en qué nombre ponerle. Varias veces las autoridades lo quisieron cambiar, sin embargo, ellos jamás lo permitieron. Por eso en el natalicio del poeta conmemoraron el valor de su parque en conjunto con el municipio y con la Embajada de Vietnam, que en el fondo refleja la autonomía y memoria histórica del barrio.
Lucha y rebeldía en La Herminda
La historia de la población comenzó en marzo de 1967 cuando un grupo de vecinos de la entonces comuna de Barrancas, agrupadas en Comités de Viviendas decidieron tomarse un terreno e instalar un campamento para exigir tener una casa propia.
Así fue como adultos, niños, mujeres y hombres se instalaron en un sector con el objetivo de demandar que ahí se construyeran las viviendas que tanto anhelaban, y por supuesto necesitaban. La organización de aquellos vecinos no tardó en hacerse conocida y comenzaron a llegar diversas figuras públicas del arte y la política para apoyarlos.
Sergio Ramos, vecino de la población desde que se inició la toma, recuerda con nostalgia lo que tuvieron que vivir durante aquella época.
“La toma se llevó a cabo por gente sin casa, como lo que nos pasó a nosotros que arrendábamos, y de ahí nos fuimos al campamento y el 68 nos vinimos acá. En el campamento pasamos pena, frió, hambre, nos llovió mucho, y después a los niños los sacaron a otra parte, y los viejos quedaron, y a inicios del 68 llegamos a este sector”.
La lucha de los vecinos dio resultados, pues un tiempo después consiguieron lo que solicitaban, sus casas, instalándose así de forma definitiva como una población en 1968, en un sector cercano a la toma inicial.
No obstante, la llegada de la dictadura cívico militar les quitó la alegría que habían sentido con la llegada de la Unidad Popular, ya que la mayoría de los vecinos adherían al Partido Socialista y al Partido Comunista, y con Salvador Allende en el Gobierno sentían que sus necesidades y demandas sociales iban avanzando.
Con Augusto Pinochet en el poder no les quedó de otra que resistir hasta el final y defender lo que ellos, como muchos chilenos, tanto anhelaban: la democracia y libertad. En lo que refiere a la oposición de la dictadura, la población Herminda de La Victoria fue una de las más emblemáticas y en 1988 marcaron un hito: echaron de la población al dictador.
Con piedras, gritos y manifestaciones los vecinos no permitieron que Augusto Pinochet hiciera en Cerro Navia un acto de campaña para el plebiscito.
Ascensión Pérez, vecina de esta emblemática población, comentó con Radio y Diario Universidad de Chile aquellos años en los que la Herminda resistió a la dictadura y señaló que recuerda con orgullo aquella etapa.
“Es la alegría de ser una población con tanta historia y con tanta gente valiente, fuimos capaces de darle los 18 años la batalla. Aquí se hacían fogatas, arrancamos algunos árboles para poder parar a las tanquetas, ahí en la esquina hacíamos caza bobos, entonces esta Herminda de La Victoria es genial, hasta un perro tuvimos que peleaba contra los milicos, se llamaba patán, y ese peleaba con nosotros”, dijo.
En tanto, Sergio Ramos señaló que “esta población fue emblemática, echamos a Pinochet, le cerramos a la policía para que no pasaran por aquí, aquí nos bombardearon, había bombas lacrimógenas ese día, nosotros fuimos parte de eso, y tenemos hartos finados en la comuna por la represión y protestas”.
La inspiración de Víctor Jara
Al conversar con los vecinos en la población, y consultar por cómo recuerdan su historia, el nombre del cantante surge de forma natural. “Aquí vivía el Víctor Jara”, dicen, con una mezcla de orgullo, alegría y dolor.
El cantante creó su disco La Población en honor a los vecinos de la Herminda de La Victoria, y en él publicó las canciones que hacían mención de este sector de la actual comuna de Cerro Navia, entre ellas una con el mismo nombre del lugar.
Herminda fue una bebé de pocos meses que falleció en la toma producto de una bronconeumonia, la que se agravó a raíz de las malas condiciones que debían enfrentar en el terreno de Barrancas. Su madre debió enfrentar una serie de dificultades para que le permitieran velarla en su hogar, junto a todos los vecinos.
“Herminda de la Victoria murió sin haber luchado, derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados mataron a la inocente lloraban madres y hermanos en el medio de la gente”, recordaba el artista en su canción.
Junto a Víctor Jara, fueron varios otros históricos luchadores sociales los que compartieron su día a día en la Herminda, y aunque no vivían ahí, pasaban gran parte de su tiempo en el lugar. Gladys Marín también fue parte de ellos, y siempre estaba en constante apoyo y compañía de los vecinos del barrio. Así también ocurrió con otros emblemáticos músicos de aquella época.
Un lugar de historia
En la Herminda de La Victoria todo tiene un valor, las calles, los murales, las veredas, las banquillas de las plazas. Todo se realizado con un motivo.
Galo González o Jorge Jiles son algunos de los antiguos líderes que recuerdan los pasajes de la población. Así también en el parque Ho Chí Minh los asientos llevan nombres de personas como el artista Eduardo Vilches y Angel Parra.
Mientras que los murales de la población evocan a Víctor Jara, Luis Emilio Recabarren, y también a Juan Araya, uno de los dirigentes que estuvo a cargo de la toma del 67.
Ascensión Pérez comentó que precisamente el recuerdo de aquellos que tanto se esforzaron por conseguir sus casas es lo que ha mantenido unida y con la memoria viva a esta población
“Fue lo que es la memoria de todos los dirigentes que fueron transparentes, a ellos, a estos dirigentes, como Juan Araya, como Javier Aguilera, como María Aguilera, como otra tirada de compañeras heroínas que tenemos aquí en la Hermida, que nunca pudieron tentarla con un paquete de mercadería o con unas platitas por debajo. No, aquí era lucha, transparencia y dale”, señaló.
Sin embargo, tanto ella como Sergio Ramos, ambos vecinos históricos de la Herminda, temen que los recuerdos vayan quedando atrás, pues las generaciones que forjaron este barrio están muriendo, y sus hijos no tienen el mismo interés por continuar con el legado de la organización social y de la unión entre vecinos.
En el acto en el que recordaron al presidente Ho Chí Minh, Patricia Abarzúa, del Instituto Chileno Vietnamita de Cultura en Chile, destacó precisamente esa decisión que caracteriza a los vecinos.
“En Chile, durante la guerra de Vietnam, hubo muchos lugares, muchos y muchas instituciones que tuvieron el nombre de Vietnam, de Ho Chí Minh, de distintas formas se expresaba la solidaridad poniendo el nombre de ellos, la gran sorpresa es que este parque sobrevivió a todas las adversidades que instaló la dictadura, con el nombre hasta el día de hoy y eso es motivo de admiración”, comentó.
Por su parte, el alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, en conversación con nuestro medio se refirió a la importancia de este barrio, y aseguró que “esta comuna se construyó por los vecinos, los vecinos decidieron que al alero de organización, de movilización y lucha. Ellos armaron esto, dijeron este espacio es para la escuela, este espacio es para la comunidad, esta es una casa, estas son las calles. Muchos nombres de las calles, Galo González, Jorge Jiles son nombres de luchadores sociales, por lo tanto, era lo esperable, que espacios como este se mantengan porque así la comuna los define, nosotros como autoridades nos corresponde buscar que estos espacios sigan floreciendo”.
Y esa es precisamente la idea de los vecinos, pues en el corto plazo se espera mejorar el parque Ho Chí Minh, y seguir cuidando y manteniendo los espacios que entre lucha, cariño, problemas e historia lograron comenzar a forjar hace 52 años.
El pasado 19 de mayo la población Herminda de La Victoria, en Cerro Navia, conmemoró el natalicio del presidente de Vietnam, Ho Chí Minh en el parque que lleva su nombre, entre las calles Mapocho y Galo González.
En el lugar hay un busto del poeta y es uno de los sectores más importantes que tiene la histórica población, pues en medio de su lucha por defender sus viviendas y combatir la dictadura, aquel parque fue un símbolo de triunfo y un icono de su autonomía como grupo social.
La figura que representaba el vietnamita en su país era un ejemplo de admiración para la población, por lo que cuando decidieron formar el espacio no dudaron en qué nombre ponerle. Varias veces las autoridades lo quisieron cambiar, sin embargo, ellos jamás lo permitieron. Por eso en el natalicio del poeta conmemoraron el valor de su parque en conjunto con el municipio y con la Embajada de Vietnam, que en el fondo refleja la autonomía y memoria histórica del barrio.
Lucha y rebeldía en La Herminda
La historia de la población comenzó en marzo de 1967 cuando un grupo de vecinos de la entonces comuna de Barrancas, agrupadas en Comités de Viviendas decidieron tomarse un terreno e instalar un campamento para exigir tener una casa propia.
Así fue como adultos, niños, mujeres y hombres se instalaron en un sector con el objetivo de demandar que ahí se construyeran las viviendas que tanto anhelaban, y por supuesto necesitaban. La organización de aquellos vecinos no tardó en hacerse conocida y comenzaron a llegar diversas figuras públicas del arte y la política para apoyarlos.
Sergio Ramos, vecino de la población desde que se inició la toma, recuerda con nostalgia lo que tuvieron que vivir durante aquella época.
“La toma se llevó a cabo por gente sin casa, como lo que nos pasó a nosotros que arrendábamos, y de ahí nos fuimos al campamento y el 68 nos vinimos acá. En el campamento pasamos pena, frió, hambre, nos llovió mucho, y después a los niños los sacaron a otra parte, y los viejos quedaron, y a inicios del 68 llegamos a este sector”.
La lucha de los vecinos dio resultados, pues un tiempo después consiguieron lo que solicitaban, sus casas, instalándose así de forma definitiva como una población en 1968, en un sector cercano a la toma inicial.
No obstante, la llegada de la dictadura cívico militar les quitó la alegría que habían sentido con la llegada de la Unidad Popular, ya que la mayoría de los vecinos adherían al Partido Socialista y al Partido Comunista, y con Salvador Allende en el Gobierno sentían que sus necesidades y demandas sociales iban avanzando.
Con Augusto Pinochet en el poder no les quedó de otra que resistir hasta el final y defender lo que ellos, como muchos chilenos, tanto anhelaban: la democracia y libertad. En lo que refiere a la oposición de la dictadura, la población Herminda de La Victoria fue una de las más emblemáticas y en 1988 marcaron un hito: echaron de la población al dictador.
Con piedras, gritos y manifestaciones los vecinos no permitieron que Augusto Pinochet hiciera en Cerro Navia un acto de campaña para el plebiscito.
Ascensión Pérez, vecina de esta emblemática población, comentó con Radio y Diario Universidad de Chile aquellos años en los que la Herminda resistió a la dictadura y señaló que recuerda con orgullo aquella etapa.
“Es la alegría de ser una población con tanta historia y con tanta gente valiente, fuimos capaces de darle los 18 años la batalla. Aquí se hacían fogatas, arrancamos algunos árboles para poder parar a las tanquetas, ahí en la esquina hacíamos caza bobos, entonces esta Herminda de La Victoria es genial, hasta un perro tuvimos que peleaba contra los milicos, se llamaba patán, y ese peleaba con nosotros”, dijo.
En tanto, Sergio Ramos señaló que “esta población fue emblemática, echamos a Pinochet, le cerramos a la policía para que no pasaran por aquí, aquí nos bombardearon, había bombas lacrimógenas ese día, nosotros fuimos parte de eso, y tenemos hartos finados en la comuna por la represión y protestas”.
La inspiración de Víctor Jara
Al conversar con los vecinos en la población, y consultar por cómo recuerdan su historia, el nombre del cantante surge de forma natural. “Aquí vivía el Víctor Jara”, dicen, con una mezcla de orgullo, alegría y dolor.
El cantante creó su disco La Población en honor a los vecinos de la Herminda de La Victoria, y en él publicó las canciones que hacían mención de este sector de la actual comuna de Cerro Navia, entre ellas una con el mismo nombre del lugar.
Herminda fue una bebé de pocos meses que falleció en la toma producto de una bronconeumonia, la que se agravó a raíz de las malas condiciones que debían enfrentar en el terreno de Barrancas. Su madre debió enfrentar una serie de dificultades para que le permitieran velarla en su hogar, junto a todos los vecinos.
“Herminda de la Victoria murió sin haber luchado, derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados mataron a la inocente lloraban madres y hermanos en el medio de la gente”, recordaba el artista en su canción.
Junto a Víctor Jara, fueron varios otros históricos luchadores sociales los que compartieron su día a día en la Herminda, y aunque no vivían ahí, pasaban gran parte de su tiempo en el lugar. Gladys Marín también fue parte de ellos, y siempre estaba en constante apoyo y compañía de los vecinos del barrio. Así también ocurrió con otros emblemáticos músicos de aquella época.
Un lugar de historia
En la Herminda de La Victoria todo tiene un valor, las calles, los murales, las veredas, las banquillas de las plazas. Todo se realizado con un motivo.
Galo González o Jorge Jiles son algunos de los antiguos líderes que recuerdan los pasajes de la población. Así también en el parque Ho Chí Minh los asientos llevan nombres de personas como el artista Eduardo Vilches y Angel Parra.
Mientras que los murales de la población evocan a Víctor Jara, Luis Emilio Recabarren, y también a Juan Araya, uno de los dirigentes que estuvo a cargo de la toma del 67.
Ascensión Pérez comentó que precisamente el recuerdo de aquellos que tanto se esforzaron por conseguir sus casas es lo que ha mantenido unida y con la memoria viva a esta población
“Fue lo que es la memoria de todos los dirigentes que fueron transparentes, a ellos, a estos dirigentes, como Juan Araya, como Javier Aguilera, como María Aguilera, como otra tirada de compañeras heroínas que tenemos aquí en la Hermida, que nunca pudieron tentarla con un paquete de mercadería o con unas platitas por debajo. No, aquí era lucha, transparencia y dale”, señaló.
Sin embargo, tanto ella como Sergio Ramos, ambos vecinos históricos de la Herminda, temen que los recuerdos vayan quedando atrás, pues las generaciones que forjaron este barrio están muriendo, y sus hijos no tienen el mismo interés por continuar con el legado de la organización social y de la unión entre vecinos.
En el acto en el que recordaron al presidente Ho Chí Minh, Patricia Abarzúa, del Instituto Chileno Vietnamita de Cultura en Chile, destacó precisamente esa decisión que caracteriza a los vecinos.
“En Chile, durante la guerra de Vietnam, hubo muchos lugares, muchos y muchas instituciones que tuvieron el nombre de Vietnam, de Ho Chí Minh, de distintas formas se expresaba la solidaridad poniendo el nombre de ellos, la gran sorpresa es que este parque sobrevivió a todas las adversidades que instaló la dictadura, con el nombre hasta el día de hoy y eso es motivo de admiración”, comentó.
Por su parte, el alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, en conversación con nuestro medio se refirió a la importancia de este barrio, y aseguró que “esta comuna se construyó por los vecinos, los vecinos decidieron que al alero de organización, de movilización y lucha. Ellos armaron esto, dijeron este espacio es para la escuela, este espacio es para la comunidad, esta es una casa, estas son las calles. Muchos nombres de las calles, Galo González, Jorge Jiles son nombres de luchadores sociales, por lo tanto, era lo esperable, que espacios como este se mantengan porque así la comuna los define, nosotros como autoridades nos corresponde buscar que estos espacios sigan floreciendo”.
Y esa es precisamente la idea de los vecinos, pues en el corto plazo se espera mejorar el parque Ho Chí Minh, y seguir cuidando y manteniendo los espacios que entre lucha, cariño, problemas e historia lograron comenzar a forjar hace 52 años.
El pasado 19 de mayo la población Herminda de La Victoria, en Cerro Navia, conmemoró el natalicio del presidente de Vietnam, Ho Chí Minh en el parque que lleva su nombre, entre las calles Mapocho y Galo González.
En el lugar hay un busto del poeta y es uno de los sectores más importantes que tiene la histórica población, pues en medio de su lucha por defender sus viviendas y combatir la dictadura, aquel parque fue un símbolo de triunfo y un icono de su autonomía como grupo social.
La figura que representaba el vietnamita en su país era un ejemplo de admiración para la población, por lo que cuando decidieron formar el espacio no dudaron en qué nombre ponerle. Varias veces las autoridades lo quisieron cambiar, sin embargo, ellos jamás lo permitieron. Por eso en el natalicio del poeta conmemoraron el valor de su parque en conjunto con el municipio y con la Embajada de Vietnam, que en el fondo refleja la autonomía y memoria histórica del barrio.
Lucha y rebeldía en La Herminda
La historia de la población comenzó en marzo de 1967 cuando un grupo de vecinos de la entonces comuna de Barrancas, agrupadas en Comités de Viviendas decidieron tomarse un terreno e instalar un campamento para exigir tener una casa propia.
Así fue como adultos, niños, mujeres y hombres se instalaron en un sector con el objetivo de demandar que ahí se construyeran las viviendas que tanto anhelaban, y por supuesto necesitaban. La organización de aquellos vecinos no tardó en hacerse conocida y comenzaron a llegar diversas figuras públicas del arte y la política para apoyarlos.
Sergio Ramos, vecino de la población desde que se inició la toma, recuerda con nostalgia lo que tuvieron que vivir durante aquella época.
“La toma se llevó a cabo por gente sin casa, como lo que nos pasó a nosotros que arrendábamos, y de ahí nos fuimos al campamento y el 68 nos vinimos acá. En el campamento pasamos pena, frió, hambre, nos llovió mucho, y después a los niños los sacaron a otra parte, y los viejos quedaron, y a inicios del 68 llegamos a este sector”.
La lucha de los vecinos dio resultados, pues un tiempo después consiguieron lo que solicitaban, sus casas, instalándose así de forma definitiva como una población en 1968, en un sector cercano a la toma inicial.
No obstante, la llegada de la dictadura cívico militar les quitó la alegría que habían sentido con la llegada de la Unidad Popular, ya que la mayoría de los vecinos adherían al Partido Socialista y al Partido Comunista, y con Salvador Allende en el Gobierno sentían que sus necesidades y demandas sociales iban avanzando.
Con Augusto Pinochet en el poder no les quedó de otra que resistir hasta el final y defender lo que ellos, como muchos chilenos, tanto anhelaban: la democracia y libertad. En lo que refiere a la oposición de la dictadura, la población Herminda de La Victoria fue una de las más emblemáticas y en 1988 marcaron un hito: echaron de la población al dictador.
Con piedras, gritos y manifestaciones los vecinos no permitieron que Augusto Pinochet hiciera en Cerro Navia un acto de campaña para el plebiscito.
Ascensión Pérez, vecina de esta emblemática población, comentó con Radio y Diario Universidad de Chile aquellos años en los que la Herminda resistió a la dictadura y señaló que recuerda con orgullo aquella etapa.
“Es la alegría de ser una población con tanta historia y con tanta gente valiente, fuimos capaces de darle los 18 años la batalla. Aquí se hacían fogatas, arrancamos algunos árboles para poder parar a las tanquetas, ahí en la esquina hacíamos caza bobos, entonces esta Herminda de La Victoria es genial, hasta un perro tuvimos que peleaba contra los milicos, se llamaba patán, y ese peleaba con nosotros”, dijo.
En tanto, Sergio Ramos señaló que “esta población fue emblemática, echamos a Pinochet, le cerramos a la policía para que no pasaran por aquí, aquí nos bombardearon, había bombas lacrimógenas ese día, nosotros fuimos parte de eso, y tenemos hartos finados en la comuna por la represión y protestas”.
La inspiración de Víctor Jara
Al conversar con los vecinos en la población, y consultar por cómo recuerdan su historia, el nombre del cantante surge de forma natural. “Aquí vivía el Víctor Jara”, dicen, con una mezcla de orgullo, alegría y dolor.
El cantante creó su disco La Población en honor a los vecinos de la Herminda de La Victoria, y en él publicó las canciones que hacían mención de este sector de la actual comuna de Cerro Navia, entre ellas una con el mismo nombre del lugar.
Herminda fue una bebé de pocos meses que falleció en la toma producto de una bronconeumonia, la que se agravó a raíz de las malas condiciones que debían enfrentar en el terreno de Barrancas. Su madre debió enfrentar una serie de dificultades para que le permitieran velarla en su hogar, junto a todos los vecinos.
“Herminda de la Victoria murió sin haber luchado, derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados mataron a la inocente lloraban madres y hermanos en el medio de la gente”, recordaba el artista en su canción.
Junto a Víctor Jara, fueron varios otros históricos luchadores sociales los que compartieron su día a día en la Herminda, y aunque no vivían ahí, pasaban gran parte de su tiempo en el lugar. Gladys Marín también fue parte de ellos, y siempre estaba en constante apoyo y compañía de los vecinos del barrio. Así también ocurrió con otros emblemáticos músicos de aquella época.
Un lugar de historia
En la Herminda de La Victoria todo tiene un valor, las calles, los murales, las veredas, las banquillas de las plazas. Todo se realizado con un motivo.
Galo González o Jorge Jiles son algunos de los antiguos líderes que recuerdan los pasajes de la población. Así también en el parque Ho Chí Minh los asientos llevan nombres de personas como el artista Eduardo Vilches y Angel Parra.
Mientras que los murales de la población evocan a Víctor Jara, Luis Emilio Recabarren, y también a Juan Araya, uno de los dirigentes que estuvo a cargo de la toma del 67.
Ascensión Pérez comentó que precisamente el recuerdo de aquellos que tanto se esforzaron por conseguir sus casas es lo que ha mantenido unida y con la memoria viva a esta población
“Fue lo que es la memoria de todos los dirigentes que fueron transparentes, a ellos, a estos dirigentes, como Juan Araya, como Javier Aguilera, como María Aguilera, como otra tirada de compañeras heroínas que tenemos aquí en la Hermida, que nunca pudieron tentarla con un paquete de mercadería o con unas platitas por debajo. No, aquí era lucha, transparencia y dale”, señaló.
Sin embargo, tanto ella como Sergio Ramos, ambos vecinos históricos de la Herminda, temen que los recuerdos vayan quedando atrás, pues las generaciones que forjaron este barrio están muriendo, y sus hijos no tienen el mismo interés por continuar con el legado de la organización social y de la unión entre vecinos.
En el acto en el que recordaron al presidente Ho Chí Minh, Patricia Abarzúa, del Instituto Chileno Vietnamita de Cultura en Chile, destacó precisamente esa decisión que caracteriza a los vecinos.
“En Chile, durante la guerra de Vietnam, hubo muchos lugares, muchos y muchas instituciones que tuvieron el nombre de Vietnam, de Ho Chí Minh, de distintas formas se expresaba la solidaridad poniendo el nombre de ellos, la gran sorpresa es que este parque sobrevivió a todas las adversidades que instaló la dictadura, con el nombre hasta el día de hoy y eso es motivo de admiración”, comentó.
Por su parte, el alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo, en conversación con nuestro medio se refirió a la importancia de este barrio, y aseguró que “esta comuna se construyó por los vecinos, los vecinos decidieron que al alero de organización, de movilización y lucha. Ellos armaron esto, dijeron este espacio es para la escuela, este espacio es para la comunidad, esta es una casa, estas son las calles. Muchos nombres de las calles, Galo González, Jorge Jiles son nombres de luchadores sociales, por lo tanto, era lo esperable, que espacios como este se mantengan porque así la comuna los define, nosotros como autoridades nos corresponde buscar que estos espacios sigan floreciendo”.
Y esa es precisamente la idea de los vecinos, pues en el corto plazo se espera mejorar el parque Ho Chí Minh, y seguir cuidando y manteniendo los espacios que entre lucha, cariño, problemas e historia lograron comenzar a forjar hace 52 años.
