Protestas contra ley de extradición desata violencia sin precedente en Hong Kong

Hong Kong sigue ardiendo: las masivas protestas contra el proyecto de ley que permitiría extradiciones a la China continental provocaron este miércoles los mayores disturbios de la historia reciente de Hong Kong, con enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que intentaban llegar al Parlamento.
  • RFI
  • 13-06-2019

Hong Kong sigue ardiendo: las masivas protestas contra el proyecto de ley que permitiría extradiciones a la China continental provocaron este miércoles los mayores disturbios de la historia reciente de Hong Kong, con enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que intentaban llegar al Parlamento.

Decenas de miles de manifestantes vestidos de negro, en su mayoría jóvenes, inundaron de nuevos las calles de Hong Kong este 12 de junio contra el proyecto de ley que, según sus detractores, le permitiría a Pekín perseguir políticamente a los opositores extraditándolos a la China continental (entre otros territorios).

Los enfrentamientos estallaron cerca del Consejo Legislativo (LegCo, parlamento), donde se examinará el texto en segunda lectura. Según los analistas, se trata de la mayor violencia desde 1997, cuando Hong Kong, entonces colonia británica, fue devuelto a China. Las autoridades estiman que hubo 22 heridos, entre policías y manifestantes.

Los enfrentamientos recuerdan el Movimiento de los Paraguas de 2014, cuando grandes protestas prodemocráticas llevaron a miles de personas a paralizar durante dos meses barrios enteros de esta megalópolis y a enfrentarse a la policía pero sin resultados palpables.

Esta vez sin embargo, policía y manifestantes parecían decididos a no ceder terreno. Las fuerzas de seguridad rechazaron a los manifestantes que intentaban entrar en el LegCo usando porras, gases lacrimógenos y balas de goma así como bolsas llenas de canicas de plomo.
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La última batalla

“En términos de violencia política es la jornada más grave desde la retrocesión”, estima el analista político Dixon Sing, quien añade que “el pueblo de Hong Kong cree cada vez más que el gobierno está formado por marionetas que obedecen a los intereses de Pekín. Para ellos esta es su última batalla”.

Hong Kong, una antigua colonia británica, ya vivió el domingo la mayor manifestación desde 1997 en la que según los organizadores participaron hasta un millón de personas.

Pero esta movilización no hizo variar la posición de Carrie Lam, la jefa del ejecutivo, que rechaza retirar la ley y que este miércoles no dudó en calificar las protestas de “disturbios organizados”. El parlamento, dominado por los diputados favorables al gobierno de Pekín, anunció por el momento el aplazamiento del debate a “una fecha ulterior”.

Muchos hongkoneses temen caer en manos de la justicia china, opaca y politizada, y que la nueva ley afecte a la imagen de Hong Kong y a su atractivo económico. Un centenar de empresas y comercios anunciaron su cierre en signo de solidaridad con los opositores al texto y los principales sindicatos de estudiantes pidieron no acudir a clase. Los manifestantes anuncian una manifestación gigantesca para el domingo.





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