Brasil eclipsó al astro Lionel Messi y a una voluntariosa Argentina para clasificar a la final de la Copa América 2019, quedando a un partido de alcanzar su noveno título continental, previsto el domingo en el Maracaná con el vencedor del Chile-Perú de este miércoles.
La Seleçao llegará al Maracaná invicta, sin recibir goles en el torneo y haciendo valer su condición de favorita, todo esto sin la participación de Neymar, lesionado a días de la Copa y protagonista de un mediático caso judicial por una presunta violación.
El combinado auriverde al mando de Tite firmó el libro de la final de la cuadragésima sexta Copa América con una victoria 2-0 en el Mineirao en Belo Horizonte, escenario de la peor humillación del fútbol brasileño en toda su historia.
Gabriel Jesús, a los 19 minutos, y Roberto Firmino, a los 71, marcaron los goles de una Canarinha que a ratos se acordó del ‘jogo bonito’, como en la concepción del tanto del delantero del Manchester City, en la que intervinieron Dani Alves, como autor intelectual, y el ariete del Liverpool, en la asistencia.
“Es un paso más y mañana (hoy) sabremos el otro rival. Argentina fue agresiva, con presión, pero los números fueron parejos. Los dejamos crecer, es natural, porque no podemos dominar los 90 minutos, pero al final ganamos y eso es lo que cuenta”, manifestó Tite, al tiempo que regaló elogios a Messi.
“Messi es un extraterrestre, es excepcional, tanto con la posesión como en otros momentos, él merece que se le nombre así. Cambiamos la estructura para cerrar el medio y disminuir las acciones de Messi, fue planeado y se logró”, agregó.
Brasil no llegaba a un duelo por el título de una Copa América desde Venezuela-2007, cuando goleó a Argentina por 3-0 con Messi en el campo.
Su rival en la inédita final del torneo de selecciones más antiguo del mundo saldrá del partido entre el bicampeón Chile y Perú, que se enfrentan este miércoles en Porto Alegre (sur).
Resistida para Messi
La Copa América, que fue ingrata en el pasado con Pelé y Maradona sin permitirles alzarla, continúa resistiéndose a Messi, que en 14 años defendiendo a la Albiceleste perdió tres finales (Venezuela-2007, Chile-2015 y Centenario-2016).
Y en medio de estas frustraciones, el mayor dolor que carga el ’10’ es la derrota en la final del Mundial Brasil-2014, en la que cayó con Alemania, el mismo rival que en las semifinales no tuvo piedad de la Seleçao.
Para colmo, Messi lleva también el peso de una selección argentina absoluta que no gana nada desde la Copa América Ecuador-1993.
“Si tengo que ayudar desde algún lado lo voy a hacer. Me sentí muy bien con este grupo. Mas allá del resultado, demostramos estar a la altura. Hicimos un gran partido ante Brasil y un esfuerzo muy grande. Hay futuro y Argentina tiene material para seguir creciendo”, manifestó Messi.
De su lado, el seleccionador albiceleste Lionel Scaloni aseguró que Argentina “por méritos” debió pasar a la final.
“Es el mejor partido que hizo Argentina por la magnitud del rival. No sé si un equipo le creó tanto a Brasil como Argentina. Perder de esta manera, para los jugadores, es un golpe menos duro porque jugaron como una selección grande de verdad”, aseguró.