La semana recién pasada, la sala de la Cámara de Diputados despachó el proyecto de ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales en contra de menores de edad, en una votación marcada por la rotunda aprobación de los diputados, quienes con 137 votos a favor y ninguno en contra, dejaron la iniciativa a la espera de convertirse en ley.

Así, no se limitarán plazos para que las víctimas puedan ejercer acciones penales en contra de quienes cometieron estos delitos, derribando una de las principales barreras que impedían hacer justicia frente a los últimos casos conocidos de abuso de menores dentro de la Iglesia Católica, como sucedió con los denunciantes de Fernando Karadima.

Es el caso de José Andrés Murillo, quien además de ser uno de los denunciantes es fundador de la Fundación para la Confianza que lucha contra el abuso infantil. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile el doctor en filosofía señaló que con esta ley nuestro país se “pone al día” con la legislación internacional.

“Contar con una ley que haga imprescriptible el abuso sexual cometido a menores de edad nos pone en una de las puntas importantes de la lucha contra el abuso sexual infantil, y esto a nivel mundial. Es importante reconocer que nosotros estamos creando una legislación, y poniéndonos al día en realidad, con lo que nos exige la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y, en ese sentido, creo que es una buena noticia”, comentó Murillo.

José Andrés Murillo es uno de los denunciantes del sacerdote Fernando Karadima y uno de los creadores de la Fundación para la Confianza, dedicada a la lucha contra el abuso infantil.

Pero fue necesario recurrir a una comisión mixta para que se resolvieran los conflictos entre la Cámara y el Senado que impedían la aprobación del proyecto, donde se terminó por definir las indicaciones de la ley. Ahí, se determinó que la iniciativa no se aplicaría de manera retroactiva, uno de los temas que generaba más polémica dentro de la discusión.

Sobre esto, Murillo sostuvo que “creo que igual debería revisarse más adelante al menos con la posibilidad de que se investigue. Eso es bueno para todos, especialmente para las víctimas, pero también para la sociedad, para que se investigue cuando una persona ha cometido un delito de esta magnitud y que ojalá no tenga contacto nuevamente con menores de edad“, dijo.

La ley además permite ejercer acciones contra terceros que hayan sido responsables por el hecho, es decir, instituciones o personas que caigan en encubrimiento.

Desde la Organización de Laicos y Laicas de Osorno, su vocero, Juan Carlos Claret, valoró esta medida, pero lamentó que no pueda ser aplicada de manera retroactiva.

“La retroactividad se veía como una posibilidad para poder alcanzar la impunidad, ya que la justicia nunca fue garantizada a los encubridores. En ese sentido, nos quedó coja esa parte”, criticó Claret. “A pesar de eso, lo que hemos conseguido ahora es mejor tenerlo que quedarnos con lo que teníamos hace poco. Nos quedamos con el aspecto positivo de esta ley”, añadió.

Entre los nuevos delitos que con esta ley se declaran imprescriptibles, están el de secuestro o sustracción de un menor, así como la tortura, apremios ilegítimos o tratos crueles, inhumanos o degradantes, todos ellos con ocasión de un acto de violación, acceso carnal a un menor, estupro u otros delitos sexuales, así como también la elaboración de material pornográfico donde estén involucrados menores.

El vocero de la Organización de Laicos y Laicas de Osorno, Juan Carlos Claret, valoró la ley aprobada en la Cámara de Diputados.