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Oposición francesa exige renuncia de ministro por mal uso de dineros públicos

François de Rugy, el ministro francés de Transición Ecológica, gran defensor de la transparencia y la austeridad, está en aprietos. El medio digital Mediapart reveló que organizaba fastuosas recepciones cuando era presidente de la Asamblea Nacional y publicó el costo de las obras que se llevaron a cabo en los apartamentos privados del ministerio. Entretanto, su jefa de gabinete, Nicole Klein, tuvo que renunciar por haber tenido una vivienda social en París desde 2001, en la que no vive desde hace 12 años.

RFI

  Jueves 11 de julio 2019 10:24 hrs. 
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Después de varias revelaciones del sitio de información Mediapart, el ministro de Transición Ecológica y Solidaria francés, François de Rugy, intenta salvar su pellejo mientras varios responsables políticos ya piden su renuncia.

Recepciones de lujo en aras de la representación política

Primero fue el caso de las lujosas recepciones que él y su esposa organizaban con fondos públicos, cuando De Rugy era presidente de la Asamblea Nacional. Las fotos de estas cenas generaron indignación en la sociedad civil: en la mesa, langostas, champán, vinos provenientes de las bodegas de la Asamblea con un valor superior a los 500 euros.

El ministro contestó a las preguntas de Mediapart en un documento que decidió finalmente publicar en su integralidad en las redes sociales. Ahí, argumenta que estas recepciones tuvieron lugar en el marco de su puesto: “Una parte importante del cargo de presidente de la Asamblea Nacional consiste en un trabajo de representación. (…) Esa misión de representación lleva regularmente el presidente de la Asamblea Nacional a acoger, conocer y compartir con responsables políticos, franceses o extranjeros, locales o nacionales, representantes de la sociedad civil, así como personalidades del mundo económico y mediático”.

Así, para el ministro no se trataba de comidas privadas sino de momentos compartidos que le permitían estar más cerca de la sociedad que representa. En cuanto a la calidad de lo que se comía y bebía, De Rugy afirma que corresponden a “un cierto nivel de prestación propio de la tradición de la Asamblea Nacional y su personal”.

Obras de renovación en los apartamentos privados del ministerio

La parte más larga de su justificación, que llegó antes de que Mediapart publicara las cifras, concierne las obras realizadas en el apartamento ministerial del Hôtel de Roquelaure, en el distrito 7 de París.

Según el sitio de información, De Rugy y su esposa gastaron, entre fines de 2018 y principios de 2019, más de 63.000 euros en obras pagadas por los contribuyentes. El ministro se defiende detallando estas renovaciones y alegando que algunas habitaciones fueron juzgadas “vetustas”.

”Lo reafirmo con fuerza, frente a los ataques que recibo, sólo tendré una defensa: los hechos presentados con total transparencia. El resto, son sólo unas insinuaciones de una fuente anónima y maliciosa”, concluye. Una defensa que no convence a algunos políticos ni en las redes sociales, donde llueven los comentarios indignados.

“Lo que me choca es la hipocresía”

Si bien desde el Gobierno afirman que “el ministro de Estado, obviamente, conserva la confianza del presidente y del primer ministro”, según dijo la vocera Sibeth Ndiaye, a los antiguos colegas del ministro en el Parlamento estas revelaciones no les parecen un problema insignificante.

La diputada y exministra de Ecología Delphine Batho, para quien las comidas son “moralmente inaceptables”, pidió su dimisión. “Es un derroche de medios para cenas con amigos que él mismo llama informales. No es representación, y de hecho, muchos de los que ocuparon cargos oficiales nunca tuvieron este tipo de conductas”, denunció.

Desde La Francia Insumisa (izquierda radical) hasta Los Republicanos (derecha), los diputados denuncian la “hipocresía” o la “indecencia” del ministro, quien ya había tenido problemas en 2018 por haber organizado su banquete de bodas en los locales de la Asamblea. “Lo que me choca es la hipocresía. Fue él quien presionó para que los diputados justificaran su factura para cada sándwich, explicando que tenemos que ser ejemplares”, denuncia Julien Aubert, de Los Republicanos.

“No es genial en términos de imagen”, admite un consejero desde las filas del oficialismo. “Es un poco vergonzoso, pero hay cenas de ese estilo en muchas partes”, confiesa. Los otros ministros temen que se convierta en una telenovela con nuevos episodios embarazosos.

La renuncia de Nicole Klein echa leña al fuego

Nicole Klein, la directora de gabinete de François de Rugy, ocupa una vivienda social (HLM) en París desde 2001. Sin embargo, informó Mediapart, no vivió allí durante 12 años. Una revelación que la llevó a dimitir enseguida.

 

“Llegué a París, en dos días, el ministerio encontró este alojamiento”, dijo Klein, recordando que esto se hizo en condiciones “perfectamente legales” en la época. Sin embargo, apunta Mediapart, la ley requiere que los inquilinos salgan de las instalaciones una vez que hayan excedido un cierto nivel de ingresos. Según ella, quería mudarse pero que no pudo hacerlo por “falta de tiempo” desde que ocupa su nuevo cargo.

Estos escándalos salen a la luz al mismo tiempo que se presentaba un proyecto de ley sobre la lucha contra el despilfarro y la economía solidaria.

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