Hay una contradicción, señala la diputada por Antofagasta y presidenta de Revolución Democrática, Catalina Pérez, entre el surgimiento de una fuerza de impugnación como el Frente Amplio y su pertenencia posterior a las instituciones que se pretenden cambiar. “La Revolución Democrática es una contradicción en sí misma -afirma- pero estamos tratando de empujarla”.
Especialmente, afirma, en un escenario de profunda inestabilidad y en donde, según dijo en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, “la discusión se centra en alianzas para las próximas elecciones y no en el debate de las ideas”.
Así, según Pérez, lo que se ha intentado desde su partido ha sido establecer nuevos parámetros éticos, pero que vayan más allá del populismo usado por la ultraderecha y que propone de modo demagógico despolitizar el sistema acusando a todos de corruptos. “Nuestras diferencias con otras fuerzas se expresan en muchos niveles, pero nos ha parecido importante en estas circunstancias subrayar este punto”.
Pérez, además, reflexionó sobre la búsqueda de consensos de distintas fuerzas políticas como una herencia de las últimas décadas de la política nacional.
“Hoy día lamentablemente existe la mantención de un acuerdo político respecto de cómo debiese funcionar el sistema, que tiene que ver con la transición chilena, que ha condicionado que actores del modelo no comprendan nuevas formas de relación”, indicó.
Asimismo, la diputada comentó que la línea divisoria que hoy debe determinar el accionar político de los partidos es el apego o no al continuismo del modelo neoliberal.
Respecto al rol del Frente Amplio en este proceso, Pérez afirmó que “se nos ha visto dubitativos en cuál es la lectura del escenario. Y sobre la transformación que hoy día queremos poner sobre la mesa, cuáles son los plazos para su avance en el corto plazo y la consolidación de un proyecto que hable en códigos mayoritarios, pero que también sea capaz de dialogar con el escenario político en el que se encuentra”, criticó la diputada.
Esta reflexión, aplicada al devenir de las próximas elecciones municipales, parecería alejar al Frente Amplio de los objetivos cortoplacistas; sin embargo, para Pérez, es vital demostrar que como coalición son capaces de gobernar a través una propuesta distinta, dado que la novedad no puede ser su activo para siempre.
“El periodo de acumulación de fuerzas para nosotros se termina pronto. Vamos a dejar de ser la novedad y los que vienen a irrumpir. Ese es un discurso que por sí mismo tiene una falencia, que es su temporalidad. Poder capitalizar la mayor cantidad de fuerza territorial y social posible, es algo que debemos hacer hoy”, precisó Pérez.
Respecto de las señales sucesivas de acercamiento por parte de dirigentes del Partido Comunista, que han desmarcado su cercanía con la Concertación y recalcaron mayor proximidad hacia el Frente Amplio, Catalina Pérez se mostró complacida de que su agrupación política “pueda mirar más allá de sus propias filas”.
“Me parece muy natural lo que ocurre. Nuestro proyecto viene irrumpiendo como una fuerza nueva, pero tiene mucho sentido común. Hoy día necesitamos que las personas tengan más derechos, menos privilegios, que las democracias se fortalezcan. Eso hace mucho sentido más allá del Frente Amplio y quienes se quieran sumar a eso bienvenidos sean”, aseguró la diputada.
Esto, según Pérez, no tiene que ver directamente con poner mecanismos electorales sobre la mesa. Más bien, se trataría de la instalación y la conducción de un debate en el que el Frente Amplio debería jugar un papel protagónico.