Con el fin de presentar un manifiesto, en el marco de la discusión en el senado del proyecto de Ley sobre Migraciones, este martes se reunieron en la sede de la Comisión Chilena de Derechos Humanos diversas organizaciones de migrantes.

Tanto la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, el Movimiento Acción Migrante y la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile critican dicho proyecto, particularmente debido a su falta de enfoque de derechos humanos, nocivos cambios en categorías migratorias y el riesgo latente de la separación de padres migrantes con hijos nacidos en territorio nacional.

Sobre esto, Eduardo Cardoza, secretario del Movimiento Acción Migrante, aseguró que los cambios propuestos por el oficialismo en este proyecto no representan variaciones respecto de la ley vigente.

Eduardo Cardoza.

“Todos los derechos de los migrantes en la nueva ley están condicionados a algo. La crítica que se le hace ahora al decreto de ley de 1977, de Pinochet, es justamente el que condiciona todos los derechos a tener un contrato”, criticó el dirigente.

Sin embargo, el tema original que convocó a las organizaciones mencionadas cambió bruscamente. En las últimas semanas, organizaciones antimigrantes han llamado a manifestarse, incluso de forma armada, ante la presencia de inmigrantes en el país.

Este tema, de pronto, se convirtió en uno de los principales, sobre todo para conocer cuál será el accionar de las organizaciones migrantes. Héctor Pujols, vocero de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, se refirió a la experiencia de Europa, donde la presencia de inmigrantes ha potenciado a las ultras derechas y donde, además, la migración ha sido utilizada con fines electorales.

En el caso de Chile, según Pujols, sucede un fenómeno similar. Además, el dirigente interpeló al Gobierno por su silencio ante esta marcha y por los discursos reforzados en los últimos meses en contra de los inmigrantes.

Héctor Pujols.

“Les han dado alas. No se ha manifestado para decir algo en contra, pero sí les han dado alas cuando utilizan el mismo discurso, diciendo ‘nos quitan el trabajo, el aumento del VIH’. El mismo discurso, solo que el Gobierno propone cerrar la puerta y los otros dicen marchemos y matemos. El discurso es el mismo y es el que legitima esta marcha”, indicó Pujols.

Asimismo, desde el lado académico y, debido a la polémica que ha generado la convocatoria mencionada, la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas, se pronunció a través de la historiadora Constanza Ambiado, quien rechazó la forma en que el tema ha sido abordado por algunos medios.

“El problema con esta marcha es que de alguna forma ha obtenido apoyo y ello  ha hecho que se vuelva muy mediática y se ha vuelto parte de la opinión pública. Darle el micrófono a los discursos de odio no es una buena opción y es antidemocrático”, señaló la historiadora.

Este martes, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, fue consultado por la realización de esta marcha y señaló que efectivamente se trata de un delito porque se está haciendo un llamado al uso de armas. Sin embargo, para Chadwick, “aquí hay libertad de reunión… marchas que les gustan a unos y a otros no”.

Desde el ámbito parlamentario, la diputada Emilia Nuyado, en tanto, se pronunció respecto de lo que considera debería ser el rol del Gobierno ante estos hechos y sobre el proyecto de ley de migraciones aprobada hace algunas semanas por la Comisión de Derechos Humanos.

Emilia Nuyado.

“Todos estos tipos de marchas que llaman al odio debieran estar prohibidos. Y, por lo tanto, es importante que el proyecto que se aprobó en la Comisión de Derechos Humanos no debiera incitar al odio. Si el Gobierno autoriza estas marchas espero que esté a la altura de decir que aquí todos podemos convivir”, señaló Nuyado.

Diario y Radio Universidad de Chile intentó comunicarse con la Intendencia para averiguar si la mencionada marcha había solicitado las respectivas autorizaciones, sin embargo no obtuvo información al respecto.