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Vastedades del ánima, la muestra que recorre los 30 años de carrera del pintor Ciro Beltrán

El artista chileno, postulado este año al Premio Nacional de Arte, exhibe en el Centro Cultural Las Condes un cuerpo acotado de su extensa obra vinculada al expresionismo abstracto.

Diario Uchile

  Miércoles 7 de agosto 2019 10:10 hrs. 
Vastedades del ánima, detalle

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Con más de treinta años de trayectoria, alrededor de ochenta exhibiciones individuales, 173 muestras colectivas presentadas en 28 países y participaciones en seis bienales nacionales e internacionales, el destacado pintor chileno Ciro Beltrán, de 54 años de edad, es quizás el más joven postulante al Premio Nacional de Arte 2019.

Por ello, la Corporación Cultural de Las Condes reconoce su trabajo presentando la exposición antológica Ciro Beltrán. Vastedades del ánima que se presentará entre el 9 de agosto y el 22 de septiembre, en las salas del Centro Cultural Las Condes. La muestra reúne un cuerpo acotado de su extensa obra, que da cuenta de un recorrido pictórico desde mediados de los ochenta con un lenguaje sostenido y coherente.

El autor ha desarrollado su obra desde la pintura. Su obra en constante transformación, revisita la palabra y la imagen para fundirse y dar origen a libros-objeto, murales, performances y pinturas sobre alfombras, telas estampadas, objetos u otros soportes. En Las Condes también estarán presentes los bocetos del mural que está preparando para el Metro de Santiago. 

“Ciro Beltrán es sin lugar a dudas un creador reconocido y destacado por su constante innovación y búsqueda de lenguajes visuales renovadores. Desarrolla series paralelas que mantiene en el tiempo y entrecruza, logrando una obra extensa y significativa, múltiple y abierta a diferentes expresiones artísticas. Se muestra particularmente atento a la realidad y preocupado del medio ambiente, es sensible alrecuperar los espacios públicos en su búsqueda por ampliar los límites del arte”, señala la curadora Inés Ortega-Márquez.

Lenguaje, 1990

En 1990 se presentó en el mismo Centro Cultural Las Condes a un joven artista recién titulado de la Universidad de Chile, que, a pesar de su corta trayectoria, ya había exhibido en el extranjero y en algunas galerías locales. Hoy, 29 años después, ese pintor inquieto y visionario se transformó en un autor maduro. Su obra, vinculada al expresionismo abstracto, ha evolucionado desde aquella muestra fundacional, sin embargo, mantiene intacta la frescura y el original lenguaje plástico con que construye sus relatos.

Ya en su etapa primaria definió experimentar con el soporte y extender su trabajo al espacio público, constituyéndose en uno de los primeros artistas en abordar esta función.

Desde su primer viaje a Vancouver en 1985, y posteriormente en Santiago, como expresa la curadora, “Beltrán realiza su trabajo también directamente en la calle, iniciando su serie de Pinturas en la vía pública. Desarrolla acciones performativas, mientras su grafismo lo acerca a los petroglifos del arte precolombino. Las relaciones entre la palabra, la poesía y las artes visuales conforman una obra pictórico-poética en nuevos soportes, libros-objeto, pinturas con palabras y sus series de Dibujos teóricosDibujos poéticos, y Poesía instalada”.

Perteneciente junto a artistas como Francisca Núñez, Pablo Domínguez y Víctor Hugo Bravo, a la segunda oleada de la generación de transición 80-90, -tras el primer grupo conformado por Bororo,  Jorge Tacla y Omar Gatica, entre otros,  en la primera mitad de la década-, la pintura de Ciro Beltrán practica una reformulación de la tradición del arte chileno de los sesenta a los noventa -que pasa por el informalismo y la crítica conceptual- y  proponiendo una nueva mirada para realizar un arte que amplía los lenguajes de expresión formal.

Esta exposición antológica -agrega Ortega-Márquez- “permite seguir los pasos mediante los cuales, durante más de 30 años, el artista va respondiendo a sus propios desafíos. Desde las intervenciones en la ciudad -redimensiona el paisaje y lo confronta como parte de la obra-, al instalar una nueva visualidad en el contexto urbano, sirviéndose de sus superficies como escenario y soporte pictórico”.

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