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Enfoque educativo y compromiso del empleador: las ausencias en el proyecto Sala Cuna Universal

Solo en la primera semana de agosto, la Comisión de Trabajo del Senado debatió dos veces sobre el proyecto de ley Sala Cuna Universal. El domingo, el presidente Sebastián Piñera aprovechó el día del niño para reiterar su llamado a la aprobación de dicho proyecto; mientras que, desde diversas organizaciones sociales y de trabajadoras, se cuestiona al menos seis de sus directrices.

Eduardo Andrade

  Lunes 12 de agosto 2019 19:18 hrs. 
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Diversos han sido los motivos usados desde el oficialismo para exigir la aprobación del proyecto de ley Sala Cuna Universal. Si desde el Ministerio de Trabajo, Nicolás Monckeberg aseguró que con su aprobación se sumarán 233 mil mujeres el mundo del trabajo, la ministra de la Mujer, Isabel Plá, ha enfatizado la idea de que esta cifra incluiría también a los sectores más vulnerables del país.

El fin de semana, aprovechando las celebraciones del día del niño, el Presidente Sebastián Piñera volvió a reiterar su llamado a la Comisión de Trabajo del Senado para que apruebe  dicho proyecto. En dicha instancia, solo en la primera semana de agosto se ha debatido dos veces en torno las directrices de la iniciativa.

La próxima cita de la comisión para tratar este tema se celebrará el 14 de agosto y contará con la presencia de la encargada de género de la Confederación Nacional de Salud Municipal (CONFUNSAM), Carolina Espinoza.

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La dirigenta, en conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, aseguró no estar en desacuerdo con los objetivos en el ámbito de la equidad laboral que se busca para las mujeres, pero que, lo planteado por el proyecto de Sala Cuna Universal solo se viste de tales conceptos y enfoques, cuando el fin resulta ser similar a lo que ocurre con el sistema previsional.

“Se establece en términos de un seguro que es aportado con la cotización de las trabajadoras, incluyendo a las pequeñas y microempresas, en condiciones bien complejas para incorporar a las mujeres no dependientes y a honorarios. Finalmente vemos que le quita la responsabilidad al gran empresariado, para traspasar esto a un mecanismo de seguro, que sería administrado por una empresa”, criticó Espinoza.

Aunque en las sesiones de debate en la Comisión del Trabajo, el Gobierno ya ha presentado una indicación para evitar crear una nueva empresa que administre los fondos y ha planteado la posibilidad de licitarlos a alguna ya existente, son otros los puntos que aún no convencen a las organizaciones de trabajadoras.

Por ejemplo, desde la Asociación de Profesionales de la Junta Nacional de Jardines (APROJUNJI), su presidenta, Susana Cristi, conversó con nuestro medio, y enfatizó su crítica en las diferencias entre el monto que plantea el beneficio y los costos reales de las salas cuna del mercado.

“Estima un monto de 245 mil pesos, lo que no representa el gasto que se requiere actualmente para el pago de la sala cuna. Actualmente ese pago es más de 300 mil pesos. Por lo tanto, va a conllevar a una baja calidad en el servicio, y donde los niños y las niñas, los lactantes, van a ser vulnerados en relación a sus derechos”, indicó Cristi.

Para la dirigente, esta situación denota una grave falta de enfoque educativo en el proyecto de ley. Además, si se tiene en cuenta que no todas las trabajadoras que se sumarán al mundo laboral recibirán el beneficio, esto incluso podría fomentar el uso de salas cuna privadas que no cumplen con los mejores requisitos, y afectar a instituciones de Junji.

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Respecto del acceso universal a esta ley, la vicepresidenta de la Mujer de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Marcia Lara, explicó las trabas y sesgos que presenta, y que son los mismos que desde la ANEF plantearon en la Comisión de Trabajo en octubre del año pasado.

“Si una persona ha trabajado durante un determinado tiempo, un año, y a través del código del trabajo y tiene sus cotizaciones al día, puede acceder a este beneficio y le pagarían los 245 mil pesos. Pero si una persona tiene un trabajo que no tiene las 44 horas semanales, hasta 15 horas te pagan solamente dos tercios”, detalló Lara.

Finalmente, la crítica más global que se hace respecto de este proyecto, y en la cual coincidieron todas las consultadas, es que justamente se coloca a la sala cuna como un beneficio cuando debería ser planteado como un derecho. Así, la prioridad de fondo en un proyecto de esta magnitud debería ser las mejoras en la educación temprana, a la que, además, deberían acceder los hijos y las hijas de las mujeres que trabajan o que incluso estudian.

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