Varios estados de Brasil se encuentran en emergencia tras 16 días de incendios en el Amazonas. Son varios los lugares afectados del país y el el humo empeora las enfermedades respiratorias y dificulta el tránsito aéreo.
Amazonas decretó la emergencia en el sur y su capital, Manaos, está en esa condición desde el 9 de agosto. Mientras, el Estado de Acre, en la frontera con Perú, declaró la emergencia el viernes.
“El clima seco, el viento y el calor hicieron que los incendios aumentaran considerablemente en todo el país. Los miembros de la brigada de ICMBIO e IBAMA, equipos y aviones están totalmente disponibles para los Estados y ya están en uso.”, señaló en su cuenta de Twitter Ricardo Salles, ministro de Medioambiente brasileño.
No obstante, Alberto Setzer, investigador del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE), niega que responsabilizar a la estación seca o los fenómenos naturales por sí solos.
“No hay nada raro en el clima este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica, que sólo está un poco por debajo del promedio. La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero su inicio es obra de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente”.
De acuerdo con el INPE los focos de incendio, tan solo en la última semana, han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas.
La organización no gubernamental Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (Ipam) se refirió al aumento de los incendios y asoció el crecimiento de los focos de fuego a la deforestación promovida por hacendados.
“Si la sequía no explica los actuales incendios, la retomada de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado (por colonos y hacendados) para limpiar el terreno después de la deforestación”, explicó el IPAM en su comunicado.
Este aumento de los incendios en el Amazonas de Brasil se dan durante el primer año del presidente Jair Bolsonaro, quien ha negado en varias ocasiones los efectos del cambio climático, además de estar vinculado con terratenientes ganaderos y agricultores de la Amazonía. A esto debe sumarse que una de sus promesas de campaña fue la mayor explotación de los recursos del Amazonas, específicamente, en el área de la minería.
Sin embargo este miércoles, en entrevista con el diario O Globo, el Mandatario brasileño descartó responsabilidades producto de sus políticas de explotación del llamado “pulmón verde” y denunció que los gobernadores del norte están “conspirando” con el aumento de la deforestación y la quema.
El presidente de Brasil también insinuó que los incendios pueden haber sido causados por ONGs en represalia por recortar los fondos del Gobierno a estas organizaciones.
Varios estados de Brasil se encuentran en emergencia tras 16 días de incendios en el Amazonas. Son varios los lugares afectados del país y el el humo empeora las enfermedades respiratorias y dificulta el tránsito aéreo.
Amazonas decretó la emergencia en el sur y su capital, Manaos, está en esa condición desde el 9 de agosto. Mientras, el Estado de Acre, en la frontera con Perú, declaró la emergencia el viernes.
“El clima seco, el viento y el calor hicieron que los incendios aumentaran considerablemente en todo el país. Los miembros de la brigada de ICMBIO e IBAMA, equipos y aviones están totalmente disponibles para los Estados y ya están en uso.”, señaló en su cuenta de Twitter Ricardo Salles, ministro de Medioambiente brasileño.
No obstante, Alberto Setzer, investigador del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE), niega que responsabilizar a la estación seca o los fenómenos naturales por sí solos.
“No hay nada raro en el clima este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica, que sólo está un poco por debajo del promedio. La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero su inicio es obra de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente”.
De acuerdo con el INPE los focos de incendio, tan solo en la última semana, han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas.
La organización no gubernamental Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (Ipam) se refirió al aumento de los incendios y asoció el crecimiento de los focos de fuego a la deforestación promovida por hacendados.
“Si la sequía no explica los actuales incendios, la retomada de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado (por colonos y hacendados) para limpiar el terreno después de la deforestación”, explicó el IPAM en su comunicado.
Este aumento de los incendios en el Amazonas de Brasil se dan durante el primer año del presidente Jair Bolsonaro, quien ha negado en varias ocasiones los efectos del cambio climático, además de estar vinculado con terratenientes ganaderos y agricultores de la Amazonía. A esto debe sumarse que una de sus promesas de campaña fue la mayor explotación de los recursos del Amazonas, específicamente, en el área de la minería.
Sin embargo este miércoles, en entrevista con el diario O Globo, el Mandatario brasileño descartó responsabilidades producto de sus políticas de explotación del llamado “pulmón verde” y denunció que los gobernadores del norte están “conspirando” con el aumento de la deforestación y la quema.
El presidente de Brasil también insinuó que los incendios pueden haber sido causados por ONGs en represalia por recortar los fondos del Gobierno a estas organizaciones.
Varios estados de Brasil se encuentran en emergencia tras 16 días de incendios en el Amazonas. Son varios los lugares afectados del país y el el humo empeora las enfermedades respiratorias y dificulta el tránsito aéreo.
Amazonas decretó la emergencia en el sur y su capital, Manaos, está en esa condición desde el 9 de agosto. Mientras, el Estado de Acre, en la frontera con Perú, declaró la emergencia el viernes.
“El clima seco, el viento y el calor hicieron que los incendios aumentaran considerablemente en todo el país. Los miembros de la brigada de ICMBIO e IBAMA, equipos y aviones están totalmente disponibles para los Estados y ya están en uso.”, señaló en su cuenta de Twitter Ricardo Salles, ministro de Medioambiente brasileño.
No obstante, Alberto Setzer, investigador del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE), niega que responsabilizar a la estación seca o los fenómenos naturales por sí solos.
“No hay nada raro en el clima este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica, que sólo está un poco por debajo del promedio. La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero su inicio es obra de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente”.
De acuerdo con el INPE los focos de incendio, tan solo en la última semana, han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas.
La organización no gubernamental Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonía (Ipam) se refirió al aumento de los incendios y asoció el crecimiento de los focos de fuego a la deforestación promovida por hacendados.
“Si la sequía no explica los actuales incendios, la retomada de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado (por colonos y hacendados) para limpiar el terreno después de la deforestación”, explicó el IPAM en su comunicado.
Este aumento de los incendios en el Amazonas de Brasil se dan durante el primer año del presidente Jair Bolsonaro, quien ha negado en varias ocasiones los efectos del cambio climático, además de estar vinculado con terratenientes ganaderos y agricultores de la Amazonía. A esto debe sumarse que una de sus promesas de campaña fue la mayor explotación de los recursos del Amazonas, específicamente, en el área de la minería.
Sin embargo este miércoles, en entrevista con el diario O Globo, el Mandatario brasileño descartó responsabilidades producto de sus políticas de explotación del llamado “pulmón verde” y denunció que los gobernadores del norte están “conspirando” con el aumento de la deforestación y la quema.
El presidente de Brasil también insinuó que los incendios pueden haber sido causados por ONGs en represalia por recortar los fondos del Gobierno a estas organizaciones.
