Cuatro días sin agua potable cumplen este domingo los habitantes de la comuna de Puerto Octay, en la región de Los Lagos, debido a la contaminación por combustible que afecta al sistema sanitario.
Se estima que los problemas de abastecimiento se extenderían hasta por dos semanas, ya que es necesario limpiar los ductos que permiten transportar el agua hacia los diferentes sectores de la comuna.
La alcaldesa María Teresa Ojeda (UDI) afirmó a última hora del sábado que hubo “intencionalidad” en la contaminación del agua y anunció que el municipio presentará acciones legales para perseguir a los responsables.
“Frente a toda esta situación que hemos vivido, efectivamente, cada vez nos vamos dando cuenta de que hubo una intencionalidad en el acto”, señaló.
“Como municipalidad no nos vamos a quedar tranquilos de buscar quiénes son los culpables, porque esto no se puede volver a repetir nunca más”, enfatizó.
“No podemos vivir con la inseguridad de que alguien cualquiera pueda venir aquí y nos haga el daño que hoy estamos viviendo”, dijo también.
Por su parte, el seremi de Bienes Nacionales, Jorge Moreno, apuntó a la gestión de las autoridades comunales anteriores por su responsabilidad en la crisis: “Conozco de muy buena fuente la problemática que ha existido acá en Octay con el agua y el alcantarillado. Esta es una comuna que se caracterizó por hacer las cosas mal en ese sentido y por la utilización política de las alcaldías anteriores”, acusó.
En horas anteriores, la fiscal de Río Negro, Leyla Chahín, había descartado la opción de un supuesto “acto terrorista”, como había afirmado el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen.
La persecutora dijo que su línea investigativa “no va en ese sentido” y cuestionó las precarias condiciones de la planta de tratamiento de agua: “Es una planta con estanques emplazados en un terreno privado, sin ningún tipo de vigilancia, sin siquiera un cierre perimetral, sin cámaras, sin personal, sin nada más que una garita con un candado que protegía un tambor de cloro”, dijo a Radio Cooperativa.
“Fue realmente impactante para nosotros ver las condiciones en que, teóricamente, se potabilizaba el agua antes de ser distribuida a la población”, añadió.
Cuatro días sin agua potable cumplen este domingo los habitantes de la comuna de Puerto Octay, en la región de Los Lagos, debido a la contaminación por combustible que afecta al sistema sanitario.
Se estima que los problemas de abastecimiento se extenderían hasta por dos semanas, ya que es necesario limpiar los ductos que permiten transportar el agua hacia los diferentes sectores de la comuna.
La alcaldesa María Teresa Ojeda (UDI) afirmó a última hora del sábado que hubo “intencionalidad” en la contaminación del agua y anunció que el municipio presentará acciones legales para perseguir a los responsables.
“Frente a toda esta situación que hemos vivido, efectivamente, cada vez nos vamos dando cuenta de que hubo una intencionalidad en el acto”, señaló.
“Como municipalidad no nos vamos a quedar tranquilos de buscar quiénes son los culpables, porque esto no se puede volver a repetir nunca más”, enfatizó.
“No podemos vivir con la inseguridad de que alguien cualquiera pueda venir aquí y nos haga el daño que hoy estamos viviendo”, dijo también.
Por su parte, el seremi de Bienes Nacionales, Jorge Moreno, apuntó a la gestión de las autoridades comunales anteriores por su responsabilidad en la crisis: “Conozco de muy buena fuente la problemática que ha existido acá en Octay con el agua y el alcantarillado. Esta es una comuna que se caracterizó por hacer las cosas mal en ese sentido y por la utilización política de las alcaldías anteriores”, acusó.
En horas anteriores, la fiscal de Río Negro, Leyla Chahín, había descartado la opción de un supuesto “acto terrorista”, como había afirmado el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen.
La persecutora dijo que su línea investigativa “no va en ese sentido” y cuestionó las precarias condiciones de la planta de tratamiento de agua: “Es una planta con estanques emplazados en un terreno privado, sin ningún tipo de vigilancia, sin siquiera un cierre perimetral, sin cámaras, sin personal, sin nada más que una garita con un candado que protegía un tambor de cloro”, dijo a Radio Cooperativa.
“Fue realmente impactante para nosotros ver las condiciones en que, teóricamente, se potabilizaba el agua antes de ser distribuida a la población”, añadió.
Cuatro días sin agua potable cumplen este domingo los habitantes de la comuna de Puerto Octay, en la región de Los Lagos, debido a la contaminación por combustible que afecta al sistema sanitario.
Se estima que los problemas de abastecimiento se extenderían hasta por dos semanas, ya que es necesario limpiar los ductos que permiten transportar el agua hacia los diferentes sectores de la comuna.
La alcaldesa María Teresa Ojeda (UDI) afirmó a última hora del sábado que hubo “intencionalidad” en la contaminación del agua y anunció que el municipio presentará acciones legales para perseguir a los responsables.
“Frente a toda esta situación que hemos vivido, efectivamente, cada vez nos vamos dando cuenta de que hubo una intencionalidad en el acto”, señaló.
“Como municipalidad no nos vamos a quedar tranquilos de buscar quiénes son los culpables, porque esto no se puede volver a repetir nunca más”, enfatizó.
“No podemos vivir con la inseguridad de que alguien cualquiera pueda venir aquí y nos haga el daño que hoy estamos viviendo”, dijo también.
Por su parte, el seremi de Bienes Nacionales, Jorge Moreno, apuntó a la gestión de las autoridades comunales anteriores por su responsabilidad en la crisis: “Conozco de muy buena fuente la problemática que ha existido acá en Octay con el agua y el alcantarillado. Esta es una comuna que se caracterizó por hacer las cosas mal en ese sentido y por la utilización política de las alcaldías anteriores”, acusó.
En horas anteriores, la fiscal de Río Negro, Leyla Chahín, había descartado la opción de un supuesto “acto terrorista”, como había afirmado el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen.
La persecutora dijo que su línea investigativa “no va en ese sentido” y cuestionó las precarias condiciones de la planta de tratamiento de agua: “Es una planta con estanques emplazados en un terreno privado, sin ningún tipo de vigilancia, sin siquiera un cierre perimetral, sin cámaras, sin personal, sin nada más que una garita con un candado que protegía un tambor de cloro”, dijo a Radio Cooperativa.
“Fue realmente impactante para nosotros ver las condiciones en que, teóricamente, se potabilizaba el agua antes de ser distribuida a la población”, añadió.
