El paciente trabajo de campo de los militantes y su determinación de despertar el apetito electoral de sus conciudadanos parece estar dando sus frutos de forma lenta pero segura en el Reino Unido.
Cerca de tres millones de británicos se han inscrito para votar desde el mes pasado, con un récord el viernes pasado, designado como “Día Nacional del Registro”, cuando se inscribieron más de 300.000 votantes.
Numerosas organizaciones viajan por todo el país para movilizar a la gente. Sus voluntarios, con tabletas o teléfonos en la mano, se ofrecen a ayudar a los transeúntes a registrarse espontáneamente en la calle, algo que toma sólo cinco minutos.
Jóvenes y minorías étnicas
Los mayores de 65 años son registrados desde hace mucho tiempo, pero no es el caso de los jóvenes y las minorías étnicas. Esta diferencia podría ser crucial el día de las elecciones: los jóvenes se oponen en su mayoría al Brexit y están más inclinados a votar por el Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn.
En Uxbridge, al noroeste de Londres, donde Boris Johnson goza de una mayoría limitada, el Partido Laborista ha estado trabajando durante semanas para movilizar a la población estudiantil e impedir su reelección.
“Hay una gran universidad aquí en Uxbridge, que se llama Brunel: son 10.000 estudiantes que podrían votar y a priori votarían a los laboristas. Si conseguimos que al menos 5.000 de estos estudiantes se inscriban y vayan a las urnas el 12 de diciembre, tal vez podríamos hacer una diferencia”, explica Francesca, una militante.
Y de hecho, muchos estudiantes se dejan convencer: “[Boris Johnson] es una de las figuras más poderosas de este país y no es normal, es homofóbico, racista, ha hecho declaraciones claras en este sentido ¡y es inaceptable! “, comenta un joven.
Preocupado por la cómoda ventaja de los conservadores en las encuestas, los laboristas cuentan con los jóvenes para recrear la “Corbynmania” que había contribuido en gran medida a la buena puntuación del partido en 2017.
Con la corresponsal de RFI en Londres, Muriel Delcroix.
El paciente trabajo de campo de los militantes y su determinación de despertar el apetito electoral de sus conciudadanos parece estar dando sus frutos de forma lenta pero segura en el Reino Unido.
Cerca de tres millones de británicos se han inscrito para votar desde el mes pasado, con un récord el viernes pasado, designado como “Día Nacional del Registro”, cuando se inscribieron más de 300.000 votantes.
Numerosas organizaciones viajan por todo el país para movilizar a la gente. Sus voluntarios, con tabletas o teléfonos en la mano, se ofrecen a ayudar a los transeúntes a registrarse espontáneamente en la calle, algo que toma sólo cinco minutos.
Jóvenes y minorías étnicas
Los mayores de 65 años son registrados desde hace mucho tiempo, pero no es el caso de los jóvenes y las minorías étnicas. Esta diferencia podría ser crucial el día de las elecciones: los jóvenes se oponen en su mayoría al Brexit y están más inclinados a votar por el Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn.
En Uxbridge, al noroeste de Londres, donde Boris Johnson goza de una mayoría limitada, el Partido Laborista ha estado trabajando durante semanas para movilizar a la población estudiantil e impedir su reelección.
“Hay una gran universidad aquí en Uxbridge, que se llama Brunel: son 10.000 estudiantes que podrían votar y a priori votarían a los laboristas. Si conseguimos que al menos 5.000 de estos estudiantes se inscriban y vayan a las urnas el 12 de diciembre, tal vez podríamos hacer una diferencia”, explica Francesca, una militante.
Y de hecho, muchos estudiantes se dejan convencer: “[Boris Johnson] es una de las figuras más poderosas de este país y no es normal, es homofóbico, racista, ha hecho declaraciones claras en este sentido ¡y es inaceptable! “, comenta un joven.
Preocupado por la cómoda ventaja de los conservadores en las encuestas, los laboristas cuentan con los jóvenes para recrear la “Corbynmania” que había contribuido en gran medida a la buena puntuación del partido en 2017.
Con la corresponsal de RFI en Londres, Muriel Delcroix.
El paciente trabajo de campo de los militantes y su determinación de despertar el apetito electoral de sus conciudadanos parece estar dando sus frutos de forma lenta pero segura en el Reino Unido.
Cerca de tres millones de británicos se han inscrito para votar desde el mes pasado, con un récord el viernes pasado, designado como “Día Nacional del Registro”, cuando se inscribieron más de 300.000 votantes.
Numerosas organizaciones viajan por todo el país para movilizar a la gente. Sus voluntarios, con tabletas o teléfonos en la mano, se ofrecen a ayudar a los transeúntes a registrarse espontáneamente en la calle, algo que toma sólo cinco minutos.
Jóvenes y minorías étnicas
Los mayores de 65 años son registrados desde hace mucho tiempo, pero no es el caso de los jóvenes y las minorías étnicas. Esta diferencia podría ser crucial el día de las elecciones: los jóvenes se oponen en su mayoría al Brexit y están más inclinados a votar por el Partido Laborista, dirigido por Jeremy Corbyn.
En Uxbridge, al noroeste de Londres, donde Boris Johnson goza de una mayoría limitada, el Partido Laborista ha estado trabajando durante semanas para movilizar a la población estudiantil e impedir su reelección.
“Hay una gran universidad aquí en Uxbridge, que se llama Brunel: son 10.000 estudiantes que podrían votar y a priori votarían a los laboristas. Si conseguimos que al menos 5.000 de estos estudiantes se inscriban y vayan a las urnas el 12 de diciembre, tal vez podríamos hacer una diferencia”, explica Francesca, una militante.
Y de hecho, muchos estudiantes se dejan convencer: “[Boris Johnson] es una de las figuras más poderosas de este país y no es normal, es homofóbico, racista, ha hecho declaraciones claras en este sentido ¡y es inaceptable! “, comenta un joven.
Preocupado por la cómoda ventaja de los conservadores en las encuestas, los laboristas cuentan con los jóvenes para recrear la “Corbynmania” que había contribuido en gran medida a la buena puntuación del partido en 2017.
Con la corresponsal de RFI en Londres, Muriel Delcroix.
