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Departamento de Música lamenta la muerte del compositor Juan Orrego Salas

Fue un compositor prolífico que transitó por diversos estilos musicales. Su legado se compone de más de 200 partituras y una historia con un capítulo importante vinculado a la Universidad de Chile, donde se formó inicialmente y luego encabezó proyectos importantísimos como la Revista Musical Chilena (RMCH). El académico y director de la RMCH, prof. Cristián Guerra, elaboró la breve reseña que compartimos en esta nota.

Cristián Guerra / DMUS

  Viernes 29 de noviembre 2019 10:33 hrs. 
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El reciente deceso del distinguido compositor, arquitecto y musicólogo Juan Antonio Orrego-Salas nos remece por cuanto su vida y su trayectoria artística y académica ha estado directamente vinculada con la historia de la institucionalidad musical chilena cobijada por la Universidad de Chile. A través de su padre, don Fernando Orrego Puelma, era descendiente directo de Isidora Zegers y Montenegro, con lazos familiares que lo relacionan con otras figuras destacadas de la música y las artes en Chile. Y su madre, doña Filomena Salas González, jugó un papel importante en el proceso de consolidación de la reforma impulsada por Domingo Santa Cruz Wilson, de quien fue su segunda esposa, y la Sociedad Bach que condujo a la incorporación del antiguo Conservatorio Nacional de Música a la Universidad de Chile.

En este ambiente familiar propicio al cultivo artístico creció Orrego-Salas, quien pese a recibirse como arquitecto en 1943, optó por el camino de la música como vocación principal. En el Conservatorio estudió con distinguidos profesores como Alberto Spikin Howard en piano, Pedro Humberto Allende y el propio Santa Cruz en composición. Años después tuvo la oportunidad de perfeccionarse en Estados Unidos, tanto en composición con creadores de la talla de Randall Thompson y Aaron Copland, como en musicología con académicos insignes como Paul Henry Lang y George Herzog. Académico del Conservatorio desde 1942, desempeñó además cargos como la dirección de la Revista Musical Chilena entre 1949 y 1952, y la dirección del Instituto de Extensión Musical (IEM entre 1957 y 1959). Ejerció la crítica musical y fue uno de los fundadores tanto de la Escuela Moderna de Música en 1940 como del futuro Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile, del cual fue su primer director entre 1960 y 1961. Este último año fue nombrado profesor de composición y musicología latinoamericana en la Universidad de Indiana (Estados Unidos) donde fundó y dirigió el Latin American Music Center (LAMC) hasta 1987.

Su legado comprende un catálogo de más de un centenar de obras musicales y numerosos escritos de crítica, musicología y estudios musicales. Su trayectoria creativa fue reconocida a través de diferentes reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Artes Musicales en 1992. Gran parte de sus recuerdos quedaron consignados en sus libros Encuentros, visiones y repasos: Capítulos en el camino de mi música y mi vida (2005) y Testimonios y fantasías: improvisaciones en mi computador (2011). Sin duda una figura gravitante en el panorama musical chileno y que ha sido y será objeto de estudios, homenajes y evocaciones. El Departamento de Música extiende sus condolencias hacia su familia y sus seres queridos más cercanos, esperando promover la difusión y reflexión acerca de su obra para las actuales y futuras generaciones.

*Artículo publicado originalmente en Artes U. de Chile. 

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