Chancho en Piedra: “Nos gusta provocar, siempre lo hemos hecho”
El grupo conversó con Radio Universidad de Chile sobre sus nuevas canciones, su acercamiento a géneros como el reggaetón y su visión sobre las manifestaciones. “Esto se venía fraguando hace tiempo”, dicen.
Diario Uchile
Miércoles 4 de diciembre 2019 18:59 hrs.
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Escucha la entrevista completa a Chancho en Piedra:
A fines de noviembre se publicaron las dos nuevas canciones de Chancho en Piedra. “Todo se me pasa” y “Bola de fuego” aparecieron de manera simultánea y como una marca de trayectoria y presente: son las primeras grabaciones con Cristián Moraga (C-Funk) como guitarrista y productor, y se editaron justo cuando cumplen 25 años de carrera.
“La música nueva que estamos haciendo con C-Funk llegó a completar una parte que había dejado Pablo (Ilabaca), parte importante de Chancho en Piedra, uno de los fundadores y compositores del grupo. Con su llegada vivimos nuestra propia revolución y vamos por buen camino”, dijo el baterista “Toño” Corvalán en la primera edición de Radioanálisis, en alusión a la salida de su anterior guitarrista.
Aunque “Bola de fuego” tiene un sonido más cercano al habitual del grupo, “Todo se me pasa” es su primer acercamiento al reggaetón y la llamada “música urbana”, algo que el bajista Felipe Ilabaca ve como un paso natural: “Perdonen el francés, pero nos gusta tocarle el poto a la Virgen, nos gusta provocar y molestar, siempre lo hemos hecho”, dijo.
“Cuando partimos tocando nadie cultivaba el funk, nadie tocaba música de raíz negra, porque aquí la moda era MTV y el grunge. Rocanrol, harta guitarra, o punk, que era la herencia del underground. Tocábamos mucho en Gran Avenida, en San Bernardo, con Los Miserables, Fiskales Ad Hok, Peores de Chile, un ambiente muy punk o con bandas de metal, y de repente aparecíamos con ‘Guach perry’ y el wah wah en modo funk y fiesta. Era súper raro y jugado”, recordó.
“Sentimos que con la estética del trap y el reggaetón podemos perfectamente deslizar un mensaje dentro de lo que hoy está de moda. Es lo que más nos importa, dejar un contenido en una música que generalmente no tiene contenido y no tiene un mensaje social”, añadió.
“Creo que un artista no se tiene que poner límites”, subrayó Ilabaca, quien adelantó que continuarán publicando sencillos durante 2020, para luego reunirlos en un disco de larga duración.
Por otra parte, la banda se refirió a las manifestaciones ocurridas en Chile.
“Esto se venía fraguando hace mucho tiempo con movimientos sociales o protestas que quizás no tenían la consistencia o el apoyo de toda la ciudadanía, pero el 18 de octubre se encendió una mecha y la cosa no ha parado hasta hoy”, dijo “Toño” Corvalán.
“Nosotros siempre hemos invitado a la gente a mostrarse tal como es, a decir lo que uno tiene que decir sin tapujos y eso está de manifiesto en diferentes temas, desde el primer o segundo disco. El discurso siempre ha sido más o menos el mismo”, señaló.
A fines de noviembre se publicaron las dos nuevas canciones de Chancho en Piedra. “Todo se me pasa” y “Bola de fuego” aparecieron de manera simultánea y como una marca de trayectoria y presente: son las primeras grabaciones con Cristián Moraga (C-Funk) como guitarrista y productor, y se editaron justo cuando cumplen 25 años de carrera.
“La música nueva que estamos haciendo con C-Funk llegó a completar una parte que había dejado Pablo (Ilabaca), parte importante de Chancho en Piedra, uno de los fundadores y compositores del grupo. Con su llegada vivimos nuestra propia revolución y vamos por buen camino”, dijo el baterista “Toño” Corvalán en la primera edición de Radioanálisis, en alusión a la salida de su anterior guitarrista.
Aunque “Bola de fuego” tiene un sonido más cercano al habitual del grupo, “Todo se me pasa” es su primer acercamiento al reggaetón y la llamada “música urbana”, algo que el bajista Felipe Ilabaca ve como un paso natural: “Perdonen el francés, pero nos gusta tocarle el poto a la Virgen, nos gusta provocar y molestar, siempre lo hemos hecho”, dijo.
“Cuando partimos tocando nadie cultivaba el funk, nadie tocaba música de raíz negra, porque aquí la moda era MTV y el grunge. Rocanrol, harta guitarra, o punk, que era la herencia del underground. Tocábamos mucho en Gran Avenida, en San Bernardo, con Los Miserables, Fiskales Ad Hok, Peores de Chile, un ambiente muy punk o con bandas de metal, y de repente aparecíamos con ‘Guach perry’ y el wah wah en modo funk y fiesta. Era súper raro y jugado”, recordó.
“Sentimos que con la estética del trap y el reggaetón podemos perfectamente deslizar un mensaje dentro de lo que hoy está de moda. Es lo que más nos importa, dejar un contenido en una música que generalmente no tiene contenido y no tiene un mensaje social”, añadió.
“Creo que un artista no se tiene que poner límites”, subrayó Ilabaca, quien adelantó que continuarán publicando sencillos durante 2020, para luego reunirlos en un disco de larga duración.
Por otra parte, la banda se refirió a las manifestaciones ocurridas en Chile.
“Esto se venía fraguando hace mucho tiempo con movimientos sociales o protestas que quizás no tenían la consistencia o el apoyo de toda la ciudadanía, pero el 18 de octubre se encendió una mecha y la cosa no ha parado hasta hoy”, dijo “Toño” Corvalán.
“Nosotros siempre hemos invitado a la gente a mostrarse tal como es, a decir lo que uno tiene que decir sin tapujos y eso está de manifiesto en diferentes temas, desde el primer o segundo disco. El discurso siempre ha sido más o menos el mismo”, señaló.
A fines de noviembre se publicaron las dos nuevas canciones de Chancho en Piedra. “Todo se me pasa” y “Bola de fuego” aparecieron de manera simultánea y como una marca de trayectoria y presente: son las primeras grabaciones con Cristián Moraga (C-Funk) como guitarrista y productor, y se editaron justo cuando cumplen 25 años de carrera.
“La música nueva que estamos haciendo con C-Funk llegó a completar una parte que había dejado Pablo (Ilabaca), parte importante de Chancho en Piedra, uno de los fundadores y compositores del grupo. Con su llegada vivimos nuestra propia revolución y vamos por buen camino”, dijo el baterista “Toño” Corvalán en la primera edición de Radioanálisis, en alusión a la salida de su anterior guitarrista.
Aunque “Bola de fuego” tiene un sonido más cercano al habitual del grupo, “Todo se me pasa” es su primer acercamiento al reggaetón y la llamada “música urbana”, algo que el bajista Felipe Ilabaca ve como un paso natural: “Perdonen el francés, pero nos gusta tocarle el poto a la Virgen, nos gusta provocar y molestar, siempre lo hemos hecho”, dijo.
“Cuando partimos tocando nadie cultivaba el funk, nadie tocaba música de raíz negra, porque aquí la moda era MTV y el grunge. Rocanrol, harta guitarra, o punk, que era la herencia del underground. Tocábamos mucho en Gran Avenida, en San Bernardo, con Los Miserables, Fiskales Ad Hok, Peores de Chile, un ambiente muy punk o con bandas de metal, y de repente aparecíamos con ‘Guach perry’ y el wah wah en modo funk y fiesta. Era súper raro y jugado”, recordó.
“Sentimos que con la estética del trap y el reggaetón podemos perfectamente deslizar un mensaje dentro de lo que hoy está de moda. Es lo que más nos importa, dejar un contenido en una música que generalmente no tiene contenido y no tiene un mensaje social”, añadió.
“Creo que un artista no se tiene que poner límites”, subrayó Ilabaca, quien adelantó que continuarán publicando sencillos durante 2020, para luego reunirlos en un disco de larga duración.
Por otra parte, la banda se refirió a las manifestaciones ocurridas en Chile.
“Esto se venía fraguando hace mucho tiempo con movimientos sociales o protestas que quizás no tenían la consistencia o el apoyo de toda la ciudadanía, pero el 18 de octubre se encendió una mecha y la cosa no ha parado hasta hoy”, dijo “Toño” Corvalán.
“Nosotros siempre hemos invitado a la gente a mostrarse tal como es, a decir lo que uno tiene que decir sin tapujos y eso está de manifiesto en diferentes temas, desde el primer o segundo disco. El discurso siempre ha sido más o menos el mismo”, señaló.
