Francia cumple dos semanas de huelgas en el transporte público y con nutridas manifestaciones contra el proyecto de reformas del sistema de pensiones impulsado por el presidente Emmanuel Macron.
Mientras el paro amenaza con extenderse a las vacaciones de fin de año, que comienzan este viernes, las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos siguen en un impasse.
En este contexto, Macron, dio a entender el miércoles que podría hacer alguna concesión para hallar una salida. “El presidente no abandonará el proyecto, pero está dispuesto a mejorarlo durante las conversaciones previstas con los sindicatos”, afirmaron este miércoles fuentes cercanas al jefe de Estado, que auguran “avances importantes” antes de que finalice la semana.
Según las informaciones filtradas por fuentes cercanas a Macron, el ejecutivo podría hacer concesiones sobre uno de los puntos más controvertidos de su reforma: la llamada “edad de equilibrio” o edad oficial de jubilación, que la reforma sitúa en 64 años a partir de 2027 frente a los 62 actuales.
Trabajar menos de esa edad daría derecho a una pensión más pequeña, trabajar más allá de esa edad, a una remuneración mayor. Esta idea ha sido rechazada en bloque por los sindicatos, sobre todo la central reformista CFDT, que era hasta hace poco el principal aliado del gobierno, que la considera como una “línea roja” peligrosa que el gobierno había atravesado.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, encargado por el Presidente de defender la reforma, recibió este miércoles por la tarde a los responsables de los sindicatos. Pero al salir de Matignon, sede del gobierno, el líder de la CFDT, Laurent Berger, al frente del gremio con el que el oficialismo cuenta sacar adelante su proyecto, declaró ante la prensa que seguían “muy, muy lejos de un acuerdo”.
Entretanto, el diario Le Parisien da cuenta este jueves de una creciente tensión entre el presidente Macron y su primer ministro debido a acusaciones de filtrar a la prensa las intenciones del gobierno, lo que dio lugar un enfrentamiento entre el mandatario y Édouard Philippe.
“Nunca hemos estado tan cerca de un punto de ruptura en la cima del Estado”, asegura un “macronista histórico” citado por el periódico capitalino.
El gobierno se encuentra en una carrera contrarreloj, a dos días del inicio de las vacaciones de Navidad, durante las cuales miles de personas podrían encontrarse sin trenes para pasar las fiestas en familia.