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Año XVI, 23 de abril de 2024


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Capitalismo 2.0: la propuesta de expertos para mejorar el modelo económico chileno

Algunas de las medidas apuntan a la regulación y observación de los mercados oligopólicos y crear una economía con mayor complejidad económica basada en empresas de mediano tamaño. Además conseguir mayor eficacia y eficiencia del Estado, así como una mejor justicia tributaria entre los contribuyentes.

Claudia Carvajal G.

  Sábado 11 de enero 2020 10:46 hrs. 
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El miércoles 7 de enero, Claudio Bonilla, profesor titular del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información (DCS) de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile; Jeannette Von Wolfersdorff, directora ejecutiva de Observatorio Fiscal y John C. Edmunds, profesor de Finanzas de Babson College y doctor en Administración de Empresas de Harvard presentaron sus propuestas de reemprendimiento para Chile.

Sus postulados se centran en cuán esencial es volver a entender que el mercado debe funcionar en beneficio de la sociedad, con mayor competencia, menores asimetrías de información y más vínculo y beneficio para la sociedad.

De acuerdo a lo que señalan los especialistas, el núcleo de la crisis social en Chile es que el mercado ha beneficiado de forma desproporcionada solo a un grupo pequeño de nuestra sociedad. A la vez, tenemos un Estado que ha ido creciendo lentamente en relación al crecimiento de la economía, pero que está capturado por intereses partidistas, ajenos al bien común de nuestra sociedad. De esta forma, el crecimiento económico no ha beneficiado de forma suficiente a la sociedad.

En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, Jeannette Von Wolfersdorff explica que es fundamental poner la atención desde lo macro hacia lo micro para impulsar una transformación de nuestra economía que se caracteriza por ser concentrada y extractiva, basada en estructuras oligopólicas, de poca complejidad con baja innovación y cooperación.

“Focalizar el debate en  remediar después no es justo ni digno y además no es sostenible, porque remediar después significa enfrentar este desafío de la desigualdad con transferencias sociales que, estamos de acuerdo que hay que aumentar, pero que no puedes ser la solución final, así como tampoco lo es un sistema tributario posterior, sino que hay que entender que la economía es, en parte, raíz de las desigualdades y por ende ahora es el momento preciso y la gran oportunidad de hacer una revisión estructural para que el modelo de economía en Chile se ajuste y sea más competitivo”.

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De izquierda a derecha John C. Edmunds, profesor de Finanzas de Babson College y doctor en Administración de Empresas de Harvard, Jeannette Von Wolfersdorff, directora ejecutiva de Observatorio Fiscal y Claudio Bonilla, profesor titular del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de FEN.

Según datos de la OCDE, Chile es el país que, al interior de tal organización, tiene más desigualdad de capital, ya que éste se encuentra en manos del 1% mejor acomodado, con una concentración incluso superior a la de Estados Unidos. Asimismo, sostiene una movilidad social frágil.

Así, según análisis de la OCDE del año 2018, 54 por ciento de los chilenos cree que es importante tener padres educados para salir adelante. En relación con ello está el hecho de que el estatus económico de los padres de una incide en las probabilidades de avanzar en el mercado. Según los datos de la organización internacional, en Chile  quienes nacen en el último decil  podrían demorar hasta 6 generaciones en llegar al ingreso promedio de la sociedad.

“Repensar niveles mínimos de equidad para nuestra economía implica volver a los orígenes de la filosofía del mercado. Ya fue Adam Smith, el padre de la economía moderna, quien planteó que el modelo debería tener un mínimo de equidad para su funcionamiento sostenible”, asegura Von Wolfersdorff.

Por su parte, el profesor Bonilla de la FEN, critica a la clase política y su falta de voluntad para llegar a acuerdos. “Todos los poderes del Estado tienen la responsabilidad de avanzar en el necesario mejoramiento de la calidad del gasto público, con foco en su pertinencia y eficiencia, y una rendición de cuentas acerca de sus objetivos, metas y resultados. Nosotros no estamos en contra del mercado, sino todo lo contrario, pero buscamos un mercado que esté al servicio de la gente y que provea movilidad. Llegó el momento de hacer un examen más acucioso de los temas microeconómicos en pos de las personas y no estar pensando en el mundo empresarial, porque si seguimos por ese camino, el mercado va a tener problemas para funcionar en el futuro si no hacemos un ajuste pro consumidor en ves de uno pro empresarial. Nosotros somos pro mercado, pero no pro empresarios necesariamente, porque el mercado es un muy buen asignador de recursos y hay que cuidarlo”.

Por su parte, John C. Edmunds, quien ha estudiado por 25 años el comportamiento económico chileno, expresa que es hora de no solo remediar la falta de oportunidades en nuestro mercado a posteriori, sino más bien repensar las causas de las desigualdades de capital e ingresos.

“Creo que hay que atacar de frente la concentración y el sentimiento de que la economía no es justa y eso lo he visto y lo he sentido en carne propia. Mis sugerencias son que se tiene que analizar cada sector industrial para ver su grado de concentración y si ese grado de concentración es necesario porque tiene que haber economías de escalas y deben ser aprovechadas. No es bueno concentrar demasiado la toma de decisiones ni el poder financiero”.

Los expertos confluyen en tres propuestas para transformar la economía chilena y así hacerla funcionar en pos de la sociedad.

1.- Mayor complejidad económica, esto es, incentivar la competencia de modo que haya más movilidad social, que además sea sostenible. Para eso es necesario que el Gobierno mejore de forma urgente los datos disponibles para medir la movilidad social, y la desigualdad a nivel de capital e ingresos y también que el Gobierno y los gremios empresariales se comprometan con metas a corto, mediano y largo plazo, para mejorar la movilidad social; así como para reducir la desigualdad de ingresos y capital, pues ello es muestra que nuestro mercado no está funcionado de manera eficiente y competitiva.

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Otro punto importante en esta materia es que el Gobierno y los empresarios en conjunto capitalicen un Fondo Público relevante, cuya finalidad sea entregar capital de riesgo para financiar la creación de una nueva clase de empresas de mediano tamaño que trabajan sobre la base del conocimiento. A lo anterior se debe acompañar datos oportunos, transparentes y de calidad, ya que son necesarios para crear  empresas medianas (con ventas entre 5 y 100 millones de dólares), pues es esa clase de empresas las que deberían contribuir  al aumento de conocimiento en nuestra economía.

Para los expertos y autores de estas propuestas es fundamental que las empresas hagan compromisos medibles en materia social, medioambiental y de gobierno corporativo y que los gremios e inversionistas fijen pisos mínimos en esta materia.

A todo lo anterior, se agrega la necesidad de hacer una revisión exhaustiva de los principales mercados oligopólicos y plantear propuestas para su regulación. En línea con ello, se debe crear un Observatorio de Precios, con datos de calidad que permitan comparar precios en Chile y acordar entre Gobierno, empresas y ciudadanos objetivos y metas de corto, mediano y largo plazo para un consumo responsable.

2.- Otra propuesta es que desde el Gobierno se impulse un debate y acuerdo transversal acerca de las formas de tributación del capital, particularmente en cuanto a herencias o impuestos sobre grandes capitales que se mantienen sin movimiento durante un período, o sobre la entrega de capital como aporte único, en el marco de la actual crisis social en Chile.

3.- Finalmente, los investigadores llaman a los partidos políticos a mejorar la calidad del gasto público y reformar su medición y transparencia, así como comprometerse una muy necesaria reforma al empleo público, con el fin de que este sea de calidad, y sin capturas políticas.

 

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