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India Mexicana: Bellas Artes exhibe la obra más olvidada de Laura Rodig

La pieza forma parte de la muestra Lo que el alma hace al cuerpo, el artista hace al pueblo. La exposición recorre el vínculo de la artista con Gabriela Mistral, su rol como educadora, su paso por México y su militancia en el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH).

Abril Becerra

  Miércoles 15 de enero 2020 19:05 hrs. 
laura rodig

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En diciembre de 1924, El Mercurio sorprendió a la prensa local y al mundo del arte con un extenso artículo en el que anunciaba que una de las obras de la escultora y artista Laura Rodig había sido adquirida por el Museo de Arte Moderno de Madrid, hoy Reina Sofía.

La noticia no era menor, sobre todo porque con ello Rodig se transformaba en la primera artista latinoamericana en llegar a la selecta institución. No obstante, el quehacer cultural quedó aún más conmovido cuando el periódico reveló qué pieza había sido adquirida: se trataba de India Mexicana, una obra creada en los años 20 al calor de la revolución cultural y educacional del gobierno de Álvaro Obregón, que nada tenía que ver con reivindicaciones eurocentristas.

Por más de 90 años, esta pieza fue conservada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de España, sin embargo, recientemente, fue facilitada al Museo Nacional de Bellas Artes. Esto, en el marco de la exposición Lo que el alma hace al cuerpo, el artista hace al pueblo que fue inaugurada este miércoles.

La muestra, curada por Gloria Cortés, repasa diversas creaciones de la artista, pasando por sus pinturas y esculturas, así como también por temas como su relación con Gabriela Mistral, su rol como educadora, su paso por México y su militancia en el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH).

En la imagen, escultura India Mexicana. Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes.

En la imagen, escultura India Mexicana. Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes.

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En la imagen, escultura India Mexicana. Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes.

India Mexicana es una obra muy distinta a todo lo que Rodig hizo. Estéticamente es muy diferente. Incluso, es diferente a Maternidad que es una obra que hemos difundido mucho y que se condice con el realismo social latinoamericano”, comenta la curadora, quien contó con la colaboración de las investigadoras Yocelyn Valdebenito y Francisca Marticorena.

“Cuando Gabriela Mistral viaja a México para realizar su proyecto educativo revolucionario, va con Laura Rodig y ella se involucra en el proyecto educativo con alguno de los artistas que están trabajando en ese mismo proyecto, entre ellos, los muralistas mexicanos, pero también otros escultores del momento. Ahí, ella va a las misiones indígenas, pone mucho el cuerpo y los pies en el barro y hace una serie de acuarelas, pinturas y esculturas que denomina Tipos Mexicanos”, explica la investigadora.

“En ese momento, ella está mirando otras cosas como la escultura azteca, es decir, hace un cruce muy extraño entre el arte occidental y el arte indígena. El haber conocido y estado en estas comunidades indígenas, le abrió otra perspectiva estética de trabajo intelectual, muy interesante, que no lo vuelve a hacer después”, dice.

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En la imagen, escultura Maternidad. Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes.

Militancia, arte y archivos

La exposición fue realizada gracias al apoyo de múltiples instituciones, quienes facilitaron diversas materialidades, entre ellas, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Arte y Artesanía de Linares, el Museo de Bellas Artes Palacio Vergara de Viña del Mar, el Museo de la Educación Gabriela Mistral, el Museo Histórico Nacional y el Museo Gabriela Mistral de Vicuña.

De esta forma, la muestra también comprende una serie de documentos como fotografías y cartas de la autora. Así, destaca la selección de misivas que dan cuenta de cómo la artista participó activamente en el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile (MEMCH) no sólo diseñando estandartes, sino que asumiendo un rol como dirigente. 

“A partir de la revisión de archivos, fuimos encontrando que Laura Rodig aparecía en distinta documentación, cruzando organización política y cultural. Partimos con la correspondencia del mismo MEMCH. En esas cartas apareció de forma recurrente el nombre de Laura Rodig, principalmente, por el trabajo que hacía con los estandartes, pero también había menciones a su participación en congresos en diferentes zonas del país. Por ejemplo, representó al MEMCH en un congreso de mujeres mapuches”, sostiene Francisca Marticorena.

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En la imagen, archivos presentes en la muestra. Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes.

“Esto es bien interesante porque se evidencia que la artista puso su arte al servicio de la organización política. También encontramos, gracias al apoyo de algunos investigadores del Archivo Nacional de la Administración, documentos del Ministerio del Interior que tienen que ver con acciones de seguimientos que realizaba la policía a diferentes organizaciones y dirigentes. Eso es bien interesante, porque en el documento aparece Laura como Rodin, no Rodig”, dice la investigadora.

Con la exposición, el Museo Nacional de Bellas Artes vuelve a colocar en valor una obra que, desde hace 50 años no era exhibida al público: desde 1960 la obra de Rodig no era presentada en exposiciones individuales.

En esa línea, Gloria Cortés afirma: “Laura Rodig es una artista tremendamente compleja, porque abarca muchos escenarios. Tiene una vinculación muy directa con el desarrollo de los pueblos en función de la importancia que el arte puede ejercer en ese desarrollo, entonces, es muy anómala en su generación que, aun cuando hay artistas que están comprometidos políticamente, muy pocos generan ese afianzamiento político como ella”.

Coordenadas

La exposición se presentará hasta el 29 de marzo en el Museo Nacional de Bellas Artes. Podrá visitarse de martes a domingo, de 10:00 a 17:30 horas. La entrada es gratuita.

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