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Elecciones en la OEA: el continente se divide entre la derecha y el progresismo

Si bien hasta hace un tiempo la reelección de Luis Almagro parecía asegurada, hoy el escenario ha cambiado, pues varios gobiernos han cuestionado el tono de su gestión.

Camilo Villa J.

  Martes 21 de enero 2020 9:27 hrs. 
OEAa

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América está convulsa y la OEA también, más ahora que los países miembros del organismo panamericano deben decidir, en marzo próximo, entre la continuidad de Luis Almagro como secretario general o la llegada de un nuevo mandamás.

Y si bien hasta hace un tiempo la reelección de Almagro parecía asegurada, hoy el escenario ha cambiado, pues varios gobiernos han cuestionado el tono de su gestión.

En concreto, son tres candidatos los que se presentan a presidir la OEA: María Fernanda Espinosa, de nacionalidad ecuatoriana pero presentada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas; Hugo de Zela, presentado por Perú; y el ya mencionado Almagro, de nacionalidad uruguaya pero presentado por el gobierno colombiano.

Por ahora la disputa se concentraría entre María Fernanda Espinosa y Luis Almagro. Por la primera se inclinarían los gobiernos progresistas de la región, por el segundo optarían los ejecutivos de corte más conservador y neoliberal.

Y claro, la gestión de Luis Almagro se ha caracterizado por ser excesivamente leal a los designios de Washington, de hecho, el uruguayo ha sido un público enemigo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, ambos reconocidos críticos de la hegemonía estadounidense en el continente.

Además, el actual secretario general de la OEA apoyó el indulto presidencial que el ex presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, otorgara al ex dictador Alberto Fujimori. También ha mostrado su respaldo al mandatario chileno, Sebastián Piñera, en cuanto a su manejo con la crisis social, desconociendo así las violaciones a los derechos humanos que diversas organizaciones, tanto nacionales como internacionales, han denunciado.

En suma, Luis Almagro está lejos de esa imparcialidad que algunos gobiernos buscan en un secretario general de la OEA y, por el contrario, está fuertemente abanderado con las políticas de los gobiernos de derecha, una inclinación inesperada al momento que Almagro fue elegido en el cargo, por allá, en el año 2015.

¿Por qué inesperada? Porque antes de ser secretario general de la OEA, Almagro fue canciller de Uruguay durante el gobierno de José Mujica, reconocido en la región como un gobierno progresista, de hecho, fue este Ejecutivo quien lo candidateó al cargo.

Luis Almagro

Luis Almagro.

Además -al igual que Mujica- Almagro era militante del Frente Amplio, la coalición de la izquierda uruguaya, e impulsó iniciativas como el de recibir en su país a varios detenidos de la cárcel de Guantánamo. Hoy, el ex canciller se encuentra expulsado del Frente Amplio debido a que apoyó una eventual intervención militar en Venezuela.

Para el analista internacional y académico de la Universidad de Santiago, Fernando Estenssoro, Almagro es un “topo” de Estados Unidos y, por lo mismo, países de la región con una visión más latinoamericanista apoyarán una candidatura que logré romper, en cierta medida, con esa hegemonía histórica.

Almagro no llegó como un candidato de Estados Unidos, era más bien un topo de Estados Unidos, pues nadie sabía que iba a ser prácticamente un operador del Departamento de Estado de Estados Unidos, entonces las fuerzas latinoamericanistas -por así decirlo- están tratando de levantar candidatos para oponerse a los candidatos estadounidenses, eso es lo que está ocurriendo. Uno puede decir que hay una permanente división en la OEA entre quienes son los actores, los operadores de Washington en la región versus los países latinoamericanistas que están por una política mucho más regional e independiente”.

En quien, por ahora, están echadas las cartas para lograr esa política “más regional e independiente”, es en la ecuatoriana María Fernanda Espinosa.

Cientista política, antropóloga y poeta, María Fernanda fue, hasta septiembre del 2019, Presidenta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Antes, fungió como ministra de Defensa durante el gobierno de Rafael Correa en Ecuador, y como Canciller durante el gobierno del mismo y también el de Lenín Moreno.

Fue presentada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas y, en caso de que la Comunidad del Caribe (Caricom) vote en bloque por ella -como es tradición-, estaría muy cerca de ganar la elección.

Además, debe tenerse en cuenta que dos potencias regionales, como lo son México y Argentina, también se inclinarían por esta opción, además de países como Nicaragua o Panamá.

Maria Fernanda Espinosa

María Fernanda Espinosa

Si bien María Fernanda Espinosa representa -al menos en teoría- la contrapartida política de Almagro, para la Doctora en Relaciones Internacionales y académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Lorena Oyarzún, su eventual gestión no necesariamente sería rupturista con lo que, hasta ahora, ha sido la política de la OEA.

“Las lógicas de los organismos internacionales y los intereses que se van dando no necesariamente van a reflejar inmediatamente una postura. En la lógica multilateral tiende a haber negociación, no es solo pensando en la política que podría representar la política del Gobierno que en algún momento ella participó, como el de Rafael Correa”.

Además, debe tenerse en cuenta que María Fernanda Espinosa, si bien fue ministra bajo el gobierno de Rafael Correa, también lo fue bajo el mandato de Lenín Moreno. Esto quiere decir que avaló las políticas neoliberales y la postura pro estadounidense del actual mandatario ecuatoriano, siendo que su antecesor predicaba exactamente lo contrario.

Si bien Almagro y Espinosa son los que, hasta ahora, estarían disputando el máximo cargo de la OEA, hay un tercer candidato que podría ser clave a la hora de la votación. Se trata de Hugo de Zela, actual embajador de Perú en Estados Unidos.

No deja de ser curiosa esta candidatura propuesta por el mandatario peruano, Martín Vizcarra, pues, en el papel, y siguiendo la lógica de lo que ha sido su política tanto nacional como internacional, el país incaico debiese apoyar a Luis Almagro, sin embargo, por razones obvias, no le dará su voto.

Para Fernando Estenssoro, la postulación de Hugo de Zela obedece a la necesidad de contar con un candidato situado políticamente al medio de Almagro y Espinosa, sin embargo, reconoce que el más afectado será Almagro, quien se ha ganado enemigos dentro de la región.

“Por el medio se abren posibilidades para que salgan candidatos más bien de centro, que puede estar más cargadito para un lado o para el otro, pero, en este caso, yo creo que tiende a perjudicar la candidatura de Almagro. Es que Almagro se ha ganado muchos enemigos en América Latina con su política”.

Gugo de Zela

Hugo de Zela.

Para Lorena Oyarzún, una importante razón por la que Perú lanzó candidato propio es por su desacuerdo con Luis Almagro, pues el actual secretario general de la OEA apoyó al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando este era cuestionado fuertemente por su aspiración a la reelección.

Ante esto, el Gobierno de Vizcarra habría optado por llevar candidato propio.

“El por qué quiere ser candidato o cuál es, en definitiva, la jugada, tiene que ver con las críticas que ha habido de algunos países que anteriormente apoyaron la candidatura de Luis Almagro y que hoy se muestran más críticos, porque el caso de Bolivia fue un elemento que ha generado bastante crítica respecto de cómo fue su accionar”.

Todo puede pasar en la OEA, en tiempos, además, convulsos para sus países miembros. Son tres los candidatos a presidir la instancia, sin embargo, pudieran surgir otros, ya que incluso el mismo día de la elección se puede presentar un nuevo aspirante.

Quien sea elegido como secretario general de la OEA necesitará tan solo mayoría simple, es decir, 18 votos de los 34 posibles. La campaña recién comienza.

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