Agricultores del valle de Quilapilún apelan a la resolución del SEA favorable a Angloamerican y Codelco
“No permitiremos que este sector se transforme en una zona de sacrificio agrícola”, declaró el representante de los agricultores de la zona, David Ojeda.
Diario UChile
Domingo 2 de febrero 2020 11:54 hrs.
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Los agricultores de la comunidad agrícola del valle de Quilapilún expresaron su rechazo a la determinación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de declarar que tanto el acueducto con que Angloamerican pretende trasladar las aguas que comprará a Codelco para el abastecimiento hídrico de su operación minera, como la venta de las mismas por parte de la minera estatal, no requerirían someterse a la evaluación de impacto ambiental tras acogerse favorablemente las consultas de pertinencia que las mineras presentaron a la autoridad ambiental.
Como antecedente, en diciembre de 2019, los agricultores denunciaron a la Superintendencia del Medio Ambiente de una elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y un fraccionamiento o división de los proyectos con el supuesto propósito de eludir el escrutinio de la autoridad.
En esa línea, David Ojeda Behrens, representante de la Comunidad de Agricultores de Quilapilún, señaló que le “cuesta creer la rapidez del Servicio de Evaluación Ambiental para pronunciarse respecto de consultas de pertinencia de alta complejidad técnica y de serio riesgo para el medio ambiente, la salud de las personas y la actividad agrícola”.
David Ojeda, representante de los agricultores de Quilapilún.
El dirigente además manifestó su indignación al no considerarse “los impactos individuales y sinérgicos de estos proyectos y la vulnerabilidad de nuestra actividad, dada la actual sequía y el inmenso riesgo al que nos expone al autorizar un proyecto peligroso para toda la comunidad de Colina; y que no haya exigido a las empresas mineras estudiar el potencial impacto que podría provocar un derrame de estos residuos mineros, ni tampoco les haya solicitado considerar las medidas de mitigación o reparación en caso de una rotura de este ducto” advirtió.
En efecto, los agricultores interpusieron el pasado 24 de enero, dos “Recursos de Reposición” ante el SEA solicitando que ambos proyectos de las mineras “ingresen obligatoriamente a tramitación medioambiental en el organismo y que además el representante de los agricultores sea considerado oficialmente como “contraparte” en el proceso.
En cuanto a las consultas presentadas por ambas compañías mineras, les permitiría concretar el acuerdo comercial informado públicamente consistente en que la cuprífera estatal venderá aguas de relave provenientes de su Tranque Ovejería a su socia Angloamerican Sur en el proyecto minero “Los Bronces”, para satisfacer su abastecimiento hídrico y garantizar su continuidad operacional a través del transporte de dichas aguas hasta la planta Las Tórtolas.
Los agricultores de la comunidad agrícola del valle de Quilapilún expresaron su rechazo a la determinación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de declarar que tanto el acueducto con que Angloamerican pretende trasladar las aguas que comprará a Codelco para el abastecimiento hídrico de su operación minera, como la venta de las mismas por parte de la minera estatal, no requerirían someterse a la evaluación de impacto ambiental tras acogerse favorablemente las consultas de pertinencia que las mineras presentaron a la autoridad ambiental.
Como antecedente, en diciembre de 2019, los agricultores denunciaron a la Superintendencia del Medio Ambiente de una elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y un fraccionamiento o división de los proyectos con el supuesto propósito de eludir el escrutinio de la autoridad.
En esa línea, David Ojeda Behrens, representante de la Comunidad de Agricultores de Quilapilún, señaló que le “cuesta creer la rapidez del Servicio de Evaluación Ambiental para pronunciarse respecto de consultas de pertinencia de alta complejidad técnica y de serio riesgo para el medio ambiente, la salud de las personas y la actividad agrícola”.
David Ojeda, representante de los agricultores de Quilapilún.
El dirigente además manifestó su indignación al no considerarse “los impactos individuales y sinérgicos de estos proyectos y la vulnerabilidad de nuestra actividad, dada la actual sequía y el inmenso riesgo al que nos expone al autorizar un proyecto peligroso para toda la comunidad de Colina; y que no haya exigido a las empresas mineras estudiar el potencial impacto que podría provocar un derrame de estos residuos mineros, ni tampoco les haya solicitado considerar las medidas de mitigación o reparación en caso de una rotura de este ducto” advirtió.
En efecto, los agricultores interpusieron el pasado 24 de enero, dos “Recursos de Reposición” ante el SEA solicitando que ambos proyectos de las mineras “ingresen obligatoriamente a tramitación medioambiental en el organismo y que además el representante de los agricultores sea considerado oficialmente como “contraparte” en el proceso.
En cuanto a las consultas presentadas por ambas compañías mineras, les permitiría concretar el acuerdo comercial informado públicamente consistente en que la cuprífera estatal venderá aguas de relave provenientes de su Tranque Ovejería a su socia Angloamerican Sur en el proyecto minero “Los Bronces”, para satisfacer su abastecimiento hídrico y garantizar su continuidad operacional a través del transporte de dichas aguas hasta la planta Las Tórtolas.
Los agricultores de la comunidad agrícola del valle de Quilapilún expresaron su rechazo a la determinación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de declarar que tanto el acueducto con que Angloamerican pretende trasladar las aguas que comprará a Codelco para el abastecimiento hídrico de su operación minera, como la venta de las mismas por parte de la minera estatal, no requerirían someterse a la evaluación de impacto ambiental tras acogerse favorablemente las consultas de pertinencia que las mineras presentaron a la autoridad ambiental.
Como antecedente, en diciembre de 2019, los agricultores denunciaron a la Superintendencia del Medio Ambiente de una elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y un fraccionamiento o división de los proyectos con el supuesto propósito de eludir el escrutinio de la autoridad.
En esa línea, David Ojeda Behrens, representante de la Comunidad de Agricultores de Quilapilún, señaló que le “cuesta creer la rapidez del Servicio de Evaluación Ambiental para pronunciarse respecto de consultas de pertinencia de alta complejidad técnica y de serio riesgo para el medio ambiente, la salud de las personas y la actividad agrícola”.
David Ojeda, representante de los agricultores de Quilapilún.
El dirigente además manifestó su indignación al no considerarse “los impactos individuales y sinérgicos de estos proyectos y la vulnerabilidad de nuestra actividad, dada la actual sequía y el inmenso riesgo al que nos expone al autorizar un proyecto peligroso para toda la comunidad de Colina; y que no haya exigido a las empresas mineras estudiar el potencial impacto que podría provocar un derrame de estos residuos mineros, ni tampoco les haya solicitado considerar las medidas de mitigación o reparación en caso de una rotura de este ducto” advirtió.
En efecto, los agricultores interpusieron el pasado 24 de enero, dos “Recursos de Reposición” ante el SEA solicitando que ambos proyectos de las mineras “ingresen obligatoriamente a tramitación medioambiental en el organismo y que además el representante de los agricultores sea considerado oficialmente como “contraparte” en el proceso.
En cuanto a las consultas presentadas por ambas compañías mineras, les permitiría concretar el acuerdo comercial informado públicamente consistente en que la cuprífera estatal venderá aguas de relave provenientes de su Tranque Ovejería a su socia Angloamerican Sur en el proyecto minero “Los Bronces”, para satisfacer su abastecimiento hídrico y garantizar su continuidad operacional a través del transporte de dichas aguas hasta la planta Las Tórtolas.
