Un nuevo revés para las generadoras y otro más para el proyecto GNL Penco-Lirquén, más conocido como ‘Octopus’, luego de que la Corte de Apelaciones de Concepción decretara una orden de no innovar paralizando los efectos de la Resolución de Calificación Ambiental que, recientemente, había obtenido el polémico proyecto que busca llevar gas natural a la región del Bío Bío.
Nuevamente fueron las comunidades locales las que frenaron el avance de la iniciativa que la empresa Biobíogenera S.A. intenta llevar a cabo desde hace siete años, esta vez, con el segundo recurso de protección exitoso que interpone la comunidad lafkenche Koñintu Lafken Mapu ante la Justicia.
Antes, en 2017 y a través de otro recurso de protección, habían logrado detener el inicio de las obras luego de que la Corte Suprema ordenara reabrir el proceso de Consulta Indígena que el Servicio de Evaluación cerró abruptamente para entregar la Resolución de Calificación Ambiental al proyecto.
Así lo explicó el abogado de la ONG Defensa Ambiental y representante de la comunidad indígena, Francisco Astorga, quien aseguró que los antecedentes dan cuenta de que la segunda consulta -realizada tras la decisión de la Suprema- no consideró las modificaciones efectuadas al proyecto.
Es por esto que las obras se mantendrán paralizadas, y no por poco tiempo.
“El proyecto no puede empezar a construirse ni comenzar ninguna fase de sus operaciones mientras este recurso de protección se encuentre en tramitación“, aseguró el representante de las comunidades.
Pero actualmente son tres las aristas judiciales que tienen al proyecto GNL Penco-Lirquén en espera. Además de las presentadas por Koñintu Lafken Mapu de Penco, comunidades de otras comunas aledañas -y expuestas- al proyecto también se han sumado a la ofensiva judicial, como sucede con la comunidad Peumayen de Tomé.
Para la vocera de la comunidad Koñintu Lafken Mapu, María Flores Quilapán, esto radica en que el Estado ha mantenido con todos la misma posición: la de intentar excluir a las comunidades mapuche de los Estudios de Impacto Ambiental que se han llevado en la zona. “Prácticamente no sabemos nada, qué modificación hicieron ni nada de eso“, lamentó la dirigenta.
“Siempre nos quieren pasar a llevar a nosotros sin consultar nada“, dijo. “El SEA hizo la evaluación pero nosotros no sabemos de qué se trata ni cuál es la modificación que hicieron”, añadió Flores Quilapán.
Pero además de las aristas judiciales, están las miles de observaciones que fueron formuladas desde la ciudadanía a través de las municipalidades de Penco y Tomé, también de Talcahuano, Concepción y Bulnes.
Y es que el listado de organizaciones sociales que se han puesto en pie de guerra contra la instalación del megaproyecto en las costas del Bío Bío es extenso. Entre ellos, la Coordinadora Territorial de Tomé; la Coordinadora Chorera de Talcahuano; la Coordinadora Penco-Lirquén; la Unión Comunal de Tomé; el Comité Bulnes Sin Termoeléctricas; el Sindicato de Trabajadoras Independientes, Pescadoras y Recolectoras de Algas de la Caleta Coliumo; Fenats y el Consejo Comunal por el Patrimonio de Tomé.
El vocero de la Coordinadora Penco-Lirquén -una de las principales articuladoras de la red de organizaciones movilizadas-, Edison Neira, señaló que el objetivo final de las comunidades es que el proyecto sea tajantemente rechazado y que no se construya el terminal marítimo de gas licuado en la zona.
“Nosotros creemos que este proyecto no debe concretarse en bahía de Concepción y vamos a insistir en que no se instale“, sostuvo.
“Vamos a insistir en otras instancias legales que se han presentado. Además de este recurso de protección, también presentamos las Reclamaciones Administrativas ante el Comité de Ministros para que se rechace definitivamente la RCA de este proyecto”, advirtió en Radio Bío Bío el dirigente.
GNL Penco-Lirquén
Según ha indicado la empresa Biobíogenera S.A., el proyecto GNL Penco-Lirquén considera la construcción y operación de un terminal marítimo de Gas Natural Licuado (GNL), el cual se pretende conectar con el Gasoducto del Pacífico.
‘La conexión desde la plataforma se realizará con sendos tramos de gasoducto submarino y subterráneo’, han explicado a la comunidad, según señala Diario Concepción.
También, desde la empresa han resaltado que frente a las costas de la localidad de Penco, se tendrá capacidad para atracar dos naves: una de ellas del tipo FSRU (Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación) que permanecerá atracada y otra de transporte o carrier, que abastecería de gas natural licuado a la población.
A fines de agosto del año pasado, y en pleno debate por su aprobación o rechazo, los Consejeros Regionales del Bío Bío llevaron a cabo una votación no vinculante en donde manifestaron su negativa al polémico proyecto. No obstante, semanas después, la Comisión de Evaluación Ambiental decidió aprobar la iniciativa de manera unánime, sin la presencia del intendente Sergio Giacaman, situación que fue fuertemente cuestionada por las comunidades y organizaciones movilizadas.
Ahora la Corte de Apelaciones de Concepción espera los descargos del Servicio de Evaluación Ambiental frente a la denuncia de las comunidades para emitir su fallo final. Cabe destacar que la orden de no innovar emitida por el tribunal de alzada penquista regirá hasta que éste emita su sentencia.
Ésta podría, por un lado, confirmar la prohibición para concretar GNL Penco-Lirquén hasta no efectuar una tercera Consulta Indígena, o bien, por otra, concluir que el proceso en el SEA se ajustó a la ley ambiental y dar un vamos definitivo al polémico proyecto.