Pese a su aprobación en la sala del Senado, el tercer trámite del proyecto de Ingreso Mínimo Garantizado no alcanzó el quorum requerido en algunas de sus indicaciones.
La principal de estas tiene que ver con la postura defendida por la oposición, respecto de que el proyecto significaría un subsidio que beneficiaría indirectamente a las empresas con mayores ganancias.
Ante la insistencia del Gobierno para que “ningún trabajador sea excluido”, el Senado había aprobado una indicación que eliminaba la norma que limita el beneficio a las y los trabajadores de empresas con ventas sobre los 75 mil unidades de fomento.
Dicha indicación no fue aprobada este miércoles en la Cámara de Diputados, así como la eliminación de otra norma que limita la aplicación del beneficio a trabajadores de Pymes.
Durante la discusión, además, aparecieron críticas enfocadas también en aspectos menos conocidos del proyecto. Por ejemplo, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, se refirió al tiempo por el que, según el Gobierno, se extenderá este beneficio.
“Es un proyecto que antes pensaba, según los informes que se nos presentaron en la Cámara, que se iba a ir extinguiendo al año 2028. Nunca fue pensado como algo permanente sino como algo transitorio para ver si es que era una aspirina que podría paliar esta explosión o estallido social. Ahora se sinceraron y se cortó para el año 2023, es decir, que no es una política pública”, criticó.
Por su parte, desde el oficialismo, el diputado UDI, Patricio Melero, cuestionó que los diputados de oposición no hayan mantenido la misma postura que sus colegas en la Sala.
“Qué hace que senadores de izquierda tengan una compresión distinta que diputados de izquierda. Obviamente no está en la visión ideológica, sino en comprender el sentido más profundo de este proyecto, que es en el marco del contexto social que estamos viviendo. Es decir, generar un mayor ingreso a los más necesitados y, por consiguiente, el beneficio va directo al trabajador independiente del lugar donde trabaja”, manifestó.
Hay que recordar que, en primer trámite, la Cámara ya había dejado fuera del proyecto a las personas que trabajan en empresas con mayores ganancias. Ahora, dicha indicación deberá ser resuelta por una comisión integrada tanto por senadores como por diputados.
Pese a su aprobación en la sala del Senado, el tercer trámite del proyecto de Ingreso Mínimo Garantizado no alcanzó el quorum requerido en algunas de sus indicaciones.
La principal de estas tiene que ver con la postura defendida por la oposición, respecto de que el proyecto significaría un subsidio que beneficiaría indirectamente a las empresas con mayores ganancias.
Ante la insistencia del Gobierno para que “ningún trabajador sea excluido”, el Senado había aprobado una indicación que eliminaba la norma que limita el beneficio a las y los trabajadores de empresas con ventas sobre los 75 mil unidades de fomento.
Dicha indicación no fue aprobada este miércoles en la Cámara de Diputados, así como la eliminación de otra norma que limita la aplicación del beneficio a trabajadores de Pymes.
Durante la discusión, además, aparecieron críticas enfocadas también en aspectos menos conocidos del proyecto. Por ejemplo, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, se refirió al tiempo por el que, según el Gobierno, se extenderá este beneficio.
“Es un proyecto que antes pensaba, según los informes que se nos presentaron en la Cámara, que se iba a ir extinguiendo al año 2028. Nunca fue pensado como algo permanente sino como algo transitorio para ver si es que era una aspirina que podría paliar esta explosión o estallido social. Ahora se sinceraron y se cortó para el año 2023, es decir, que no es una política pública”, criticó.
Por su parte, desde el oficialismo, el diputado UDI, Patricio Melero, cuestionó que los diputados de oposición no hayan mantenido la misma postura que sus colegas en la Sala.
“Qué hace que senadores de izquierda tengan una compresión distinta que diputados de izquierda. Obviamente no está en la visión ideológica, sino en comprender el sentido más profundo de este proyecto, que es en el marco del contexto social que estamos viviendo. Es decir, generar un mayor ingreso a los más necesitados y, por consiguiente, el beneficio va directo al trabajador independiente del lugar donde trabaja”, manifestó.
Hay que recordar que, en primer trámite, la Cámara ya había dejado fuera del proyecto a las personas que trabajan en empresas con mayores ganancias. Ahora, dicha indicación deberá ser resuelta por una comisión integrada tanto por senadores como por diputados.
Pese a su aprobación en la sala del Senado, el tercer trámite del proyecto de Ingreso Mínimo Garantizado no alcanzó el quorum requerido en algunas de sus indicaciones.
La principal de estas tiene que ver con la postura defendida por la oposición, respecto de que el proyecto significaría un subsidio que beneficiaría indirectamente a las empresas con mayores ganancias.
Ante la insistencia del Gobierno para que “ningún trabajador sea excluido”, el Senado había aprobado una indicación que eliminaba la norma que limita el beneficio a las y los trabajadores de empresas con ventas sobre los 75 mil unidades de fomento.
Dicha indicación no fue aprobada este miércoles en la Cámara de Diputados, así como la eliminación de otra norma que limita la aplicación del beneficio a trabajadores de Pymes.
Durante la discusión, además, aparecieron críticas enfocadas también en aspectos menos conocidos del proyecto. Por ejemplo, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, se refirió al tiempo por el que, según el Gobierno, se extenderá este beneficio.
“Es un proyecto que antes pensaba, según los informes que se nos presentaron en la Cámara, que se iba a ir extinguiendo al año 2028. Nunca fue pensado como algo permanente sino como algo transitorio para ver si es que era una aspirina que podría paliar esta explosión o estallido social. Ahora se sinceraron y se cortó para el año 2023, es decir, que no es una política pública”, criticó.
Por su parte, desde el oficialismo, el diputado UDI, Patricio Melero, cuestionó que los diputados de oposición no hayan mantenido la misma postura que sus colegas en la Sala.
“Qué hace que senadores de izquierda tengan una compresión distinta que diputados de izquierda. Obviamente no está en la visión ideológica, sino en comprender el sentido más profundo de este proyecto, que es en el marco del contexto social que estamos viviendo. Es decir, generar un mayor ingreso a los más necesitados y, por consiguiente, el beneficio va directo al trabajador independiente del lugar donde trabaja”, manifestó.
Hay que recordar que, en primer trámite, la Cámara ya había dejado fuera del proyecto a las personas que trabajan en empresas con mayores ganancias. Ahora, dicha indicación deberá ser resuelta por una comisión integrada tanto por senadores como por diputados.
