Luis Barrales e Isidora Stevenson reescriben La casa de Bernarda Alba
Protagonizada por María José Bello, Josefina Velasco y Carolina Arredondo, la pieza es dirigida por Rodrigo Soto.
Diario Uchile
Miércoles 11 de marzo 2020 10:19 hrs.
Compartir en
Escrita en 1936, año en que estalló la Guerra Civil española, La casa de Bernarda Alba es el reflejo de varios de los males de la sociedad de la época. En la obra su autor, considerado uno de los exponentes más destacados de la Generación del 27, deja ver cómo las apariencias y la moral eran parte de un mundo reprimido sexualmente, donde la mujer estaba relegada a segundo plano. La historia de la matriarca que decide llevar el luto por ocho años tras la muerte de su esposo, obligando a sus cinco hijas a hacer lo mismo, es una tragedia que deja al descubierto jerarquías, opresión, envidia, traición y dobles discursos.
Esos ingredientes motivaron al dramaturgo Luis Barrales (HP Hans Pozo, Niñas Araña, La Mala Clase, Xuárez) y a la dramaturga Isidora Stevenson (Hilda Peña, Réplica) a tomar el relato y transformarlo en Bernarda.
“La pregunta que nos hicimos fue cómo continuaron sus vidas estas mujeres, luego de esa tragedia constitutiva del original. La obra de García Lorca se inicia con la muerte del padre, nosotros, para intentar abrir las preguntas, la situamos, varios años después, ante la inminencia de la muerte de la madre”, adelanta Stevenson.
“El original nos invitó a pensar la manera de relacionarse entre mujeres. Cómo se lee desde el hoy a ese grupo de hermanas. En el original está muy presente la perspectiva crítica de género. En nuestra versión decidimos introducir el elemento de clase a la dinámica”, explica Barrales.
“La casa de Bernarda Alba es una obra escrita en un contexto histórico patriarcal y machista. Quisimos dar una reescritura al texto original, situando a estas hermanas en un Chile en crisis, en una crisis de Estado. Es ahí donde ponemos el acento. Generar preguntas a partir de una madre que crió a sus hijas en un pasado seco, crudo, machista y brutal. Ver qué pasa con estas mujeres 15 años después”, adelanta Rodrigo Soto (Dios es un lujo, Pompeya), director del montaje.
La obra se presentará desde el 12 de marzo hasta el 18 de abril en el Teatro UC (Jorge Washington 26, Ñuñoa). Las funciones se realizarán de miércoles a sábado a las 19:30 horas.
Escrita en 1936, año en que estalló la Guerra Civil española, La casa de Bernarda Alba es el reflejo de varios de los males de la sociedad de la época. En la obra su autor, considerado uno de los exponentes más destacados de la Generación del 27, deja ver cómo las apariencias y la moral eran parte de un mundo reprimido sexualmente, donde la mujer estaba relegada a segundo plano. La historia de la matriarca que decide llevar el luto por ocho años tras la muerte de su esposo, obligando a sus cinco hijas a hacer lo mismo, es una tragedia que deja al descubierto jerarquías, opresión, envidia, traición y dobles discursos.
Esos ingredientes motivaron al dramaturgo Luis Barrales (HP Hans Pozo, Niñas Araña, La Mala Clase, Xuárez) y a la dramaturga Isidora Stevenson (Hilda Peña, Réplica) a tomar el relato y transformarlo en Bernarda.
“La pregunta que nos hicimos fue cómo continuaron sus vidas estas mujeres, luego de esa tragedia constitutiva del original. La obra de García Lorca se inicia con la muerte del padre, nosotros, para intentar abrir las preguntas, la situamos, varios años después, ante la inminencia de la muerte de la madre”, adelanta Stevenson.
“El original nos invitó a pensar la manera de relacionarse entre mujeres. Cómo se lee desde el hoy a ese grupo de hermanas. En el original está muy presente la perspectiva crítica de género. En nuestra versión decidimos introducir el elemento de clase a la dinámica”, explica Barrales.
“La casa de Bernarda Alba es una obra escrita en un contexto histórico patriarcal y machista. Quisimos dar una reescritura al texto original, situando a estas hermanas en un Chile en crisis, en una crisis de Estado. Es ahí donde ponemos el acento. Generar preguntas a partir de una madre que crió a sus hijas en un pasado seco, crudo, machista y brutal. Ver qué pasa con estas mujeres 15 años después”, adelanta Rodrigo Soto (Dios es un lujo, Pompeya), director del montaje.
La obra se presentará desde el 12 de marzo hasta el 18 de abril en el Teatro UC (Jorge Washington 26, Ñuñoa). Las funciones se realizarán de miércoles a sábado a las 19:30 horas.
Escrita en 1936, año en que estalló la Guerra Civil española, La casa de Bernarda Alba es el reflejo de varios de los males de la sociedad de la época. En la obra su autor, considerado uno de los exponentes más destacados de la Generación del 27, deja ver cómo las apariencias y la moral eran parte de un mundo reprimido sexualmente, donde la mujer estaba relegada a segundo plano. La historia de la matriarca que decide llevar el luto por ocho años tras la muerte de su esposo, obligando a sus cinco hijas a hacer lo mismo, es una tragedia que deja al descubierto jerarquías, opresión, envidia, traición y dobles discursos.
Esos ingredientes motivaron al dramaturgo Luis Barrales (HP Hans Pozo, Niñas Araña, La Mala Clase, Xuárez) y a la dramaturga Isidora Stevenson (Hilda Peña, Réplica) a tomar el relato y transformarlo en Bernarda.
“La pregunta que nos hicimos fue cómo continuaron sus vidas estas mujeres, luego de esa tragedia constitutiva del original. La obra de García Lorca se inicia con la muerte del padre, nosotros, para intentar abrir las preguntas, la situamos, varios años después, ante la inminencia de la muerte de la madre”, adelanta Stevenson.
“El original nos invitó a pensar la manera de relacionarse entre mujeres. Cómo se lee desde el hoy a ese grupo de hermanas. En el original está muy presente la perspectiva crítica de género. En nuestra versión decidimos introducir el elemento de clase a la dinámica”, explica Barrales.
“La casa de Bernarda Alba es una obra escrita en un contexto histórico patriarcal y machista. Quisimos dar una reescritura al texto original, situando a estas hermanas en un Chile en crisis, en una crisis de Estado. Es ahí donde ponemos el acento. Generar preguntas a partir de una madre que crió a sus hijas en un pasado seco, crudo, machista y brutal. Ver qué pasa con estas mujeres 15 años después”, adelanta Rodrigo Soto (Dios es un lujo, Pompeya), director del montaje.
La obra se presentará desde el 12 de marzo hasta el 18 de abril en el Teatro UC (Jorge Washington 26, Ñuñoa). Las funciones se realizarán de miércoles a sábado a las 19:30 horas.
