Conexión Santiago – Berlín: la música de Marcos Meza
El pianista y compositor está en Chile para hacer conciertos en solitario y tocar junto a Cómo Asesinar a Felipes, el grupo del cual fue uno de los fundadores. Acá habla también de su último disco, que reúne a una cantante lírica, un chamán, un músico indio y un thereminista chileno.
Rodrigo Alarcón L.
Jueves 12 de marzo 2020 17:49 hrs.
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“Uno no sabía interpretar lo que veía”. Así es como Marcos Meza (35) recuerda los primeros días de la revuelta popular que explotó en Chile a mediados de octubre y que siguió desde Berlín, la ciudad en la que se estableció hace cuatro años. “Estando en el extranjero, era una situación extraña. Para toda la comunidad chilena fue como una incógnita. En lo personal, también ha sido un despertar interior, dándole más sentido a lo que haces, que en mi caso es la música. Empiezas a cuestionar un poquito por qué haces esto y no otra cosa”.
De visita en Santiago, ha cambiado esa sensación de extrañeza por algo parecido al asombro ante una ciudad distinta a la que dejó: “Es muy loco, porque se siente una efervescencia, está todo muy vivo. Hay un caos en la ciudad, está como colapsada, pero también es una energía muy activa y eso es maravilloso. Se siente la gente empoderada, eso es lindo”.
Formado como pianista desde que era un niño, Marcos Meza fue uno de los fundadores de Cómo Asesinar a Felipes, combo de hip hop con el cual alcanzó a grabar cuatro discos antes de tomar un camino propio. Ha tocado en vivo y creado arreglos para artistas como Francisca Valenzuela y Álex Anwandter, además de componer para series de televisión y cine.
Su discografía propia contempla seis registros y ha transitado desde Chile a Alemania y desde los ensambles de cámara a la electrónica más atmosférica: si su primer álbum se llama Piezas para piano y cuarteto de cornos(2010), el último agrupa una música expansiva bajo el título Universo paralelo (2018).
En octubre pasado, de hecho, acababa de publicar Four rituals, un álbum que se suma a esa trayectoria, pero fue creado en colaboración con otro chileno residente en Berlín, Paulo Sapiaín. Son cuatro piezas extensas y contemplativas, “como pequeñas ceremonias musicales”, en sus palabras.
“Todo partió un poco de la improvisación. Nos fuimos dando cuenta que eran como una especie de trance y empezamos a involucrar a más artistas”, cuenta sobre la creación de ese álbum, que tiene un invitado en cada una de sus pistas: la cantante lírica Luciana Mancini, el multinstrumentista Martín Benavides (tocando theremin), el chamán Senen Pani y Ravi Srinivasan, un intérprete de tabla, un instrumento tradicional de la India.
“Los sacamos de la partitura y las armonías tradicionales y los guiamos por una cosa más de estados, de euforia, de paz. Cada tema propone un universo sonoro y llegamos a la idea del ritual porque engloba una situación, un estado anímico, más que melodías tan memorables. El ritual es un acto que conecta con un lado más primitivo, una música desde un lugar no tan estructurado”, explica.
Según Marcos Meza, es un sonido que tiene cabida en Berlín: “La gracia es que hay escenas para estas cosas. Hay mucho festival de electrónica experimental, donde el sonido, la experiencia sonora es muy grande, más allá de quien toca. Es una oportunidad para compartir esta música”.
En mayo, de hecho, en el centro cultural Urban Spree abrirá Afluente, una instalación de artes visuales y diseño sonoro creada junto a la artista Rommy González, en torno a los cursos de agua dulce que existen en distintas zonas del planeta.
Ahora, sin embargo, está de visita en Chile y su mirada está simultáneamente en el pasado y en el futuro. Por una parte, este fin de semana se reencontrará con sus antiguos compañeros de Cómo Asesinar a Felipes, en dos conciertos programados en Quilpué y Santiago, donde también estará La Brígida Orquesta (detalles al final de la nota). “Con el tiempo nos damos cuenta de que estas separaciones responden a necesidades artísticas, de búsquedas personales. No necesariamente son conflictos en que no te veo más”, dice sobre esa reunión, que ya se había producido en su última visita.
Al mismo tiempo, se prepara para una nueva grabación como solista: “Estoy volviendo al piano, pero tratando de incorporar estos lenguajes electrónicos que te sacan un poco de lo tradicional. Inevitablemente, Berlín te lleva a explorar ese lenguaje y los últimos dos discos son una foto de ese momento, pero ahora sentía la necesidad de explorar lenguajes musicales más conectados con Chile”, adelanta.
Esa reconexión local, dice, se percibe sobre todo en el pulso: “Hay cosas un poquito más folclóricas. Sin caer en clichés, sino que hacerlas parte de mi lenguaje musical, de mis armonías, de mis melodías. Incorporar estos elementos no es una obligación, pero es maravilloso si sucede. Cuando escucho artistas que incorporan elementos de su tierra, de sus culturas, se produce algo mágico”.
Marcos Meza estuvo este miércoles en el programa Pasaje Nocturno de Radio Universidad de Chile.
En vivo
Marcos Meza tocará con Cómo Asesinar a Felipes en dos conciertos junto a La Brígida Orquesta: el viernes 13 de marzo en Trotamundos Terraza de Quilpué y el sábado 14 en el Club Subterráneo, en Santiago.
El mismo sábado 14, pero en formato individual, será parte de un concierto del sello local 11:11. El domingo 22, en tanto, participará de un evento junto a Martín Benavides, Cómo Asesinar a Felipes, Foex y Paulopulus.
“Uno no sabía interpretar lo que veía”. Así es como Marcos Meza (35) recuerda los primeros días de la revuelta popular que explotó en Chile a mediados de octubre y que siguió desde Berlín, la ciudad en la que se estableció hace cuatro años. “Estando en el extranjero, era una situación extraña. Para toda la comunidad chilena fue como una incógnita. En lo personal, también ha sido un despertar interior, dándole más sentido a lo que haces, que en mi caso es la música. Empiezas a cuestionar un poquito por qué haces esto y no otra cosa”.
De visita en Santiago, ha cambiado esa sensación de extrañeza por algo parecido al asombro ante una ciudad distinta a la que dejó: “Es muy loco, porque se siente una efervescencia, está todo muy vivo. Hay un caos en la ciudad, está como colapsada, pero también es una energía muy activa y eso es maravilloso. Se siente la gente empoderada, eso es lindo”.
Formado como pianista desde que era un niño, Marcos Meza fue uno de los fundadores de Cómo Asesinar a Felipes, combo de hip hop con el cual alcanzó a grabar cuatro discos antes de tomar un camino propio. Ha tocado en vivo y creado arreglos para artistas como Francisca Valenzuela y Álex Anwandter, además de componer para series de televisión y cine.
Su discografía propia contempla seis registros y ha transitado desde Chile a Alemania y desde los ensambles de cámara a la electrónica más atmosférica: si su primer álbum se llama Piezas para piano y cuarteto de cornos(2010), el último agrupa una música expansiva bajo el título Universo paralelo (2018).
En octubre pasado, de hecho, acababa de publicar Four rituals, un álbum que se suma a esa trayectoria, pero fue creado en colaboración con otro chileno residente en Berlín, Paulo Sapiaín. Son cuatro piezas extensas y contemplativas, “como pequeñas ceremonias musicales”, en sus palabras.
“Todo partió un poco de la improvisación. Nos fuimos dando cuenta que eran como una especie de trance y empezamos a involucrar a más artistas”, cuenta sobre la creación de ese álbum, que tiene un invitado en cada una de sus pistas: la cantante lírica Luciana Mancini, el multinstrumentista Martín Benavides (tocando theremin), el chamán Senen Pani y Ravi Srinivasan, un intérprete de tabla, un instrumento tradicional de la India.
“Los sacamos de la partitura y las armonías tradicionales y los guiamos por una cosa más de estados, de euforia, de paz. Cada tema propone un universo sonoro y llegamos a la idea del ritual porque engloba una situación, un estado anímico, más que melodías tan memorables. El ritual es un acto que conecta con un lado más primitivo, una música desde un lugar no tan estructurado”, explica.
Según Marcos Meza, es un sonido que tiene cabida en Berlín: “La gracia es que hay escenas para estas cosas. Hay mucho festival de electrónica experimental, donde el sonido, la experiencia sonora es muy grande, más allá de quien toca. Es una oportunidad para compartir esta música”.
En mayo, de hecho, en el centro cultural Urban Spree abrirá Afluente, una instalación de artes visuales y diseño sonoro creada junto a la artista Rommy González, en torno a los cursos de agua dulce que existen en distintas zonas del planeta.
Ahora, sin embargo, está de visita en Chile y su mirada está simultáneamente en el pasado y en el futuro. Por una parte, este fin de semana se reencontrará con sus antiguos compañeros de Cómo Asesinar a Felipes, en dos conciertos programados en Quilpué y Santiago, donde también estará La Brígida Orquesta (detalles al final de la nota). “Con el tiempo nos damos cuenta de que estas separaciones responden a necesidades artísticas, de búsquedas personales. No necesariamente son conflictos en que no te veo más”, dice sobre esa reunión, que ya se había producido en su última visita.
Al mismo tiempo, se prepara para una nueva grabación como solista: “Estoy volviendo al piano, pero tratando de incorporar estos lenguajes electrónicos que te sacan un poco de lo tradicional. Inevitablemente, Berlín te lleva a explorar ese lenguaje y los últimos dos discos son una foto de ese momento, pero ahora sentía la necesidad de explorar lenguajes musicales más conectados con Chile”, adelanta.
Esa reconexión local, dice, se percibe sobre todo en el pulso: “Hay cosas un poquito más folclóricas. Sin caer en clichés, sino que hacerlas parte de mi lenguaje musical, de mis armonías, de mis melodías. Incorporar estos elementos no es una obligación, pero es maravilloso si sucede. Cuando escucho artistas que incorporan elementos de su tierra, de sus culturas, se produce algo mágico”.
Marcos Meza estuvo este miércoles en el programa Pasaje Nocturno de Radio Universidad de Chile.
En vivo
Marcos Meza tocará con Cómo Asesinar a Felipes en dos conciertos junto a La Brígida Orquesta: el viernes 13 de marzo en Trotamundos Terraza de Quilpué y el sábado 14 en el Club Subterráneo, en Santiago.
El mismo sábado 14, pero en formato individual, será parte de un concierto del sello local 11:11. El domingo 22, en tanto, participará de un evento junto a Martín Benavides, Cómo Asesinar a Felipes, Foex y Paulopulus.
“Uno no sabía interpretar lo que veía”. Así es como Marcos Meza (35) recuerda los primeros días de la revuelta popular que explotó en Chile a mediados de octubre y que siguió desde Berlín, la ciudad en la que se estableció hace cuatro años. “Estando en el extranjero, era una situación extraña. Para toda la comunidad chilena fue como una incógnita. En lo personal, también ha sido un despertar interior, dándole más sentido a lo que haces, que en mi caso es la música. Empiezas a cuestionar un poquito por qué haces esto y no otra cosa”.
De visita en Santiago, ha cambiado esa sensación de extrañeza por algo parecido al asombro ante una ciudad distinta a la que dejó: “Es muy loco, porque se siente una efervescencia, está todo muy vivo. Hay un caos en la ciudad, está como colapsada, pero también es una energía muy activa y eso es maravilloso. Se siente la gente empoderada, eso es lindo”.
Formado como pianista desde que era un niño, Marcos Meza fue uno de los fundadores de Cómo Asesinar a Felipes, combo de hip hop con el cual alcanzó a grabar cuatro discos antes de tomar un camino propio. Ha tocado en vivo y creado arreglos para artistas como Francisca Valenzuela y Álex Anwandter, además de componer para series de televisión y cine.
Su discografía propia contempla seis registros y ha transitado desde Chile a Alemania y desde los ensambles de cámara a la electrónica más atmosférica: si su primer álbum se llama Piezas para piano y cuarteto de cornos(2010), el último agrupa una música expansiva bajo el título Universo paralelo (2018).
En octubre pasado, de hecho, acababa de publicar Four rituals, un álbum que se suma a esa trayectoria, pero fue creado en colaboración con otro chileno residente en Berlín, Paulo Sapiaín. Son cuatro piezas extensas y contemplativas, “como pequeñas ceremonias musicales”, en sus palabras.
“Todo partió un poco de la improvisación. Nos fuimos dando cuenta que eran como una especie de trance y empezamos a involucrar a más artistas”, cuenta sobre la creación de ese álbum, que tiene un invitado en cada una de sus pistas: la cantante lírica Luciana Mancini, el multinstrumentista Martín Benavides (tocando theremin), el chamán Senen Pani y Ravi Srinivasan, un intérprete de tabla, un instrumento tradicional de la India.
“Los sacamos de la partitura y las armonías tradicionales y los guiamos por una cosa más de estados, de euforia, de paz. Cada tema propone un universo sonoro y llegamos a la idea del ritual porque engloba una situación, un estado anímico, más que melodías tan memorables. El ritual es un acto que conecta con un lado más primitivo, una música desde un lugar no tan estructurado”, explica.
Según Marcos Meza, es un sonido que tiene cabida en Berlín: “La gracia es que hay escenas para estas cosas. Hay mucho festival de electrónica experimental, donde el sonido, la experiencia sonora es muy grande, más allá de quien toca. Es una oportunidad para compartir esta música”.
En mayo, de hecho, en el centro cultural Urban Spree abrirá Afluente, una instalación de artes visuales y diseño sonoro creada junto a la artista Rommy González, en torno a los cursos de agua dulce que existen en distintas zonas del planeta.
Ahora, sin embargo, está de visita en Chile y su mirada está simultáneamente en el pasado y en el futuro. Por una parte, este fin de semana se reencontrará con sus antiguos compañeros de Cómo Asesinar a Felipes, en dos conciertos programados en Quilpué y Santiago, donde también estará La Brígida Orquesta (detalles al final de la nota). “Con el tiempo nos damos cuenta de que estas separaciones responden a necesidades artísticas, de búsquedas personales. No necesariamente son conflictos en que no te veo más”, dice sobre esa reunión, que ya se había producido en su última visita.
Al mismo tiempo, se prepara para una nueva grabación como solista: “Estoy volviendo al piano, pero tratando de incorporar estos lenguajes electrónicos que te sacan un poco de lo tradicional. Inevitablemente, Berlín te lleva a explorar ese lenguaje y los últimos dos discos son una foto de ese momento, pero ahora sentía la necesidad de explorar lenguajes musicales más conectados con Chile”, adelanta.
Esa reconexión local, dice, se percibe sobre todo en el pulso: “Hay cosas un poquito más folclóricas. Sin caer en clichés, sino que hacerlas parte de mi lenguaje musical, de mis armonías, de mis melodías. Incorporar estos elementos no es una obligación, pero es maravilloso si sucede. Cuando escucho artistas que incorporan elementos de su tierra, de sus culturas, se produce algo mágico”.
Marcos Meza estuvo este miércoles en el programa Pasaje Nocturno de Radio Universidad de Chile.
En vivo
Marcos Meza tocará con Cómo Asesinar a Felipes en dos conciertos junto a La Brígida Orquesta: el viernes 13 de marzo en Trotamundos Terraza de Quilpué y el sábado 14 en el Club Subterráneo, en Santiago.
El mismo sábado 14, pero en formato individual, será parte de un concierto del sello local 11:11. El domingo 22, en tanto, participará de un evento junto a Martín Benavides, Cómo Asesinar a Felipes, Foex y Paulopulus.
