Juntas de vecinos, comités de vivienda, asambleas territoriales, colectivos feministas y de derechos humanos, en total son más de 30 las organizaciones de la comuna de Ñuñoa que, a través de un comunicado público, rechazaron la cuarentena parcial impuesta por el Gobierno y que incluyó al sector sur de dicha comuna.
Para las organizaciones suscritas a este comunicado, la medida refuerza también un prejuicio en contra de los habitantes de Ñuñoa, sobre todo porque justamente el sector de la comuna eximido de la cuarentena es el más vulnerable ante la pandemia.
“Es la que utiliza mayormente el transporte público, posee menores ingresos, habita viviendas con mayor grado de hacinamiento y carece de acceso garantizado a un servicio de salud que garantice su integridad. Vale decir, es la población, que, por su condición de mayor vulnerabilidad, requiere de mayores garantías sanitarias y laborales, para cuidar su salud y condición económica“, indica el documento.
La medida que empezará regir desde el lunes 13 de abril, para las organizaciones firmantes va en desmedro de la población de adultos mayores que habita allí mismo, dado que la gran mayoría de ellos viven en compañía de población económicamente activa, que se verá obligada a regresar a sus trabajos.
De la misma forma, el comunicado critica la postura del Gobierno y su manejo de la crisis, así como las dificultades que tendrán los habitantes para acceder a servicios médicos ante un probable aumento de casos.
“Nos preocupa de sobremanera que el discurso triunfalista del Gobierno llegue a tal extremo de arriesgar, ad portas de la llegada del Invierno, a nuestros vecinos. Como es sabido, existen patologías de temporada en nuestro país, que suelen atestar los recintos de salud primaria y de urgencia públicos, precisamente aquellos que utilizamos cuando requerimos servicios médicos”, señalan.
Finalmente, las organizaciones aseguraron que la medida adoptada replica una lógica de división del trabajo “intelectual” y “físico”. Es decir, en el caso de los segundos, los relega a una condición de segunda categoría en la comuna, en la cual, debido a las características de su actividad laboral, se verán obligados a exponer su salud y la de su entorno.
Juntas de vecinos, comités de vivienda, asambleas territoriales, colectivos feministas y de derechos humanos, en total son más de 30 las organizaciones de la comuna de Ñuñoa que, a través de un comunicado público, rechazaron la cuarentena parcial impuesta por el Gobierno y que incluyó al sector sur de dicha comuna.
Para las organizaciones suscritas a este comunicado, la medida refuerza también un prejuicio en contra de los habitantes de Ñuñoa, sobre todo porque justamente el sector de la comuna eximido de la cuarentena es el más vulnerable ante la pandemia.
“Es la que utiliza mayormente el transporte público, posee menores ingresos, habita viviendas con mayor grado de hacinamiento y carece de acceso garantizado a un servicio de salud que garantice su integridad. Vale decir, es la población, que, por su condición de mayor vulnerabilidad, requiere de mayores garantías sanitarias y laborales, para cuidar su salud y condición económica“, indica el documento.
La medida que empezará regir desde el lunes 13 de abril, para las organizaciones firmantes va en desmedro de la población de adultos mayores que habita allí mismo, dado que la gran mayoría de ellos viven en compañía de población económicamente activa, que se verá obligada a regresar a sus trabajos.
De la misma forma, el comunicado critica la postura del Gobierno y su manejo de la crisis, así como las dificultades que tendrán los habitantes para acceder a servicios médicos ante un probable aumento de casos.
“Nos preocupa de sobremanera que el discurso triunfalista del Gobierno llegue a tal extremo de arriesgar, ad portas de la llegada del Invierno, a nuestros vecinos. Como es sabido, existen patologías de temporada en nuestro país, que suelen atestar los recintos de salud primaria y de urgencia públicos, precisamente aquellos que utilizamos cuando requerimos servicios médicos”, señalan.
Finalmente, las organizaciones aseguraron que la medida adoptada replica una lógica de división del trabajo “intelectual” y “físico”. Es decir, en el caso de los segundos, los relega a una condición de segunda categoría en la comuna, en la cual, debido a las características de su actividad laboral, se verán obligados a exponer su salud y la de su entorno.
Juntas de vecinos, comités de vivienda, asambleas territoriales, colectivos feministas y de derechos humanos, en total son más de 30 las organizaciones de la comuna de Ñuñoa que, a través de un comunicado público, rechazaron la cuarentena parcial impuesta por el Gobierno y que incluyó al sector sur de dicha comuna.
Para las organizaciones suscritas a este comunicado, la medida refuerza también un prejuicio en contra de los habitantes de Ñuñoa, sobre todo porque justamente el sector de la comuna eximido de la cuarentena es el más vulnerable ante la pandemia.
“Es la que utiliza mayormente el transporte público, posee menores ingresos, habita viviendas con mayor grado de hacinamiento y carece de acceso garantizado a un servicio de salud que garantice su integridad. Vale decir, es la población, que, por su condición de mayor vulnerabilidad, requiere de mayores garantías sanitarias y laborales, para cuidar su salud y condición económica“, indica el documento.
La medida que empezará regir desde el lunes 13 de abril, para las organizaciones firmantes va en desmedro de la población de adultos mayores que habita allí mismo, dado que la gran mayoría de ellos viven en compañía de población económicamente activa, que se verá obligada a regresar a sus trabajos.
De la misma forma, el comunicado critica la postura del Gobierno y su manejo de la crisis, así como las dificultades que tendrán los habitantes para acceder a servicios médicos ante un probable aumento de casos.
“Nos preocupa de sobremanera que el discurso triunfalista del Gobierno llegue a tal extremo de arriesgar, ad portas de la llegada del Invierno, a nuestros vecinos. Como es sabido, existen patologías de temporada en nuestro país, que suelen atestar los recintos de salud primaria y de urgencia públicos, precisamente aquellos que utilizamos cuando requerimos servicios médicos”, señalan.
Finalmente, las organizaciones aseguraron que la medida adoptada replica una lógica de división del trabajo “intelectual” y “físico”. Es decir, en el caso de los segundos, los relega a una condición de segunda categoría en la comuna, en la cual, debido a las características de su actividad laboral, se verán obligados a exponer su salud y la de su entorno.
