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#Encasa: Repensar la densificación a partir de la COVID-19

Columna de opinión por Felipe Hernández
Lunes 27 de abril 2020 19:17 hrs.


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“ABANDONEN TODA ESPERANZA AQUELLOS QUE ENTREN AQUÍ” es la frase rayada en letras color rojo sangre que Timothy Price observa en la fachada del edificio del Chemical Bank ubicado en Wall Street, Manhattan, Nueva York. Así comienza American psycho de Bret Easton Ellis.

El protagonista de la novela, Patrick Bateman, trabaja en la firma de inversiones Pierce & Pierce, tiene veintisiete años y vive en el edificio American Gardens en Upper West Side de Manhattan. En este lugar Bateman ejecuta homicidios y practica el canibalismo.

En el momento de escribir esta columna se han registrado 87,028 casos de personas con COVID-19 en la ciudad de Nueva York[1]: es el epicentro de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos; también es la ciudad con mayor densidad en ese país.

Para propiciar la densificación de una ciudad frecuentemente se señalan sus beneficios en materia de disminución de consumo de energía y disminución de la contaminación del aire debido a la reducción de las emisiones de los combustibles fósiles. La Nueva Agenda Urbana, aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas (Habitat III) en 2016, señala entre sus compromisos fomentar “un nivel adecuado de compacidad y densidad, policentrismo y usos mixtos”[2]. Sin embargo, no se señalan los parámetros necesarios para conseguir el nivel adecuado de compacidad y densidad.

Manhattanismo

Con este término se refiere Rem Koolhaas a una especie de doctrina o ideología urbanística que se fundamenta en la exaltación de la hiperdensidad, “La creación de congestión a todos los niveles posibles”[3]. El manhattanismo se origina en la ciudad de Nueva York, la cual tiene aproximadamente 8.39 millones de habitantes[4] y una densidad de 10,796 habitantes por km².

En días laborales, el distrito de Manhattan llega a albergar 3.9 millones de habitantes flotantes (commuters), lo que provoca una densidad de 65,637 hab/km². Estas cifras demuestran que dentro de la misma ciudad de Nueva York las densidades son variables. En contraste con Manhattan, el distrito de Staten Island posee una densidad de sólo 3,132 hab/km²,  variación que se puede observar en ciudades de otros países.

Por ejemplo, aunque la ciudad de Santiago de Chile presenta una densidad de aproximadamente 9,821 hab/km², en la comuna de Estación Central esta densidad se ha desbordado debido a que en un corto período, entre 2014 y 2016, se aprobaron 75 proyectos de edificios de entre 30 y 43 pisos[5]. La hiperdensidad en esta zona proporciona un paisaje urbano discordante: desolación tumultuosa.

Fotografia 2

Densidad y otros factores

El ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Thomas R. Frieden, refiriéndose a la COVID-19, declaró a finales de marzo: «La ciudad de Nueva York es a menudo la primera en ser golpeada por lo densa que es y por la cantidad de viajeros internacionales que pasan por ella»[6]. Días después, algunos analistas han buscado ampliar esta hipótesis, señalando que es la densidad junto con otras propiedades las que están influyendo en la vulnerabilidad de las ciudades para la propagación del virus[7]. Centros industriales como Wuhan y Detroit se han visto vulnerados debido a su conexión a través de cadenas de suministro; también sitios turísticos de carácter mundial en Suiza, Italia y Francia; los cruceros poseen una elevada densidad. En cambio, en comunidades pequeñas el virus se ha propagado en hogares de ancianos y salones funerarios.

Por lo tanto, a partir de la situación crítica que vivimos en estos momentos, cabe seguir reflexionando:  ¿cómo influye la densidad en la vulnerabilidad de las ciudades ante la propagación de un virus?, ¿es o no un factor determinante? En caso de existir una relación fundamental entre densidad y propagación de virus, ¿a qué escala se debe llevar a cabo el análisis de este fenómeno: barrial, comunal, distrital, ciudad, regional?

Epílogo

Antes de iniciar la persecución del psicópata a lo largo de Manhattan, este mencionaba en una cena a sus compañeros:

–Escúchenme, chicos, mi vida es un infierno viviente.

Pero todos me ignoran, y el grupo reunido […] continúa hablando de inversiones, de qué valores parecen mejor colocados para la década que viene, de bienes raíces, de oro, de por qué las acciones a largo plazo resultan demasiado arriesgadas en estos momentos.[8]

En ese momento Patrick Bateman ya estaba condenado, dentro de la ciudad del llanto de Dante.

[1] Buchanan, Larry, et al. (1 de abril de 2020). A Month of Coronavirus in New York City: See the Hardest-Hit Areas. The New York Times. Recuperado de: www.nytimes.com/interactive/2020/04/01/nyregion/nyc-coronavirus-cases-map.html (fecha de consulta: 9 de abril de 2020)

[2] Naciones Unidas (2017). Nueva Agenda Urbana. Secretaría del Habitat III: Ecuador, p. 19.

[3] Koolhaas, Rem (2004). Delirio de Nueva York. Gustavo Gili: Barcelona, p. 173.

[4] Todos los datos sobre población y densidades fueron obtenidos de: worldpopulationreview.com

[5] Cociña, Camila y Burgos, Vicente (5 de mayo de 2017). Edificios súper densos en Estación Central: La normalización del descriterio. CIPER Chile. Recuperado de: //ciperchile.cl/2017/05/05/edificios-super-densos-en-estacion-central-la-normalizacion-del-descriterio/

[6] Rosenthal, Brian (23 de marzo de 2020). Density Is New York City’s Big ‘Enemy’ in the Coronavirus Fight. The New York Times. Recuperado de: www.nytimes.com/2020/03/23/nyregion/coronavirus-nyc-crowds-density.html

[7] Florida, Richard (3 de abril de 2020). The Geography of Coronavirus. Citylab. Recuperado de: www.citylab.com/equity/2020/04/coronavirus-spread-map-city-urban-density-suburbs-rural-data/609394/

[8] Ellis, Bret Easton (2006). American psycho. Vintage contemporaries: New York, p. 347.

*Opinión publicada originalmente en InVitro: Hábitat residencial y territorio. 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.