Una nueva noche de manifestaciones se vivió en Estados Unidos con motivo de protesta ante la muerte del afroamericano George Floyd, quien fue asesinado por la policía en una detención en Minneapolis.

Durante la última jornada los manifestantes se concentraron cerca de la Casa Blanca, en el Parque Lafayette, y la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que protestaba a pesar del toque de queda impuesto en la ciudad de Washington.

Las movilizaciones sociales tuvieron un cariz pacífico durante la tarde, sin embargo fueron haciéndose más violentas a medida que avanzaba la noche, hasta llegar al punto que lo sucedido este domingo en la capital estadounidense corresponde a los episodios de violencia más graves registrados en décadas .“Sin justicia, no hay paz”, gritaban los manifestantes en una jornada que terminó con fuego y furia en las cercanías de la misma Casa Blanca. Ante el inminente acercamiento de los manifestantes a la casa de Gobierno, es que la policía estadounidense mantiene  un cordón de seguridad en el perímetro, estrategia que ha impedido que mayores disturbios se generen frente a ésta. Incluso se informó que el pasado viernes el presidente Trump fue trasladado por el servicio secreto a un bunker en su hogar para protegerlo.

También se registraron otro tipo de hechos de violencia en medio de la protesta, como la quema de una patrulla que fue respondida por la policía con mayor represión, hecho en que incluso se atacó a diversos periodistas y camarógrafos.

Asimismo, en Minneapolis, ciudad epicentro del movimiento antirracista, otras miles de personas se manifestaron en reclamo para que los policías involucrados en el homicidio respondan ante la justicia por lo cometido, dado que solo uno de ellos se mantiene detenido acusado de homicidio involuntario. Este lunes, el policía, llamado Derek Chauvin, comparecerá ante un tribunal por este caso.

Producto de la molestia de las personas ante el racismo en el país norteamericano también se han generado manifestaciones en otras ciudades como Nueva York, Filadelfia, Seattle, Des Moines, Memphis, Los Angeles, Atlanta, Miami y Chicago.

Hasta el momento la ola de protestas ha dejado más de 4000 personas detenidas, incluyendo a la hija del alcalde de Nueva York Bill de Blasio, mientras más de la mitad de los gobernadores de Estados Unidos han llamado a que la Guardia Nacional actúe para calmar las protestas y saqueos que han ocurrido en 30 de las más grandes ciudades de ese país de Norteamérica.

En tanto, ante las protestas, el presidente Donald Trump señaló que esto ocurre por los “extremistas de izquierda radicales”, refiriéndose al movimiento antifascista y aseguró que lo incluirá en la lista de organizaciones terroristas.

Créditos fotografías: REUTERS/Jonathan Ernst