“El hambre no espera”: la campaña que busca ir en ayuda del Campamento Dignidad
La cruzada contempla la instalación de una olla de gran capacidad, el montaje de un fogón industrial y la distribución de alimentos. El propósito es producir 200 raciones de comida por día.
Un grupo de profesionales inició una campaña con el objetivo de reunir insumos para el Campamento Dignidad, ubicado entre las comunas de Peñalolén y La Florida.
Bajo el nombre “El hambre no espera”, la iniciativa plantea diferentes etapas que contemplan la instalación de una olla de gran capacidad, el montaje de un fogón industrial y la distribución de alimentos. El propósito es producir, por lo menos, 200 raciones de comida por día.
Del mismo modo, la campaña busca recaudar materiales de construcción e implementos como frazadas. Esto, ya que el campamento no cuenta con los aislamientos necesarios como para sobrellevar el invierno.
Alexandra Galvis, gestora cultural y una de las impulsoras de la acción, sostuvo que la cruzada pretende ir en ayuda de más de dos mil personas que han sido afectadas a raíz de los efectos económicos de la pandemia.
En conversación con el programa Semáforo, manifestó que el terreno sigue recibiendo gente: “Hay escasez de agua potable, no hay acceso a servicios, salud, hay gente mayor, niños”, dijo.
“Hemos estimado son cerca de 600 a 700 personas las que dependen de la olla en el campamento. Realmente no estamos cubriendo ni la mitad del campamento y, por lo mismo, es urgente que nos expandamos”, comentó la gestora cultural.
Según Galvis, todo el proceso se ha realizado de la mano de los vecinos. Los voluntarios sólo han facilitado las herramientas y el abastecimiento: “Nos hemos preocupado de ser un apoyo, pero este proyecto está liderado por la comunidad (…). Eso es importante y es una de las enseñanzas que el país nos ha dejado”, puntualizó.
“Lo que estamos tratando de hacer es crear cocinas en ese lugar, porque ahí no había ni siquiera un espacio para cocinar. Ya tenemos el piso de la cocina, hay un fogón industrial”, explicó.
La gestora sostuvo que los aportes pueden ser variados y que cualquier forma de colaborar es válida. En esa línea, destacó la labor de un grupo de artistas extranjeros que, a través de la subasta de obras arte, han apoyado la iniciativa. “No tienes que ser una súper persona para colaborar”, afirmó Galvis.
Un grupo de profesionales inició una campaña con el objetivo de reunir insumos para el Campamento Dignidad, ubicado entre las comunas de Peñalolén y La Florida.
Bajo el nombre “El hambre no espera”, la iniciativa plantea diferentes etapas que contemplan la instalación de una olla de gran capacidad, el montaje de un fogón industrial y la distribución de alimentos. El propósito es producir, por lo menos, 200 raciones de comida por día.
Del mismo modo, la campaña busca recaudar materiales de construcción e implementos como frazadas. Esto, ya que el campamento no cuenta con los aislamientos necesarios como para sobrellevar el invierno.
Alexandra Galvis, gestora cultural y una de las impulsoras de la acción, sostuvo que la cruzada pretende ir en ayuda de más de dos mil personas que han sido afectadas a raíz de los efectos económicos de la pandemia.
En conversación con el programa Semáforo, manifestó que el terreno sigue recibiendo gente: “Hay escasez de agua potable, no hay acceso a servicios, salud, hay gente mayor, niños”, dijo.
“Hemos estimado son cerca de 600 a 700 personas las que dependen de la olla en el campamento. Realmente no estamos cubriendo ni la mitad del campamento y, por lo mismo, es urgente que nos expandamos”, comentó la gestora cultural.
Según Galvis, todo el proceso se ha realizado de la mano de los vecinos. Los voluntarios sólo han facilitado las herramientas y el abastecimiento: “Nos hemos preocupado de ser un apoyo, pero este proyecto está liderado por la comunidad (…). Eso es importante y es una de las enseñanzas que el país nos ha dejado”, puntualizó.
“Lo que estamos tratando de hacer es crear cocinas en ese lugar, porque ahí no había ni siquiera un espacio para cocinar. Ya tenemos el piso de la cocina, hay un fogón industrial”, explicó.
La gestora sostuvo que los aportes pueden ser variados y que cualquier forma de colaborar es válida. En esa línea, destacó la labor de un grupo de artistas extranjeros que, a través de la subasta de obras arte, han apoyado la iniciativa. “No tienes que ser una súper persona para colaborar”, afirmó Galvis.
Un grupo de profesionales inició una campaña con el objetivo de reunir insumos para el Campamento Dignidad, ubicado entre las comunas de Peñalolén y La Florida.
Bajo el nombre “El hambre no espera”, la iniciativa plantea diferentes etapas que contemplan la instalación de una olla de gran capacidad, el montaje de un fogón industrial y la distribución de alimentos. El propósito es producir, por lo menos, 200 raciones de comida por día.
Del mismo modo, la campaña busca recaudar materiales de construcción e implementos como frazadas. Esto, ya que el campamento no cuenta con los aislamientos necesarios como para sobrellevar el invierno.
Alexandra Galvis, gestora cultural y una de las impulsoras de la acción, sostuvo que la cruzada pretende ir en ayuda de más de dos mil personas que han sido afectadas a raíz de los efectos económicos de la pandemia.
En conversación con el programa Semáforo, manifestó que el terreno sigue recibiendo gente: “Hay escasez de agua potable, no hay acceso a servicios, salud, hay gente mayor, niños”, dijo.
“Hemos estimado son cerca de 600 a 700 personas las que dependen de la olla en el campamento. Realmente no estamos cubriendo ni la mitad del campamento y, por lo mismo, es urgente que nos expandamos”, comentó la gestora cultural.
Según Galvis, todo el proceso se ha realizado de la mano de los vecinos. Los voluntarios sólo han facilitado las herramientas y el abastecimiento: “Nos hemos preocupado de ser un apoyo, pero este proyecto está liderado por la comunidad (…). Eso es importante y es una de las enseñanzas que el país nos ha dejado”, puntualizó.
“Lo que estamos tratando de hacer es crear cocinas en ese lugar, porque ahí no había ni siquiera un espacio para cocinar. Ya tenemos el piso de la cocina, hay un fogón industrial”, explicó.
La gestora sostuvo que los aportes pueden ser variados y que cualquier forma de colaborar es válida. En esa línea, destacó la labor de un grupo de artistas extranjeros que, a través de la subasta de obras arte, han apoyado la iniciativa. “No tienes que ser una súper persona para colaborar”, afirmó Galvis.
