En esta nueva transmisión de entrevistas en vivo realizadas por la plataforma Facebook de la Casa de Bello, el decano de la Facultad de Economía y Negocios, José De Gregorio, explicó que el país se enfrenta a un shock económico que se suma a los efectos que se arrastraban del estallido social de octubre de 2019, que si bien reconoce entregó cosas positivas al recoger “debilidades en el ámbito social que existían en nuestro país, trajo un daño económico tremendo asociado a la violencia y destrucción que dejó a muchas pymes golpeadas”.
Así, explicó que la economía vive “una incertidumbre tremenda, donde no sabemos si vamos a crecer -3 o -7 por ciento del PIB por este virus que nos obliga a no trabajar o reducir el ritmo para proteger la vida. Es como si fuéramos un oso que hiberna tres meses, el problema es que el mundo no está preparado para estas cuarentenas. Si nos encerramos, al salir estaremos más endeudados, por lo que estamos incubando una crisis de deuda enorme que sobre todo a las empresas pequeñas las va a hacer quebrar, lo que significa que se perderán muchos empleos”, agregó el académico, para luego responder las preguntas que sintetizamos a continuación.
Usted junto a otros economistas firmaron un documento que propone repartir 12 mil millones de dólares en los próximos 18 meses provenientes del Fondo de Estabilización Económico y Social (FEES) para aplacar la situación que vivimos ¿nos podría detallar esta propuesta y si cree viable que el gobierno la considere?
Lo que nosotros hicimos, convocados por el Colegio Médico, fue pensar cómo enfrentar la situacion a partir de lo que yo llamo un gran “momento fiscal”. En la crisis financiera de 2008, cuando me tocó ser presidente del Banco Central, bajamos la tasa de 8,25 a 0,5 fue una baja de tasa de las más grandes del mundo, y había mucho estimulo que uno podía dar a la demanda que era lo afectado por el colapso. La situación ahora es completamente distinta: las tasas ya están bajas, hay poco espacio monetario y lo que necesitamos es apoyo de ingresos, por lo tanto el primer rol lo tiene la política fiscal, que no es lo ideal porque deja heridas, la principal es que te deja endeudado cuando tú gastas, y sobre todo por las magnitudes que se requieren ahora.
Entonces, hay dos posiciones: una es no gastemos o gastemos poco, porque esto va para largo y no podemos usar todo lo que tenemos, y la otra dice que Chile tiene que endeudarse en 20 mil 0 30 mil millones. Yo no apoyo ninguna. Ahora es barato endeudarse, entonces podríamos hacerlo, pero nos vamos a quedar con una mochila para el futuro, y Chile viene arrastrando un problema fiscal del que no nos hemos dado cuenta todavía porque somos una economía solvente. Sin embargo, nuestra deuda pública ha venido creciendo todos los años, y eso nos puede llevar a la insolvencia. Lo que pasa es que estamos en un nivel bajo. Podemos gastar, pero en 18 meses o dos años tenemos que mirar la situación fiscal. Este no es el momento para hacerlo, porque tenemos una urgencia, pero tenemos que tenerlo en mente, y por eso dimos una cifra razonable, que es lo que tiene el FEES, un número que nos permite organizar la discusión.
Ahora, sí tiene posibilidades, quiero ser franco. Nosotros y otros economistas estamos discutiendo un programa de mediano plazo, en una conversación que todavía es a puertas cerradas, donde el interés es buscar un gran acuerdo para avanzar en combatir la pandemia y la tremenda recesión que se viene. Entonces no podemos ir una vez al mes al Congreso a pedir permiso, hay que anticiparse.
¿Qué le parecen medidas que se están discutiendo, como la limitación de los despidos y el impuesto a los super ricos?
Para limitar los despidos hay que tener mucho cuidado porque hay empresas que tienen que desaparecer, eso está fuera de discusión, van a desaparecer. Yo no sé cuáles son, quien me pregunta tampoco lo sabe. Sin embargo, tenemos que proteger el empleo y en esta época debo decir que la ley de protección al empleo ha sido buena, porque lo que hace la ley es decirle a muchas empresas que están en la duda de si van a existir o no, mire no cierre todavía, no despida, que además va a tener que pagar las indemnizaciones, mande a la gente a no trabajar, se le paga una fracción menor, usted paga la contribución social, y pasamos los peores meses. Esto va a seguir por mucho tiempo, pero estos meses de contracción brutal, podemos hacerlo. Por eso tenemos un sistema de seguro de desempleo, tenemos un fondo solidario ahí, pero impedir que la economía haga sus ajustes es algo que vamos a pagar mucho más caro en el futuro.
Sobre el impuesto a los super ricos, yo a esto lo llamo los fenicios, gente que cree que hay que hacer un impuesto a los super ricos, y cada vez que tiene la oportunidad lo saca. Lo mismo pasa con quienes quieren bajar los impuestos porque es mejor para el crecimiento, yo digo que seamos serios en la discusión. Este no es el momento para estar discutiendo impuestos porque no tenemos problemas para financiar el gasto. Primero, apunta en la dirección incorrecta, que es subir impuestos en una recesión. Segundo, supongamos que se puede hacer porque hay toda una discusión, yo soy super escéptico, prefiero un impuesto a los ingresos, progresivo, pero los stocks hay muchos problemas para medirlos. Por eso todos los países lo han abandonado, pero fuera de eso sería algo para regir en abril del próximo año, habría que hacer los reglamentos, discutirlo en el Parlamento, hacer un análisis serio, después entra a la ley de renta, y necesitamos medidas urgentes.
A mi me preocupa mucho la ideología y la economía. Tal vez mi caso, porque soy poco ideológico y medio de centro, es como más fácil, pero me ha tocado escuchar por ejemplo el otro día a alguien que decía en una charla “tenemos que pensar en el crecimiento y bajar los impuestos”. No hay evidencia de que eso sea un boom para el crecimiento, el mismo fenicio al otro lado.
Hoy conocimos el IPC de mayo, que registró una variación de -0,1 por ciento, la más baja desde diciembre de 2018. Además podemos ver alzas en algunos productos como artículos para el hogar, y vemos iniciativas como la de Alemania, que bajó el IVA para incentivar el consumo, ¿qué medidas como la europea podrían ser útiles en la economía chilena?
Efectivamente, Alemania propuso una rebaja del IVA transitoria, muy corta, y esa debe ser la economía fiscalmente más fuerte del mundo, y puede darse el lujo de poder tomar esa medida. Mi sospecha es que nosotros tenemos mucho más IVA que los otros países, por lo tanto su base es mucho más amplia, entonces un recorte de un punto de IVA acá desde el punto de vista de nuestras cuentas fiscales es mucho más oneroso de lo que puede ser en Alemania. Estoy especulando. Al mismo tiempo, una rebaja así no se nota mucho en los bolsillos de la gente, tiene que bajarlo 10 puntos, pero hacer eso son 5 puntos del PIB, que son precisamente lo que puede financiar un programa con los 12 mil millones que hablábamos. Es algo muy costoso para muy poco beneficio.
A mí me interesa mucho más el esfuerzo de darle ingreso a las familias más vulnerables, en ampliar el límite al 80 por ciento de las familias, en hacerlo también de manera eficiente, que quienes no estamos siendo perjudicados no nos corresponda ninguna ayuda, pero hay gente que lo está pasando mal.
En relación a la cifra del IPC, se puede ver precios aumentando, pero no se ve un aumento en los alimentos. Me acuerdo que para el terremoto del 2010 yo estaba en el Banco Central, y hubo una gran reducción de oferta y una gran demanda por viajes interurbanos para partir a ver a sus familias, pero a diferencia de lo que pasa un 18 de septiembre -por ejemplo- que los pasajes suben, yo esperaba un alza de inflación, pero ésta fue muy baja. Mi conclusión fue que no todo es racionalidad económica, sino que se apela a la buena voluntad y la generosidad de mucha gente, que pudo subir los precios pero no lo hizo. Creo que algo así pasa hoy. Si bien algunas cosas suben, como los huevos, no alcanzan a marcar en el IPC, no hay un problema generalizado.
En relación a las AFP, ¿es recomendable que puedan liberar por ejemplo 10 por ciento de los ahorros para los cotizantes y paliar la falta de ingresos de algunas personas?
Hay que tener cuidado de nuevo con los fenicios. Uno de los problemas prioritarios en Chile son las pensiones, y hay que preguntarse ¿por qué tenemos sistema de pensiones obligatorio? porque es muy probable que cuando lleguemos a la vejez estemos pidiendo que nos ayuden, y para evitar ese problema las sociedades establecen un sistema obligatorio que fuerza a cotizar, se restringe la libertad para que tenga recursos al llegar a la jubilación, de modo que el Estado se cuida de no tener un problema de financiamiento después. Por eso, aunque yo tengo plata que es mía en el fondo de pensiones no tengo el derecho a sacarla porque no es el propósito para el que lo hice. Esa es la opción estatal que hemos tomado.
Respecto a esta idea, hay dos problemas: uno del sistema y otro agregado. El primero es que si saco el 10 por ciento es sin llorar. Si tú lo quieres proponer, no vengas a decir que tu pensión es muy baja porque te comiste el 10 por ciento. Uno puede hacer un préstamo, pero subo la tasa de cotización, y cualquier ayuda del pilar solidario tiene que ser asumiendo lo que uno tenía sin el retiro. Otra propuesta que he escuchado es que saquemos el 10 por ciento de los fondos y el Estado le entregue un bono de reconocimiento a esa gente. Es lo mismo que si se saca el 10 por ciento y yo te lo pongo de vuelta, por eso pensamos el problema por otro lado, en cómo ayudar a las familias.
Y hay un problema agregado, porque en un momento en que los precios de los activos han caído, si yo tomo el 10 por ciento de los fondos de pensiones, que tienen gran parte de sus recursos en acciones, y tienen que salir a liquidarlos, va a deprimir más las acciones. Más aún, en anticipación de esto que viene, todos quienes tienen plata en acciones las van a sacar para no hacer esas pérdidas. Entonces, la transición financiera es super compleja, y hay que tener cuidado. Son cosas que se pueden pensar, pero creo que hay suficientes problemas hoy día y el foco está en como ayudar a las familias de trabajadores informales, vulnerables, a los trabajadores con contrato cuyas empresas están mal, porque salvar empresas significa salvar empleos, actividad económica no salvar dueños, y también salvar a trabajadores a honorarios.
Hemos visto cifras un poco preocupantes que muestran un aumento del desempleo ¿qué impacto pueden tener estas cifras y qué podemos esperar hacia adelante?
Efectivamente estamos en una situación super compleja, en la que va a aumentar la pobreza y la desigualdad, golpeando a los que tienen menos, y apoyarlos tiene que ser prioritario. La cifra de desempleo siempre hay que mirarla con cuidado, porque ahora estamos encerrados, el tema es qué va a pasar cuando abramos la casa, y ahí hay que pensar qué haremos con el empleo. Entonces, me parece que nuestras políticas tienen que evolucionar de un apoyo a las familias para que se queden en las casas y se cuiden y cuiden al resto, a un apoyo al empleo y las empresas, eso va a ser fundamental: un subsidio al empleo, programas especiales.
Creo que hay una gran oportunidad de reestructuración y de ser una economía más competitiva. Hoy día hemos hecho un cambio de productividad en 3 meses que en tiempos normales habríamos hecho en 10 años, preparando clases virtuales, haciendo entrevistas, participando en conferencias organizadas fuera de Chile. Todas las cosas que hacíamos antes viajando ahora las hacemos por internet, hemos aprendido qué podemos comprar, que hay muchas posibilidades de buen delivery, y todo eso además debería ayudar a disminuir la congestión, enfrentar el cambio climático, entonces tenemos la oportunidad de que haya una salida de la crisis con mayor productividad.
Sobre el endeudamiento referido a las personas… En Chile la capacidad de ahorro es más bien baja y vemos un aumento del endeudamiento de las personas para enfrentar la crisis ¿Qué rol tienen los bancos privados y de qué manera puede afectar el endeudamiento a mediano y largo plazo? ¿el Estado tiene algún papel que jugar?
El rol que tiene que jugar el Estado es precisamente proveer y ayudar con ingresos, porque lo que destacas es algo que pasa en todo el mundo: los hogares tienen poco ahorro para enfrentar esta situación por lo tanto tienen que recurrir al endeudamiento, que surge de muchas maneras: con el dueño de la casa, si soy arrendatario y tengo que renegociar, en pagar cuentas, con bancos o instituciones financieras. Los bancos ya hicieron algo con mucha anticipación, y además hubo que hacer arreglos regulatorios: dijeron los créditos hipotecarios los podemos contener y los pongo a la cola y a la misma tasa de interés, te extiendo el plazo y lo pagas. Ahí lo que hace el banco es asumir más riesgo porque cuotas que se venían las está poniendo atrás. Eso le significa provisionar más, perder capital, estar más vulnerable y poder prestar menos por razones regulatorias.
Lo peor es que quiebre un banco porque de cada 10 pesos que presta, 9 son de quienes depositamos, entonces hay que tener mucho cuidado con las soluciones. El foco tiene que estar en el ingreso, obviamente la tasa baja ayuda y debería ser traspasada al cliente, y creo que en épocas de crisis el Banco Estado tiene un rol fundamental en fomentar la competencia del sistema financiero. Pero en el Congreso se está discutiendo, no conozco el detalle, que se posterguen automáticamente todas las cuotas bancarias. Algo así podría hacer quebrar muy rápido a nuestro sistema financiero, porque tiene que hacer provisiones. ¿Qué es eso? Si los bancos prestan 100, 10 son capital y el resto son lo que pasó el público, entonces en un momento el banco pierde los préstamos, la gente deja de pagar, y para poder responder a los depositantes se come el capital, y cuando se acaba para responder, quiebra. Los bancos tienen que tener una razón de capital de 10, y con esta medida podrían irse a 5 de una, y eventualmente paralizar el mercado del préstamo.
Quiere entregar alguna idea para cerrar, quizás sobre cómo podríamos salir de mejor manera de esta pandemia…
Hay días en que soy más optimista que otros. Yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo muy sustantivo en este periodo porque es una inversión en proteger a las familias y tener un país mejor en el futuro. Hoy hay dos cosas interesantes: la revalorización de los temas técnicos que habían sido tan despreciados. Hay más demanda de economistas, epidemiólogos, sociólogos, queremos entender lo que pasa, la profundidad de lo que sucede. Es el momento de pensar un mundo en incertidumbre y que nadie tiene la verdad, de aprovechar en productividad, investigación y desarrollo, de unir a la actividad económica cosas nuevas que vienen.
Esta pandemia ha demostrado que tenemos que estudiar y pensar las cosas. Tener nuestras preferencias, pero también una cuota mayor de humildad, porque tenemos desafíos futuros: nueva Constitución, elecciones, políticas deterioradas y necesitamos una buena política. A veces es difícil que salga la generosidad, pero en estos momentos lo vemos en los trabajadores de la salud, en todos los jóvenes del reparto, que hoy son trabajadores esenciales que nos permiten comer y tener cosas en la casa, la basura, etc… Es importante que salgamos pensando en un país mejor.