Un total de 56 médicos firmaron una declaración pública en que emplazan al Gobierno buscar una solución que permita salvar las vidas de 27 presos políticos mapuche que se encuentran en huelga de hambre.
“Los profesionales médicos (…) observamos con dolor y preocupación el curso que han tomado las huelgas de hambre iniciadas por veintisiete presos políticos mapuche en las cárceles de Angol, Temuco y Lebu. Entendemos la medida como un recurso extremo de protesta frente a un fenómeno sociopolítico e histórico de gran complejidad que involucra entre muchas variables tratados internacionales firmados y ratificados por el Estado de Chile”, se lee en el texto.
“La prolongación por casi ochenta días del ayuno solido de parte importante de los huelguistas, con consecuencias severas en su salud y la intención de iniciar huelga seca por parte del Machi Celestino Córdova, nos obliga a no mantenernos indiferentes frente al riesgo inminente de muerte o secuelas irreversibles e inconmensurables en todas las dimensiones del ser humano que esto pueda tener”, continúa la declaración.
Por lo mismo, los profesionales de la salud solicitaron a las autoridades abrir una posibilidad de diálogo.
“El carácter dialéctico y socio histórico del conflicto complejiza tremendamente la posibilidad de diálogo de los principales sujetos involucrados, aun así, apelamos y solicitamos de forma urgente al Estado de Chile el mayor esfuerzo posible para una pronta solución”.
La médica del Programa de Reparación y Atención Integral de Salud, PRAIS, quien es una de las firmantes, sostuvo que la huelga de hambre de los comuneros pone en un dilema ético a su gremio.
“La huelga de los presos políticos mapuche es de alta complejidad porque en este momento se encuentran en riesgo vital. Por supuesto el objetivo de una huelga de hambre no es morir, pero se entiende que los lamien que están en huelga están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias y eso nos pone en un dilema ético tremendo, en un problema moral como sociedad”.
Además, advirtió que si alguno de los huelguistas llega a fallecer, el conflicto recrudecerá.
“Lo que más urge pedir al Estado en este momento es que abra una posibilidad de diálogo real, porque esto es la punta de un iceberg para un conflicto mucho más profundo y no ayudaría para nada el hecho de que alguno de los huelguistas fallezca”.