“Producen un daño a los chilenos y migrantes que viven en nuestro país y que ingresaron de manera legal”, advirtió este sábado el presidente Sebastián Piñera respecto de las indicaciones propuestas por la oposición para el proyecto de ley de migraciones, las cuales -de aprobarse- significarán el veto de la iniciativa por parte del Mandatario.

Con este panorama, que prácticamente parece cerrar el debate, este miércoles, el Senado retomó nuevamente la discusión del proyecto, en una semana donde se espera enviar el proyecto original del oficialismo para su revisión en la cámara de Diputados.

En una cortísima discusión, solamente dos fueron los parlamentarios que expresaron su postura respecto del proyecto. El primero, el senador UDI, José Durana, concentró su análisis en un tema ya reiterado en otras intervenciones y que dice relación con el escenario de migración que resultará producto de la crisis sanitaria que se vive actualmente en la región.

José Durana.

“Una vez que termine la pandemia, se estima que vendrá una inevitable ola migratoria provocada por los lamentables y nocivos efectos económicos que esta dejará en todos los países de la región. No obstante, nuestros propios problemas y precariedades, Chile es el destino que genera la mayor esperanza. Debemos estar preparados para ello, nuestro mercado laboral está hoy profundamente afectado para nuestros compatriotas y para los propios migrantes que ya se integraron en nuestra comunidad”, expresó.

Asimismo, y adelantando que votará a favor de todas las indicaciones del proyecto excepto las propuestas por la oposición, el senador UDI, Iván Moreira, también se refirió al tema, valorando la gestión que el Gobierno ha realizado en el Departamento de Extranjería y Migraciones, y lo que en dicha institucionalidad aportaría el proyecto.

“Existía un departamento escondido, dependiente de la Subsecretaría del Interior, sin directrices claras y con miles de problemas por falta de adecuación, pero que bajo la dirección de Álvaro Bellolio y de las autoridades del ministerio del Interior ha buscado sumar y aportar aún más allá de sus limitantes atribuciones. El proyecto que tantas expectativas causa en algunos y tanto temor en otros es un proyecto robusto, que busca instalar una institucionalidad fuerte, con músculo, pero también con sentido y con propósito”, manifestó.

Ivan Moreira.

En tanto, con el anuncio realizado por el presidente Sebastián Piñera referente al veto por las indicaciones de oposición, las reacciones desde la sociedad civil y el mundo académico presente en el debate han sido de rechazo, principalmente porque se coarta el legítimo debate del proyecto.

Así, en conversación con nuestro medio, el académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, Rolando Poblete, dijo no estar sorprendido con la arremetida del Gobierno, dado que representa el discurso defendido por Sebastián Piñera desde su campaña a la presidencia, y que finalmente no logró con la consigna de regular los procesos migratorios.

“El mismo discurso se utilizó en contra del Gobierno anterior, asumiendo que las oleadas de haitianos y venezolanos eran “desordenar la casa”, que fueron una migración desregulada. A partir de allí, la primera iniciativa del Gobierno fue a la vez de generar un proceso de regularización, que es necesario y que varios gobiernos lo han hecho; sin embargo, inmediatamente se estableció decretos migratorios con restricciones para la población venezolana y haitiana. El resultado de eso es que la migración empezó a fluir por canales irregulares”, explicó.

Rolando Poblete.

Por su parte, Patricia Loredo, del Colectivo Sin Fronteras, lamentó lo anunciado por Sebastián Piñera, puesto que -según aseguró a nuestro medio- se trata de una amenaza a un proyecto que ya venía siendo seriamente cuestionado por las organizaciones migrantes y pro migrantes.

“Este anuncio de veto le quita toda legitimidad a la tramitación del proyecto de ley, la poca que aún sostenía. Pero es importante decir que estas indicaciones que se están intentando vetar, la verdad que son avances muy frágiles. Incluso si el proyecto de ley saliera con estas indicaciones, y no se diera el veto del presidente, tendría muchas falencias especialmente en materia de derechos humanos tal como lo ha recomendado el Comité de Trabajadores Migratorios y sus Familias, este proyecto requiere muchas mejoras que no están en la discusión más relevante”, manifestó.

Pese a esta postura crítica con el actual debate legislativo, este jueves será el día en el que se votará en particular el proyecto mencionado. La forma en que se efectuará esta misma ya fue establecida este miércoles en el Senado, y considerará votaciones solamente de las indicaciones incluidas en algunas comisiones y sobre las que aún no existe acuerdo, esto posterior a algunas intervenciones de parlamentarios, que todavía se encuentran en la lista de espera.