Y nos contaron el cuento
por cuarenta años corridos,
que estábamos bendecidos
y hasta en los peores momentos
saludables y contentos
por una Constitución
que como ley de patrón
nos tenía confinados,
proscritos o marginados
sin juicio ni apelación.
Mas, la gente se aburrió
con tanta desigualdad
y en honor a la verdad
sola la cosa estalló,
calles y plazas llenó
mostrando su rebeldía
hasta que llegó el gran día
que entre el “apruebo o rechazo”
con tremendo guaracazo
tuvimos una alegría.
“Ganamos con el apruebo”
se escuchan voces por miles
y en pueblos de todo Chile
parecía el Año Nuevo
con tanto abrazo y revuelo.
después de la votación
y Nueva Constitución
tendrá que ser diseñada,
después será promulgada
para bien de la Nación.
No falta quien se aprovecha
y al carro de la victoria
se sube y se vanagloria
y nos dice que esta fecha
no es de izquierdas ni derechas,
sino es el triunfo de todos
y así busca su acomodo
y es lo que me hace pensar
que después, sin vacilar,
quizás borre con el codo.
Para completar la fiesta,
Convención Constituyente
también aprobó la gente
y aunque alguno se molesta
pues le sacaron la cresta,
a todos los “rechazantes”
o sea, los mismos de antes,
doy un consejo oportuno,
agreguen al desayuno
un frasco de buen purgante.
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