El 20 de enero de 2021 es el día en que Joe Biden y Kamala Harris deben asumir sus cargos como presidente y vicepresidenta de Estados Unidos respectivamente. Mientras, el demócrata ya ha comenzado los preparativos para iniciar su mandato, el presidente saliente, Donald Trump, ha mantenido silencio oficial y sólo se lo ha visto incidentalmente en algunas tomas jugando golf, además de las opiniones vertidas en su red social favorita Twitter en las que sigue sosteniendo la idea de un fraude electoral y amenazando con demandas, aunque su partido ha sido reticente en apoyar tal ofensiva.
Biden, que hasta ahora ha ganado 290 votos electorales, ya ha anunciado que una de sus primera resoluciones como jefe del gobierno estadounidense será la reincorporación de su país al Acuerdo de París y, además, manifestó que formará un equipo asesor de 12 científicos para enfrentar la pandemia de coronavirus que ya tiene a casi 10 millones de habitantes de Estados Unidos contagiados y 237.000 personas muertas.
“Las decisiones serán tomadas por los responsables de sanidad pública, y no por los políticos”, señaló Biden. “Mi propósito es restablecer la habilidad de los profesionales y los expertos, para que puedan comunicarse sin interferencias con el público”.
Es así que a 72 días de su asunción, el demócrata ya tiene claro que el centro de la transición será precisamente el fortalecer el sistema de salud a través de la reinstauración del llamado “obamacare” y de una campaña de vacunación masiva, una vez que se cuente con tal avance.
Triunfo sin total reconocimiento internacional
A dos días que el senador y ex vicepresidente de Barack Obama se dirigiera al país con un discurso de proclamación de la victoria en unas reñidas elecciones, varios líderes extranjeros siguen sin reconocer su victoria y se mantienen a la espera de los resultados oficiales.
Así, ni López Obrador de México, Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China ni Jair Bolsonaro de Brasil se han comunicado con el ahora presidente electo, aunque el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Wang Wenbin sí emitió una comunicación pública señalando que tomaban conocimiento que Biden se había anunciado ya como triunfador, pero que antes de enviar sus felicitaciones esperarán la valoración oficial del país norteamericano.
“Estamos al tanto de que el señor Biden ha anunciado que es el ganador de las elecciones, y entendemos que el resultado de las elecciones será decidido de acuerdo a las leyes y procedimientos de Estados Unidos”.
En ese mismo sentido se manifestó el Kremlin, en contraste con lo ocurrido en 2016 cuando solo una hora después que las proyecciones estadísticas dieran como triunfador a Trump, Vladimir Putin se puso en contacto con el magnate para ofrecerle sus parabienes. Consultado al respecto, Dmitri Peskov, vocero del gobierno ruso simplemente señaló que ello había ocurrido pues entonces no hubo contienda judicial anunciada respecto del resultado de las elecciones.
Lo de México ha traído más controversia al interior de ese país, ya que muchos congresistas han manifestado su indignación ante el silencio del presidente López, quien se ha negado a felicitar a Joe Biden alegando su propia experiencia en elecciones.
“Nosotros padecimos mucho de las cargadas, de cuando nos robaron una de las veces la presidencia, y todavía no se terminaban de contar los votos y ya algunos Gobiernos extranjeros estaban reconociendo a los que se declararon ganadores, eso fue lo que pasó en el 2006”, señaló el mandatario mexicano.
Un poco más al sur, el presidente brasileño Jair Bolsonaro, declarado admirador de Donald Trump, tampoco ha manifestado acciones tendientes a reconocer el triunfo de Joe Biden y su actitud ha sido más bien de ignorar lo sucedido la semana pasada en Estados Unidos asegurando que “Brasil seguirá siendo Brasil” y que su país mantendrá la tradición de “no interferencia” en los procesos internos de otras naciones.
La no transición
Dado que en Estados Unidos no existe un periodo que medie entre el fin de una administración y el inicio de otra, la gestión Trump seguirá a cargo hasta el mismo 20 de enero al mediodía. Es así que fuentes de ese gobierno han dejado traslucir que junto a Israel y otros países árabes del Golfo Pérsico, la administración estadounidense se encuentra preparando una ola de sanciones contra Irán para llevarlas a cabo en las próximas diez semanas.
Según Elliot Abrams, representante del gobierno de Trump enviado a Israel, Trump anunciará una nueva serie de sanciones a Irán cada semana hasta el 20 de enero, lo que hará muy compleja la asunción de Biden, particularmente por la intención manifestada por el demócrata de revivir el acuerdo nuclear de 2015, revirtiendo la decisión de Donald Trump.