“He sido violentado y/o maltratado en el ejercicio de mis funciones de guardadores del orden y seguridad pública”, se lee en la querella interpuesta ante el Tribunal de Garantía de Talcahuano por John Mograve, el uniformado sindicado como responsable de los disparos que hirieron a dos adolescentes en el centro Carlos Macera de esa ciudad, hechos ocurrido el miércoles recién pasado.
En la acción judicial, que fue admitida a trámite por el juzgado competente, el carabinero asegura que durante el operativo policial dio cumplimiento a los protocolos de la institución y que él percutó “dos disparos en 45 grados en las partes no letales del cuerpo”. Además, señala que fue atacado por un grupo de al menos 8 niños que lo golpearon con objetos contundentes en la cabeza ocasionándole lesiones leves y que esa habría sido la razón de los disparos.
John Mograve Villegas, patrocinado por la abogada de la Octava Zona de Carabineros del Biobío, Vanessa Román, se querelló bajo la figura de maltrato de obra a carabineros contra quien resulte responsable de las lesiones alegadas por quien es el único imputado como autor de los disparos contra dos adolescentes de 14 y 17 años que siguen internados en el Hospital Las Higueras de Talcahuano.
En la audiencia de formalización por los hechos ocurrido la tarde del miércoles 18, se decretó la medida cautelar más gravosa en contra de Mograve, dado que el juez de Garantía consideró que el uniformado no respetó el principio de proporcionalidad en el actuar y que “hubo un grave accionar de un agente del Estado contra otras personas y especialmente contra menores que también estaban bajo custodia de el Estado”.