Marco Moreno: “El problema de la oposición es que hay un sector que se siente más cómodo administrando el descontento que el poder”
Solo un voto marcó la mayoría para que Chile Vamos siguiera a cargo de la testera de la Cámara Baja evidenciando la incapacidad que han tenido las oposiciones para articularse en torno a una idea. Para el analista político, la abstención de los representantes del Partido Humanista en la votación es "una demostración de fuerza de Pamela Jiles".
Claudia Carvajal G.
Martes 1 de diciembre 2020 21:13 hrs.
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La derrota sufrida por la oposición para lograr un cambio en la testera es el más reciente episodio en la novela de desencuentros de las oposiciones en el Congreso.
Durante toda la semana recién pasada se habían sucedido las reuniones y negociaciones para que la moción de censura presentada por cuatro comités: el Mixto Liberal, Comunes e Independientes; el Comunista; el de Revolución Democrática; y el Mixto Humanista, FRVS, Ecologista Verde e Independientes prosperara y se destituyera a Diego Paulsen (RN), Francisco Undurraga (Evópoli) y Rodrigo González (PPD) y en su lugar se instalara un representante de la Democracia Cristiana como presidente, apoyado de diputados del PS y del PR en las vicepresidencias.
La acción se fundaba en exactamente los mismos hechos que la anterior moción de censura presentada justo después que la Cámara votara en favor de acusar constitucionalmente al ahora ex ministro del Interior Víctor Pérez y que fue retirada a las pocas horas. En concreto, la solicitud decía relación con los hechos ocurridos en octubre pasado cuando la mesa presidida entonces por el primer vicepresidente, diputado Francisco Undurraga, no permitió la votación remota de Camila Vallejo (PC) y Cristóbal Urruticoechea (RN) mientras se revisaba el proyecto de Educación Sexual Infantil Integral, que fue finalmente rechazado por falta de quórum.
A diferencia de lo ocurrido en octubre, en esta oportunidad parecía haber un consenso general desde la DC al Frente Amplio, pero finalmente fueron cinco votos de diputados del Partido Humanista e independientes los que sellaron este nuevo fracaso de las oposiciones de presentar una unión frente al oficialismo en la Cámara de Diputados.
Para Marco Moreno, Director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central lo ocurrido este martes en la Sala de la Cámara Baja responde al momento electoral que se está desarrollando en nuestro país, ya que los distintos representantes de la oposición están más enfocados en orientar sus negociaciones luego de lo ocurrido en las primarias del domingo recién pasado en que la participación fue muy baja.
“Tanto en Unidad Constituyente como en el Frente Amplio quedaron un poco desconcertados con lo ocurrido, y eso les impide dar señales de unidad porque está en discusión si van a tener una candidatura única. No han logrado ponerse de acuerdo porque están pensando en otras negociaciones. Por otro lado, este grupo díscolo que se abstuvo lo que busca es instalar una identidad y separarse de las coaliciones opositoras señalando que no quieren participar de ‘cocinas’ políticas y eso da cuenta que la convivencia con esos parlamentarios no será fácil”, manifestó el analista político.
Fue justamente el partido político detrás de quien ha sido considerada la figura política con mejor evaluación ciudadana el que marcó el devenir del rechazo de la moción de censura.
“Esta es una demostración de fuerza de Pamela Jiles para la elección del Gobernador Regional. Ella va a querer negociar algo a cambio de potenciar la candidatura del Partido Humanista que además es su pareja”, proyectó Marco Moreno.
Consultado sobre las razones que habría tenido el Partido Humanista para desmarcarse de las negociaciones, Moreno reiteró que ello tiene que ver con la búsqueda de un espacio propio en el que puedan tener injerencia en las decisiones políticas al interior del Congreso.
“En este parlamentarismo de facto, como se la ha llamado, las presidencias de las comisiones son muy importantes y el Frente Amplio ha apostado más bien a eso, a hacer desde allí una estrategia de mayor posicionamiento. Lo que vemos acá es más bien un intento de Pamela Jiles de buscar una negociación y este es un primer llamado de alerta de ella diciendo que cualquier negociación entre el F.A y la ex Nueva Mayoría, también pasa por ella, por el Partido Humanista.
Uno hubiera esperado que ellos se hubiesen allanado de alguna manera a apoyar la censura de la mesa, pero en la repartición de las comisiones no estaban obteniendo nada ni estaban siendo elemento clave en la negociación. Entonces, lo que hizo el Partido Humanista es demostrar que con los 4 o 5 votos que manejan pueden, en quórums tan ajustados, ser un factor influyente. Esto, en todo caso, es a costa de la unidad de la oposición”, expresó el analista político.
En cuanto a las enormes divergencias al interior de la oposición y que se han evidenciado en innumerables ocasiones, el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central explicó que esto se debe a que los representantes del ese sector están más preocupados de proyectos personales que de uno colectivo.
“Una parte de la oposición está más cómoda manejando el malestar, descontento e indignación social que manejando el poder, entonces se sienten más cómodos siendo opositores totalmente, y no colaborando ni buscando puentes o generando espacios de convergencia o unidad. Y es ese precisamente el problema de la oposición, que hay un sector que se siente más cómodo administrando el descontento que el poder porque eso renta más políticamente especialmente al inicio de un ciclo electoral”, aseveró Moreno.
Finalmente, respecto de los efectos prácticos que conlleva el que la testera de la Cámara Baja se mantenga a cargo del oficialismo, el magister en Ciencia Política señaló que en realidad eso no reviste mayor trascendencia, particularmente porque el 2021 es año electoral y además estará marcado por la elección de los convencionales y el inicio de las sesiones de la Convención Constituyente.
“Lo que el Parlamento pueda hacer no es muy relevante, en cambio sí importa más cómo se lleven las comisiones porque eso dará poder para manejar los tiempos políticos al interior del Congreso”, concluyó.
El fracaso en el intento de desbancar a la mesa de la Cámara de Diputados implica que el oficialismo seguirá en la testera hasta el próximo año. Desde la Democracia Cristiana, el jefe de bancada de los diputados, Daniel Verdessi, anunció que su partido decidió dar de baja el acuerdo administrativo tomado al interior de la oposición en 2018 respecto de la presidencia de la mesa de la Cámara y manifestó que su partido está en libertad de acción para elegir una nueva testera y también las presidencias de las distintas comisiones.
La derrota sufrida por la oposición para lograr un cambio en la testera es el más reciente episodio en la novela de desencuentros de las oposiciones en el Congreso.
Durante toda la semana recién pasada se habían sucedido las reuniones y negociaciones para que la moción de censura presentada por cuatro comités: el Mixto Liberal, Comunes e Independientes; el Comunista; el de Revolución Democrática; y el Mixto Humanista, FRVS, Ecologista Verde e Independientes prosperara y se destituyera a Diego Paulsen (RN), Francisco Undurraga (Evópoli) y Rodrigo González (PPD) y en su lugar se instalara un representante de la Democracia Cristiana como presidente, apoyado de diputados del PS y del PR en las vicepresidencias.
La acción se fundaba en exactamente los mismos hechos que la anterior moción de censura presentada justo después que la Cámara votara en favor de acusar constitucionalmente al ahora ex ministro del Interior Víctor Pérez y que fue retirada a las pocas horas. En concreto, la solicitud decía relación con los hechos ocurridos en octubre pasado cuando la mesa presidida entonces por el primer vicepresidente, diputado Francisco Undurraga, no permitió la votación remota de Camila Vallejo (PC) y Cristóbal Urruticoechea (RN) mientras se revisaba el proyecto de Educación Sexual Infantil Integral, que fue finalmente rechazado por falta de quórum.
A diferencia de lo ocurrido en octubre, en esta oportunidad parecía haber un consenso general desde la DC al Frente Amplio, pero finalmente fueron cinco votos de diputados del Partido Humanista e independientes los que sellaron este nuevo fracaso de las oposiciones de presentar una unión frente al oficialismo en la Cámara de Diputados.
Para Marco Moreno, Director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central lo ocurrido este martes en la Sala de la Cámara Baja responde al momento electoral que se está desarrollando en nuestro país, ya que los distintos representantes de la oposición están más enfocados en orientar sus negociaciones luego de lo ocurrido en las primarias del domingo recién pasado en que la participación fue muy baja.
“Tanto en Unidad Constituyente como en el Frente Amplio quedaron un poco desconcertados con lo ocurrido, y eso les impide dar señales de unidad porque está en discusión si van a tener una candidatura única. No han logrado ponerse de acuerdo porque están pensando en otras negociaciones. Por otro lado, este grupo díscolo que se abstuvo lo que busca es instalar una identidad y separarse de las coaliciones opositoras señalando que no quieren participar de ‘cocinas’ políticas y eso da cuenta que la convivencia con esos parlamentarios no será fácil”, manifestó el analista político.
Fue justamente el partido político detrás de quien ha sido considerada la figura política con mejor evaluación ciudadana el que marcó el devenir del rechazo de la moción de censura.
“Esta es una demostración de fuerza de Pamela Jiles para la elección del Gobernador Regional. Ella va a querer negociar algo a cambio de potenciar la candidatura del Partido Humanista que además es su pareja”, proyectó Marco Moreno.
Consultado sobre las razones que habría tenido el Partido Humanista para desmarcarse de las negociaciones, Moreno reiteró que ello tiene que ver con la búsqueda de un espacio propio en el que puedan tener injerencia en las decisiones políticas al interior del Congreso.
“En este parlamentarismo de facto, como se la ha llamado, las presidencias de las comisiones son muy importantes y el Frente Amplio ha apostado más bien a eso, a hacer desde allí una estrategia de mayor posicionamiento. Lo que vemos acá es más bien un intento de Pamela Jiles de buscar una negociación y este es un primer llamado de alerta de ella diciendo que cualquier negociación entre el F.A y la ex Nueva Mayoría, también pasa por ella, por el Partido Humanista.
Uno hubiera esperado que ellos se hubiesen allanado de alguna manera a apoyar la censura de la mesa, pero en la repartición de las comisiones no estaban obteniendo nada ni estaban siendo elemento clave en la negociación. Entonces, lo que hizo el Partido Humanista es demostrar que con los 4 o 5 votos que manejan pueden, en quórums tan ajustados, ser un factor influyente. Esto, en todo caso, es a costa de la unidad de la oposición”, expresó el analista político.
En cuanto a las enormes divergencias al interior de la oposición y que se han evidenciado en innumerables ocasiones, el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central explicó que esto se debe a que los representantes del ese sector están más preocupados de proyectos personales que de uno colectivo.
“Una parte de la oposición está más cómoda manejando el malestar, descontento e indignación social que manejando el poder, entonces se sienten más cómodos siendo opositores totalmente, y no colaborando ni buscando puentes o generando espacios de convergencia o unidad. Y es ese precisamente el problema de la oposición, que hay un sector que se siente más cómodo administrando el descontento que el poder porque eso renta más políticamente especialmente al inicio de un ciclo electoral”, aseveró Moreno.
Finalmente, respecto de los efectos prácticos que conlleva el que la testera de la Cámara Baja se mantenga a cargo del oficialismo, el magister en Ciencia Política señaló que en realidad eso no reviste mayor trascendencia, particularmente porque el 2021 es año electoral y además estará marcado por la elección de los convencionales y el inicio de las sesiones de la Convención Constituyente.
“Lo que el Parlamento pueda hacer no es muy relevante, en cambio sí importa más cómo se lleven las comisiones porque eso dará poder para manejar los tiempos políticos al interior del Congreso”, concluyó.
El fracaso en el intento de desbancar a la mesa de la Cámara de Diputados implica que el oficialismo seguirá en la testera hasta el próximo año. Desde la Democracia Cristiana, el jefe de bancada de los diputados, Daniel Verdessi, anunció que su partido decidió dar de baja el acuerdo administrativo tomado al interior de la oposición en 2018 respecto de la presidencia de la mesa de la Cámara y manifestó que su partido está en libertad de acción para elegir una nueva testera y también las presidencias de las distintas comisiones.
La derrota sufrida por la oposición para lograr un cambio en la testera es el más reciente episodio en la novela de desencuentros de las oposiciones en el Congreso.
Durante toda la semana recién pasada se habían sucedido las reuniones y negociaciones para que la moción de censura presentada por cuatro comités: el Mixto Liberal, Comunes e Independientes; el Comunista; el de Revolución Democrática; y el Mixto Humanista, FRVS, Ecologista Verde e Independientes prosperara y se destituyera a Diego Paulsen (RN), Francisco Undurraga (Evópoli) y Rodrigo González (PPD) y en su lugar se instalara un representante de la Democracia Cristiana como presidente, apoyado de diputados del PS y del PR en las vicepresidencias.
La acción se fundaba en exactamente los mismos hechos que la anterior moción de censura presentada justo después que la Cámara votara en favor de acusar constitucionalmente al ahora ex ministro del Interior Víctor Pérez y que fue retirada a las pocas horas. En concreto, la solicitud decía relación con los hechos ocurridos en octubre pasado cuando la mesa presidida entonces por el primer vicepresidente, diputado Francisco Undurraga, no permitió la votación remota de Camila Vallejo (PC) y Cristóbal Urruticoechea (RN) mientras se revisaba el proyecto de Educación Sexual Infantil Integral, que fue finalmente rechazado por falta de quórum.
A diferencia de lo ocurrido en octubre, en esta oportunidad parecía haber un consenso general desde la DC al Frente Amplio, pero finalmente fueron cinco votos de diputados del Partido Humanista e independientes los que sellaron este nuevo fracaso de las oposiciones de presentar una unión frente al oficialismo en la Cámara de Diputados.
Para Marco Moreno, Director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central lo ocurrido este martes en la Sala de la Cámara Baja responde al momento electoral que se está desarrollando en nuestro país, ya que los distintos representantes de la oposición están más enfocados en orientar sus negociaciones luego de lo ocurrido en las primarias del domingo recién pasado en que la participación fue muy baja.
“Tanto en Unidad Constituyente como en el Frente Amplio quedaron un poco desconcertados con lo ocurrido, y eso les impide dar señales de unidad porque está en discusión si van a tener una candidatura única. No han logrado ponerse de acuerdo porque están pensando en otras negociaciones. Por otro lado, este grupo díscolo que se abstuvo lo que busca es instalar una identidad y separarse de las coaliciones opositoras señalando que no quieren participar de ‘cocinas’ políticas y eso da cuenta que la convivencia con esos parlamentarios no será fácil”, manifestó el analista político.
Fue justamente el partido político detrás de quien ha sido considerada la figura política con mejor evaluación ciudadana el que marcó el devenir del rechazo de la moción de censura.
“Esta es una demostración de fuerza de Pamela Jiles para la elección del Gobernador Regional. Ella va a querer negociar algo a cambio de potenciar la candidatura del Partido Humanista que además es su pareja”, proyectó Marco Moreno.
Consultado sobre las razones que habría tenido el Partido Humanista para desmarcarse de las negociaciones, Moreno reiteró que ello tiene que ver con la búsqueda de un espacio propio en el que puedan tener injerencia en las decisiones políticas al interior del Congreso.
“En este parlamentarismo de facto, como se la ha llamado, las presidencias de las comisiones son muy importantes y el Frente Amplio ha apostado más bien a eso, a hacer desde allí una estrategia de mayor posicionamiento. Lo que vemos acá es más bien un intento de Pamela Jiles de buscar una negociación y este es un primer llamado de alerta de ella diciendo que cualquier negociación entre el F.A y la ex Nueva Mayoría, también pasa por ella, por el Partido Humanista.
Uno hubiera esperado que ellos se hubiesen allanado de alguna manera a apoyar la censura de la mesa, pero en la repartición de las comisiones no estaban obteniendo nada ni estaban siendo elemento clave en la negociación. Entonces, lo que hizo el Partido Humanista es demostrar que con los 4 o 5 votos que manejan pueden, en quórums tan ajustados, ser un factor influyente. Esto, en todo caso, es a costa de la unidad de la oposición”, expresó el analista político.
En cuanto a las enormes divergencias al interior de la oposición y que se han evidenciado en innumerables ocasiones, el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central explicó que esto se debe a que los representantes del ese sector están más preocupados de proyectos personales que de uno colectivo.
“Una parte de la oposición está más cómoda manejando el malestar, descontento e indignación social que manejando el poder, entonces se sienten más cómodos siendo opositores totalmente, y no colaborando ni buscando puentes o generando espacios de convergencia o unidad. Y es ese precisamente el problema de la oposición, que hay un sector que se siente más cómodo administrando el descontento que el poder porque eso renta más políticamente especialmente al inicio de un ciclo electoral”, aseveró Moreno.
Finalmente, respecto de los efectos prácticos que conlleva el que la testera de la Cámara Baja se mantenga a cargo del oficialismo, el magister en Ciencia Política señaló que en realidad eso no reviste mayor trascendencia, particularmente porque el 2021 es año electoral y además estará marcado por la elección de los convencionales y el inicio de las sesiones de la Convención Constituyente.
“Lo que el Parlamento pueda hacer no es muy relevante, en cambio sí importa más cómo se lleven las comisiones porque eso dará poder para manejar los tiempos políticos al interior del Congreso”, concluyó.
El fracaso en el intento de desbancar a la mesa de la Cámara de Diputados implica que el oficialismo seguirá en la testera hasta el próximo año. Desde la Democracia Cristiana, el jefe de bancada de los diputados, Daniel Verdessi, anunció que su partido decidió dar de baja el acuerdo administrativo tomado al interior de la oposición en 2018 respecto de la presidencia de la mesa de la Cámara y manifestó que su partido está en libertad de acción para elegir una nueva testera y también las presidencias de las distintas comisiones.
