Desde que eligió a Kamala Harris como su vicepresidenta, las nominaciones de Biden para su próximo gobierno resaltan por la diversidad. Como el nombramiento de Alejandro Mayorkas, nacido en Cuba, quien será el primer hispano e inmigrante en dirigir el Departamento de Seguridad Interior; o Katherine Tai, la primer mujer y estadounidense de origen asiático nominada como Representante Comercial de Estados Unidos; entre varios otros ejemplos.
El jueves 17 de diciembre, Biden sumó a su lista de ese gobierno que “rompe barreras”, como él mismo lo llama, otra nominación histórica, Deb Haaland, una mujer indígena, la primera en la historia encargada de supervisar los territorios autóctonos, si es confirmada por el Senado.
“Biden ganó la elección gracias a los votos de un frente que lo apoyó. Y la composición de género y de etnias de este frente es una colección realmente muy amplia”, dice a RFI el politólogo de la Kean University de New Jersey, Nazih Richani. “Lo que está haciendo ahora el presidente electo Biden es sencillamente pagar las deudas políticas que le permitieron ganar esta elección. Con estos nombramientos, Biden está diciendo: ‘ustedes me apoyaron y ahora estoy cumpliendo en darles a ustedes estos puestos’. Para Biden esa es su base social y política; y a esa base va a responder. Para mí esta fue la elección más interesante en la historia de los Estados Unidos porque vimos que las minorías cuentan y las minorías ganan”.
Cuando apenas había sido escogida por Biden para su fórmula presidencial, Kamala Harris fue calificada por la izquierda demócrata como tibia en temas cruciales de la agenda social. Hoy la exprocuradora de origen jamaiquino e indio es la primera vicepresidenta en la historia de EE. UU., un nombramiento celebrado ahora por ese mismo grupo.
“El sector que apoyó a Bernie Sanders o a Alexandria Ocasio-Cortez está más a la izquierda que la vicepresidenta electa Kamala Harris”, dice Richani . “Representan un grupo importante del Partido Demócrata que apoyó con mucha fuerza la candidatura de Biden a la Casa Blanca. Y ese campo está compuesto por minorías. Entonces lo que vemos hoy es una transacción política. Algo justo y legítimo en política”.
El nombramiento de Haaland es un momento “histórico” para Estados Unidos, escribió en Twitter la exsecretaria de Estado y candidata presidencial demócrata de 2016, Hillary Clinton. Haaland, de 60 años, integrante de la comunidad Laguna Pueblo fue elegida en 2018 representante al Congreso por Nuevo México.
Esta elección de Biden es vista, sin embargo, como una difícil decisión ya que le haría perder a una demócrata en la Cámara de Representantes en momentos en que la mayoría del partido pende de un hilo.
El presidente electo ya ha designado a la mayor parte de su gabinete, incluido Antony Blinken como secretario de Estado y Janet Yellen para encabezar el Tesoro.
El puesto de mayor jerarquía que permanece sin ser cubierto es el de fiscal general de Estados Unidos.
Desde que eligió a Kamala Harris como su vicepresidenta, las nominaciones de Biden para su próximo gobierno resaltan por la diversidad. Como el nombramiento de Alejandro Mayorkas, nacido en Cuba, quien será el primer hispano e inmigrante en dirigir el Departamento de Seguridad Interior; o Katherine Tai, la primer mujer y estadounidense de origen asiático nominada como Representante Comercial de Estados Unidos; entre varios otros ejemplos.
El jueves 17 de diciembre, Biden sumó a su lista de ese gobierno que “rompe barreras”, como él mismo lo llama, otra nominación histórica, Deb Haaland, una mujer indígena, la primera en la historia encargada de supervisar los territorios autóctonos, si es confirmada por el Senado.
“Biden ganó la elección gracias a los votos de un frente que lo apoyó. Y la composición de género y de etnias de este frente es una colección realmente muy amplia”, dice a RFI el politólogo de la Kean University de New Jersey, Nazih Richani. “Lo que está haciendo ahora el presidente electo Biden es sencillamente pagar las deudas políticas que le permitieron ganar esta elección. Con estos nombramientos, Biden está diciendo: ‘ustedes me apoyaron y ahora estoy cumpliendo en darles a ustedes estos puestos’. Para Biden esa es su base social y política; y a esa base va a responder. Para mí esta fue la elección más interesante en la historia de los Estados Unidos porque vimos que las minorías cuentan y las minorías ganan”.
Cuando apenas había sido escogida por Biden para su fórmula presidencial, Kamala Harris fue calificada por la izquierda demócrata como tibia en temas cruciales de la agenda social. Hoy la exprocuradora de origen jamaiquino e indio es la primera vicepresidenta en la historia de EE. UU., un nombramiento celebrado ahora por ese mismo grupo.
“El sector que apoyó a Bernie Sanders o a Alexandria Ocasio-Cortez está más a la izquierda que la vicepresidenta electa Kamala Harris”, dice Richani . “Representan un grupo importante del Partido Demócrata que apoyó con mucha fuerza la candidatura de Biden a la Casa Blanca. Y ese campo está compuesto por minorías. Entonces lo que vemos hoy es una transacción política. Algo justo y legítimo en política”.
El nombramiento de Haaland es un momento “histórico” para Estados Unidos, escribió en Twitter la exsecretaria de Estado y candidata presidencial demócrata de 2016, Hillary Clinton. Haaland, de 60 años, integrante de la comunidad Laguna Pueblo fue elegida en 2018 representante al Congreso por Nuevo México.
Esta elección de Biden es vista, sin embargo, como una difícil decisión ya que le haría perder a una demócrata en la Cámara de Representantes en momentos en que la mayoría del partido pende de un hilo.
El presidente electo ya ha designado a la mayor parte de su gabinete, incluido Antony Blinken como secretario de Estado y Janet Yellen para encabezar el Tesoro.
El puesto de mayor jerarquía que permanece sin ser cubierto es el de fiscal general de Estados Unidos.
Desde que eligió a Kamala Harris como su vicepresidenta, las nominaciones de Biden para su próximo gobierno resaltan por la diversidad. Como el nombramiento de Alejandro Mayorkas, nacido en Cuba, quien será el primer hispano e inmigrante en dirigir el Departamento de Seguridad Interior; o Katherine Tai, la primer mujer y estadounidense de origen asiático nominada como Representante Comercial de Estados Unidos; entre varios otros ejemplos.
El jueves 17 de diciembre, Biden sumó a su lista de ese gobierno que “rompe barreras”, como él mismo lo llama, otra nominación histórica, Deb Haaland, una mujer indígena, la primera en la historia encargada de supervisar los territorios autóctonos, si es confirmada por el Senado.
“Biden ganó la elección gracias a los votos de un frente que lo apoyó. Y la composición de género y de etnias de este frente es una colección realmente muy amplia”, dice a RFI el politólogo de la Kean University de New Jersey, Nazih Richani. “Lo que está haciendo ahora el presidente electo Biden es sencillamente pagar las deudas políticas que le permitieron ganar esta elección. Con estos nombramientos, Biden está diciendo: ‘ustedes me apoyaron y ahora estoy cumpliendo en darles a ustedes estos puestos’. Para Biden esa es su base social y política; y a esa base va a responder. Para mí esta fue la elección más interesante en la historia de los Estados Unidos porque vimos que las minorías cuentan y las minorías ganan”.
Cuando apenas había sido escogida por Biden para su fórmula presidencial, Kamala Harris fue calificada por la izquierda demócrata como tibia en temas cruciales de la agenda social. Hoy la exprocuradora de origen jamaiquino e indio es la primera vicepresidenta en la historia de EE. UU., un nombramiento celebrado ahora por ese mismo grupo.
“El sector que apoyó a Bernie Sanders o a Alexandria Ocasio-Cortez está más a la izquierda que la vicepresidenta electa Kamala Harris”, dice Richani . “Representan un grupo importante del Partido Demócrata que apoyó con mucha fuerza la candidatura de Biden a la Casa Blanca. Y ese campo está compuesto por minorías. Entonces lo que vemos hoy es una transacción política. Algo justo y legítimo en política”.
El nombramiento de Haaland es un momento “histórico” para Estados Unidos, escribió en Twitter la exsecretaria de Estado y candidata presidencial demócrata de 2016, Hillary Clinton. Haaland, de 60 años, integrante de la comunidad Laguna Pueblo fue elegida en 2018 representante al Congreso por Nuevo México.
Esta elección de Biden es vista, sin embargo, como una difícil decisión ya que le haría perder a una demócrata en la Cámara de Representantes en momentos en que la mayoría del partido pende de un hilo.
El presidente electo ya ha designado a la mayor parte de su gabinete, incluido Antony Blinken como secretario de Estado y Janet Yellen para encabezar el Tesoro.
El puesto de mayor jerarquía que permanece sin ser cubierto es el de fiscal general de Estados Unidos.
