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La Lista del Pueblo: un caso de configuración de poder electoral constituyente

Columna de opinión por Eric Eduardo Palma
Miércoles 13 de enero 2021 20:08 hrs.


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Ha concluido con éxito la segunda fase de construcción del poder electoral constituyente que se requiere para crear una nueva constitución. Distintos actores del movimiento social han configurado de manera autónoma, una posibilidad real de transformar la energía desplegada en las calles en poder político capaz de superar la Constitución de la dictadura y su entramado neoliberal.

La marcha del 25 de octubre de 2019, el Chile que despertó, era sólo energía vital en movimiento que corría el riesgo de diluirse y perder su potencial emancipador. Los partidos políticos carecían de la legitimidad y credibilidad suficiente para convertir este accionar colectivo en poder político transformador. De hecho, el pacto de noviembre de 2019 entre partidos oficialistas y opositores fue un intento por domesticar esta energía vital liberadora.

Desde el año 2002 el movimiento por la asamblea constituyente enfrentó el desafío de configurarse como un poder político capaz de generar una nueva constitución. El movimiento, sostenido por distintos actores, fue exitoso en instalar en el seno de distintas organizaciones sociales la demanda por una nueva constitución vía asamblea constituyente, transformando una demanda de pocos en demanda de millones. Fracasó, sin embargo, en su propósito de captar la adhesión real de los partidos políticos, únicos actores con poder para alcanzar la meta de la AC en el contexto del orden institucional imperante en el largo periodo 2002-2020.  Es más, incluso llegó a ocurrir que los partidos terminaron transformándose en el principal obstáculo para la acción del movimiento social que demandaba asamblea constituyente. El Pacto por la Paz Social y la Nueva Constitución fue la culminación de este choque frontal de dos actores, el movimiento social creciente que por casi dos décadas demandaba una nueva constitución vía asamblea constituyente, versus el conjunto de la gran mayoría de los partidos políticos, oficialistas y opositores, que a lo largo del siglo XXI han mirado con desconfianza esta demanda ciudadana (existen calificadas excepciones, por cierto).

El movimiento social por la asamblea constituyente necesita crear su propio poder electoral constituyente. Un poder político que le permita ser actor en la gestación de una nueva carta fundamental. Un actor con capacidad para neutralizar el maridaje entre la elite económica y las cúpulas de los partidos políticos. Un protagonista portador de una propuesta de transformación emancipadora con aptitud para generar adhesión y pactos con distintos actores sociales e independientes, en torno a un proyecto sociopolítico y económico que supere al neoliberalismo.

La organización de listas de independientes abre la posibilidad de transformar la energía de la calle en poder político, en poder electoral constituyente que surge desde abajo, inserto en el mundo social que sufre. Poder que es autónomo respecto de la elite económica y de las cúpulas partidistas. La Lista del Pueblo es un caso destacable al respecto. Mientras la otra organización de independientes de alcance nacional contó con la cobertura de los medios de comunicación controlados por las elites y los partidos políticos, la Lista del Pueblo no fue ni siquiera mencionada en los distintos reportajes que se hicieron respecto del proceso de inscripción de candidaturas.

La Lista del Pueblo a punta de esfuerzo de gente común y corriente, alcanzó su objetivo de inscribir candidaturas a lo largo del país superando todos los obstáculos institucionales y la ausencia en los medios. Presentó candidaturas en 21 distritos con un total de 128.885 firmas de patrocinio. En todos alcanzó con holgura las firmas requeridas, llegando a superar incluso en 17 distritos en más de un 200% las firmas requeridas (en el 10 superó en más de un 400%). La prensa ha transformado los distritos 10 y 12 en foco de atención: sin apoyo mediático ni cobertura en radio, televisión o diarios, la Lista del Pueblo fue apoyada por 10.686 personas en el distrito 10 y por  11.875 en el distrito 12.

Su propuesta de creación de un Estado Ambiental, Igualitario y Participativo es expresión de una profunda agenda de cambio. Se trata de un intento de crear una fórmula político institucional diferenciable de la postura hegemónica de la elite económica y política.

El primer éxito electoral de la lista ya es un hecho: 128.885 personas han decidido apoyar esta propuesta y generar las condiciones para que 137 candidatas y candidatos procuren superar las exigencias del Servel y figuren como opción en las elecciones del 11 de abril de 2021.

Se abre un segundo momento electoral que tensionará la fórmula que fue exitosa en este primer desafío: ahora más que antes y como nunca, el pueblo puede construir auténtico poder electoral para contar con una constituyente que supere el modelo neoliberal. Las candidatas y candidatos de la Lista del Pueblo, enfrentarán a partir de febrero el desafío de movilizar a todas las personas que quieren pasar por sobre los partidos para construir un Chile de todas y todos.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.