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Rodrigo Osorio: “Estar en el 2021 y que en nuestro país aparezca una ley que prohíba la música, es surrealista”

Luego de que el Gobierno retrocediera en la aplicación de restricciones para la emisión de música envasada y en vivo en restaurantes y locales análogos, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Autores señaló que la medida revela el abandono en que está el sector. “No se han dado cuenta de que hay que poner a la cultura en el radar”, dijo el vocalista de Sinergia.

Abril Becerra

  Miércoles 13 de enero 2021 19:04 hrs. 
don rorro

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El martes recién pasado, el Ministerio de Salud actualizó el “Plan Paso a Paso”, incluyendo un punto que estaría en vigencia sólo por unas horas: la prohibición de emitir música envasada y en vivo en restaurantes y locales análogos.

La restricción desencadenó una polémica tal, que rápidamente las autoridades dieron un pie atrás, señalando que la medida sólo era una recomendación: “Esta medida está pensada en que al existir este tipo de sonidos ambientes en dichos lugares, es más probable que los asistentes deban alzar la voz para comunicarse y eso acrecienta los riesgos de propagación del virus mediante las gotas de saliva”, explicaron desde el Gobierno por medio de redes sociales. 

No obstante, desde organizaciones como la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD), advirtieron que la controversia es grave y que revela el abandono en el que está el sector: “No se han dado cuenta de que hay que poner a la cultura en el radar”, sostuvo Rodrigo Osorio, vicepresidente del organismo y vocalista de Sinergia. 

¿Cómo interpretan las restricciones contempladas en el “Paso a Paso”? Pareciera un retroceso respecto de lo que ustedes han trabajado…

Estaban tan equivocados que se revirtió en un día. También se revirtió gracias al respaldo de la ciudadanía y porque los músicos alzaron bien fuerte su voz. O sea, hay que entender que el Gobierno y las autoridades sanitarias están dando una lucha importante para enfrentar la pandemia, pero si prohíbes la música, produces justo el efecto contrario. Tiendo a pensar que si prohíbes la música, al final incentivas todo lo contrario como que existan eventos clandestinos. Y, como sector, no queremos que se realicen eventos clandestinos, por el contrario, queremos que se realicen eventos con todas las condiciones sanitarias y de seguridad. 

¿Cuál es el diagnóstico que tienen del avance de la crisis en la industria musical? 

En general, el efecto ha sido muy grave tanto en términos de recaudación de derecho autoral, que diría que hay una disminución entre un 30, 40 por ciento aproximadamente, lo que es muchísimo y afecta directamente a los artistas. Por otro lado, el impacto es tremendo respecto de la imposibilidad y la falta de medidas de ayudas que ha tenido este gobierno para efectos de paliar la crisis. Tenemos 10, 11 meses, de músicos que no han podido presentarse. Hay que tener súper claro que la principal fuente de ingreso de los artistas son las presentaciones en vivo. Entonces, si suprimes las presentaciones en vivo, los artistas se ven muy complicados y tienen que buscar fuentes alternativas, hacer conciertos vía streaming que son paliativos, pero que no reemplazan lo que es estar presentándose continuamente en vivo. 

rodrigo osorio

¿Cuáles son las demandas que se plantean como prioritarias en este momento de la crisis?

Diría que son cuatro frentes. Lo primero es que muchos países han aplicado subsidios por un periodo de tiempo de 6 meses. Otra vía puede ser la flexibilidad de las condiciones. No estamos pidiendo nada distinto de lo que se haya otorgado a turismo o gastronomía. En el fondo, lo que estamos diciendo es: conciertos al aire libre, con aforos reducidos, con todas las medidas y restricciones sanitarias. No estamos pidiendo algo distinto. También financiamiento y la posibilidad de que el Estado compre espectáculos de artistas, cosa que se ha aplicado en varios otros países de la región. Se necesitan medidas urgentes, orientadas a subsidiar a los músicos. Se pueden hacer cosas y es fundamental que haya una ayuda para nuestro sector que también es muy importante, tanto como para el movimiento de la economía como para la salud mental y el estado de ánimo de un país. 

¿Cómo explicas que no se haya podido avanzar en esa línea? 

Es difícil encontrar una respuesta. Estar en el año 2021 y que en nuestro país aparezca una ley que prohíba la música, es algo realmente sorprendente, surrealista. Lo comunicamos a otros países en las respectivas sociedades de autores y de intérpretes y no lo podían creer. Estaban impresionadísimos. Nos sentimos un poco abandonados cuando no se ha querido o no se han dado cuenta de que hay que poner a la cultura en el radar, que es un sector súper importante. Creo que el Gobierno no se ha dado cuenta de la importancia y el valor de la música y el valor que tiene la cultura y lo importante que es apoyarla para el desarrollo de un país. 

Desde IMICHILE se pronunciaron solicitando, nuevamente, la renuncia de la ministra Valdés. ¿Cuál es su postura al respecto? 

Lo que queremos es hablar con el ministro de Economía, porque la misma ministra de las Cultura nos ha dicho que no tiene las atribuciones suficientes como para poder implementar las medidas que estamos solicitando. Por eso queremos ir al sector de Economía, porque ahí es donde se están provocando las reuniones que flexibilizan medidas para el turismo, para la gastronomía, entre otros sectores. Ahí es donde queremos encontrar soluciones. No sé si la renuncia de la ministra pueda ayudar a eso, porque si llegan otros ministros de Cultura, empezamos todo el tema de base cero. Lo que aporta es que nosotros como sector vayamos a Economía para pedir un trato digno, justo y que se nos den las mismas escuchas y las mismas condiciones que se les están dando a otros sectores para poder subsistir en estos meses tan complicados. 

Con ello, uno podría pensar que el Ministerio de las Culturas ya no es una vía valida para poder instalar las demandas del gremio… 

El mismo Ministerio nos está diciendo que tenemos que recurrir a estos sectores, pero quiero reforzar el último punto: no sé si la renuncia de la ministra sea la solución. Una solución sería que nos ayude a llegar a Economía para obtener las soluciones.

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