Las autoridades estadounidenses mostraron el jueves su voluntad de salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015 y del que Washington se retiró en 2018.
“Avanzar respecto al programa nuclear”
Tras una reunión virtual entre los ministros de Exteriores de Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden anunció que estaba dispuesto a aceptar una invitación de la Unión Europea para participar en conversaciones con Irán.
El encuentro reuniría a los países que firmaron el acuerdo (Irán, Estados Unidos, Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia) con el fin de “abordar la mejor forma de avanzar respecto al programa nuclear” iraní, según la diplomacia estadounidense.
En un gesto de buena voluntad, el gobierno de Biden también anunció que la proclamación de sanciones internacionales contra Irán, realizada de manera unilateral por Trump en septiembre, se quedará en el papel. El resto de los 15 países del Consejo de Seguridad ya habían considerado que este anuncio no tendría ningún efecto.
Además, el departamento de Estado norteamericano anunció que aliviaría las restricciones de desplazamiento en Nueva York de los diplomáticos iraníes ante la ONU, que también fueron aumentadas durante el mandato de Trump.
Señales de buena voluntad
En un tuit hecho esta mañana, el ministro de Exteriores iraní Mohamad Javad Zarif dio la bienvenida al paso del gobierno del presidente estadounidense Joe Biden de retirar la petición hecha por su antecesor para restablecer las sanciones a Irán en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, utilizando un mecanismo conocido como snapback, que Irán siempre había señalado que no tenía fundamento.
Teherán argumenta que si ha retrocedido en sus compromisos en el Acuerdo Nuclear, es como respuesta a que Washington se retiró de este pacto en 2018, impuso sanciones económicas en una política conocida como “máxima presión”, y porque los otros países firmantes, especialmente los europeos, no han cumplido su promesa de ayudar a Irán a beneficiarse económicamente del acuerdo.
“Nuestras medidas son una respuesta a las violaciones estadounidenses y europeas”, aseguró Zarif el jueves. “Responderemos a los actos con actos”, añadió.
En el mismo tuit, Zarif reiteró que Teherán sólo volvería a cumplir con los acuerdos si Estados Unidos levanta las sanciones económicas. Teherán “anulará inmediatamente” sus medidas de represalia si Estados Unidos “levanta sin condiciones todas las sanciones impuestas, reimpuestas o rebautizadas por Trump”, escribió.
Un momento delicado
Biden ha dejado muy claro que Estados Unidos tiene la intención de volver al pacto solamente cuando Irán vuelva a demostrar que lo cumple plenamente.
El momento actual es especialmente delicado. En virtud de una ley aprobada por el Parlamento iraní, el gobierno planea restringir a partir del 21 de febrero el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a algunas instalaciones si Estados Unidos no levanta sus sanciones.
El jueves los ministros francés, Jean-Yves Le Drian, alemán, Heiko Maas, británico, Dominic Raab, y estadounidense, Antony Blinken, afirmaron que si esta ley se aplica, se entraría en una situación “peligrosa” e instaron a Irán a “considerar las consecuencias de una acción tan grave, especialmente en este momento de renovada oportunidad diplomática”.
Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos también expresaron su “preocupación común” por la reciente decisión de Irán de producir uranio enriquecido al 20% y uranio metálico, lo que constituye un “paso clave en el desarrollo de un arma nuclear”.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, tiene previsto viajar el sábado a Teherán para “encontrar una solución mutuamente aceptable”, según el organismo con sede en Viena, que está preocupado por el “grave impacto” de estas restricciones.
Con la corresponsal de RFI en Teherán, Catalina Gómez.