El alcalde de Lyon, Grégory Doucet, del partido Europa Ecología Los Verdes, afirma que la decisión no se debe a motivaciones ideológicas, sino a “razones de salud”. Asegura que la situación es provisional y evolucionará a medida que mejore la lucha contra la pandemia de Covid-19 en Francia.
“El nuevo protocolo impone una distancia de dos metros en los comedores escolares. El menú único nos permitirá agilizar el servicio y acoger así a todos los alumnos con seguridad”, explicó la secretaria municipal de Educación, Stéphanie Léger, al diario Le Progrès. Según ella, se seguirá sirviendo pescado y huevos.
La explicación no sirvió para sofocar la polémica. En Twitter, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, denunció “un insulto inaceptable para los agricultores y los carniceros franceses”. “Estamos viendo bien que la política moralista y elitista de los ecologistas excluye a las clases populares. Muchos niños a menudo sólo pueden permitirse comer carne en los comedores escolares. Ideología escandalosa”, publicó.
Sin embargo, la declaración del ministro contradice la realidad. Según un estudio realizado en 2017 por la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria y Sanitaria, los ciudadanos con estudios superiores consumen más frutas y verduras. En cambio, las personas que sólo han terminado la escuela primaria prefieren las comidas con carne roja.
El Ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, no ahorró críticas al gobierno municipal de Lyon. “¡Ya basta de poner ideología en los platos de nuestros hijos! Simplemente démosles lo que necesitan para crecer bien. La carne es parte de eso”, dijo en su cuenta de Twitter.
La medida no es nueva
El alcalde de Lyon reaccionó a las críticas. En las redes sociales, Grégory Doucet ha recordado que la administración anterior, del mismo partido político que los ministros y el presidente francés Emmanuel Macron (La República en Marcha), tomó la misma decisión durante la primera oleada de Covid-19 del año pasado. “No escuchamos estas declaraciones contra Gérard Collomb [ex alcalde de Lyon], miembro de su familia política, que optó exactamente por la misma medida”, tuiteó.
De hecho, cuando aún dirigía la ciudad, Collomb impuso el menú sin carne en dos momentos: en el primer confinamiento, para los hijos de los profesionales de la salud que seguían yendo a la escuela, y entre mayo y julio de 2020, para una mejor organización de los comedores durante la pandemia. En ese momento, la medida no suscitó ninguna reacción por parte del gobierno nacional.
El alcalde de Lyon, Grégory Doucet, del partido Europa Ecología Los Verdes, afirma que la decisión no se debe a motivaciones ideológicas, sino a “razones de salud”. Asegura que la situación es provisional y evolucionará a medida que mejore la lucha contra la pandemia de Covid-19 en Francia.
“El nuevo protocolo impone una distancia de dos metros en los comedores escolares. El menú único nos permitirá agilizar el servicio y acoger así a todos los alumnos con seguridad”, explicó la secretaria municipal de Educación, Stéphanie Léger, al diario Le Progrès. Según ella, se seguirá sirviendo pescado y huevos.
La explicación no sirvió para sofocar la polémica. En Twitter, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, denunció “un insulto inaceptable para los agricultores y los carniceros franceses”. “Estamos viendo bien que la política moralista y elitista de los ecologistas excluye a las clases populares. Muchos niños a menudo sólo pueden permitirse comer carne en los comedores escolares. Ideología escandalosa”, publicó.
Sin embargo, la declaración del ministro contradice la realidad. Según un estudio realizado en 2017 por la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria y Sanitaria, los ciudadanos con estudios superiores consumen más frutas y verduras. En cambio, las personas que sólo han terminado la escuela primaria prefieren las comidas con carne roja.
El Ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, no ahorró críticas al gobierno municipal de Lyon. “¡Ya basta de poner ideología en los platos de nuestros hijos! Simplemente démosles lo que necesitan para crecer bien. La carne es parte de eso”, dijo en su cuenta de Twitter.
La medida no es nueva
El alcalde de Lyon reaccionó a las críticas. En las redes sociales, Grégory Doucet ha recordado que la administración anterior, del mismo partido político que los ministros y el presidente francés Emmanuel Macron (La República en Marcha), tomó la misma decisión durante la primera oleada de Covid-19 del año pasado. “No escuchamos estas declaraciones contra Gérard Collomb [ex alcalde de Lyon], miembro de su familia política, que optó exactamente por la misma medida”, tuiteó.
De hecho, cuando aún dirigía la ciudad, Collomb impuso el menú sin carne en dos momentos: en el primer confinamiento, para los hijos de los profesionales de la salud que seguían yendo a la escuela, y entre mayo y julio de 2020, para una mejor organización de los comedores durante la pandemia. En ese momento, la medida no suscitó ninguna reacción por parte del gobierno nacional.
El alcalde de Lyon, Grégory Doucet, del partido Europa Ecología Los Verdes, afirma que la decisión no se debe a motivaciones ideológicas, sino a “razones de salud”. Asegura que la situación es provisional y evolucionará a medida que mejore la lucha contra la pandemia de Covid-19 en Francia.
“El nuevo protocolo impone una distancia de dos metros en los comedores escolares. El menú único nos permitirá agilizar el servicio y acoger así a todos los alumnos con seguridad”, explicó la secretaria municipal de Educación, Stéphanie Léger, al diario Le Progrès. Según ella, se seguirá sirviendo pescado y huevos.
La explicación no sirvió para sofocar la polémica. En Twitter, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, denunció “un insulto inaceptable para los agricultores y los carniceros franceses”. “Estamos viendo bien que la política moralista y elitista de los ecologistas excluye a las clases populares. Muchos niños a menudo sólo pueden permitirse comer carne en los comedores escolares. Ideología escandalosa”, publicó.
Sin embargo, la declaración del ministro contradice la realidad. Según un estudio realizado en 2017 por la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria y Sanitaria, los ciudadanos con estudios superiores consumen más frutas y verduras. En cambio, las personas que sólo han terminado la escuela primaria prefieren las comidas con carne roja.
El Ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, no ahorró críticas al gobierno municipal de Lyon. “¡Ya basta de poner ideología en los platos de nuestros hijos! Simplemente démosles lo que necesitan para crecer bien. La carne es parte de eso”, dijo en su cuenta de Twitter.
La medida no es nueva
El alcalde de Lyon reaccionó a las críticas. En las redes sociales, Grégory Doucet ha recordado que la administración anterior, del mismo partido político que los ministros y el presidente francés Emmanuel Macron (La República en Marcha), tomó la misma decisión durante la primera oleada de Covid-19 del año pasado. “No escuchamos estas declaraciones contra Gérard Collomb [ex alcalde de Lyon], miembro de su familia política, que optó exactamente por la misma medida”, tuiteó.
De hecho, cuando aún dirigía la ciudad, Collomb impuso el menú sin carne en dos momentos: en el primer confinamiento, para los hijos de los profesionales de la salud que seguían yendo a la escuela, y entre mayo y julio de 2020, para una mejor organización de los comedores durante la pandemia. En ese momento, la medida no suscitó ninguna reacción por parte del gobierno nacional.
