Este lunes el Banco Central informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) cayó un 3,1% en el mes de enero, influido principalmente por el descenso de las actividades de servicios, la producción de bienes asociados y de la construcción. En menor medida, también influyó la baja de 1,5% y 1,8% de la minería e industria manufacturera.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, declaró a través de su cuenta de Twitter que este resultado de la actividad económica en el primer mes del año es una prueba de los “enormes desafíos” que tiene el país para el 2021.
El retroceso de un 3,1% en la actividad económica que muestra el Imacec de Enero, da cuenta de los enormes desafíos que tiene el país para el 2021. Vamos a seguir trabajando con más fuerza, para que en el resto del año podamos crecer con fuerza y recuperar los empleos perdidos pic.twitter.com/QX8oVfStZj
— Rodrigo Cerda Norambuena (@rcerdan) March 1, 2021
Según lo informado por el Banco Central, la actividad comercial registró un crecimiento del 8,8%, mayormente debido a ventas minoritarias y mayoristas; mientras que los servicios cayeron un 6,3%, pues el transporte, restaurantes, hoteles, actividades culturales, servicios empresariales y de esparcimiento se vieron impactados por los efectos de la emergencia sanitaria asociada a la pandemia de Covid-19.
Para el economista y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Óscar Landerretche esta cifra es aún más negativa de lo que se ha hablado, pues -asegura- debe ser analizada en un periodo de doce meses comparado con el mismo lapso anterior.
“Nadie esperaba un buen número para enero, pero se creía que la caída sería la mitad de lo que fue. El Imacec es un medidor muy bueno que tenemos en Chile porque mide mensualmente el producto interno bruto mientras que la mayor parte de los países lo mide trimestralmente o anualmente. Además es muy certero, porque cuando se recalcula casi siempre queda muy cerca de lo que realmente es.
“La situación del 3,1 % es más grave cuando se hacen otros cálculos: si se toma el año que termina en enero, es decir, se consideran los 12 meses, desde febrero de 2020 a enero de 2021 la verdad es que lo que estamos registrando es una caída de 6,3% en comparación al periodo anterior. Y mientras la economía decrecía 6,3%, la población seguía creciendo a un ritmo de 1,5 a 1,6 % mensual, lo que significa que el ingreso per cápita ha caído en un 8 por ciento y la última vez que tuvimos este nivel de producto per cápita para un año completo fue en agosto de 2012. Entonces, principalmente con la pandemia, pero también con el estallido social y el año de pésimo crecimiento económico que tuvimos antes de éste, el país ha retrocedido 8 años en términos de producto per cápita” señaló.
“Algunos tienen la esperanza de que la recuperación sea más rápida por las vacunas, las medidas expansionistas de Estados Unidos y todo eso ayuda, pero esto toma su tiempo”, agregó.
Respecto de los micro, pequeños o incluso medianos empresarios, el ex presidente del directorio de Codelco asevera que es imperativo que ellos sean considerados en las medidas económicas impulsadas por el Ejecutivo.
“Cuando se habla de empresas, se piensa en los grandes como la SOFOFA o la CPC, pero la mayor parte de las empresas son mucho más chicas. Muchos de ellos simplemente están haciendo lo justo y necesario y no están contratando gente porque no pueden arriesgar que en marzo o abril deban cerrar por nuevas medidas sanitarias. Vamos a salir de la pandemia, pero los tiempos de salida no son cortos y los empresarios no tienen espacios financieros para esperar una recuperación al 2022 o 2023, pues necesitan sobrevivir los próximos seis meses, entonces, es necesario entender que estamos ante un escenario de mucha incertidumbre para una gran cantidad de empresas que tienen mucho daño financiero y no pueden aguantar a punta de bicicletear los créditos. El problema de esto es que la certeza sobre el escenario próximo es muy difícil que pueda preverse por parte de cualquier gobierno, pero lo que sí puede hacer el Gobierno es proveer los instrumentos financieros para seguir bicicleteando este tema”.
En ese sentido y dado este ciclo alcista que ha evidenciado el cobre, Landerretche explica que hay que tener en cuenta que las más recientes alzas en el precio del comodity tienen resultados futuros y no inmediatos.
“El efecto del alza del precio del cobre no se genera hoy, por lo tanto, efectivamente el Estado va a tener más plata pero el impacto depende de las renegociaciones de contrato que son a fines de año, pero eso, en cierta medida, no importa porque lo que importa es la situación financiera del Estado en orden a los riesgos para asumir más deuda pública y generar mayores ayudas financieras. Si se instala un alza más permanente del precio del cobre, esto mejora la posibilidad de contraer más deuda y así ser más agresivo en término de ayuda”.
En ese sentido y enlazando la necesidad de que el Estado aporte con transferencias directas a quienes estés enfrentando situaciones económicas críticas como consecuencia de la pandemia, el economista criticó la política de los retiros desde las cuentas de capitalización individual como medidas paliativa para los habitantes del territorio nacional.
“Recordemos que la primera propuesta de ayudas desde el Estado era por tres meses y con aportes que disminuían. Busqué evidencia de pandemias que duraran tres meses en la historia de la humanidad y jamás las encontré. Luego el Gobierno hizo que se usaran los fondos de seguro de cesantía no para ese fin, sino para apoyar el empleo, entonces lo que hizo fue usar fondos de ahorro de cuentas individuales como es el seguro de cesantía y así abrió la puerta para usar los de pensiones. Ahora el Gobierno y la derecha rasgan vestiduras, pero fueron ellos los que propiciaron esto y la oposición no ayudó a solucionar el problema, porque la solución eran ayudas sociales financiadas con deuda pública. Pero la izquierda tomó una actitud contraria a las AFP e interpretaron esto como una jugada que servía para deslegitimar el sistema y lo que hemos visto en las encuestas posteriores es que ahora la gente le tiene más fe al sistema porque descubrió que esa plata si era suya. Esta ha sido una comedia de estupideces y equivocaciones tanto de la izquierda como de la derecha, una falla total de nuestra clase política”.
“Reitero que lo de los retiros fue una falla gigantesca y es una muestra más de cómo la clase política ha fallado sistemáticamente, desde la derecha por la insistencia en ahorrarle impuestos a los ricos; y por la izquierda, una total incapacidad de pensar tácticamente las cosas y que termina dañando a quienes se quiere proteger. Creo que eso tendrá costos políticos muy grandes para la izquierda a futuro”, concluye el académico de nuestra casa de estudios.
En el global, en términos desestacionalizados, la economía chilena creció 1,3% respecto del mes anterior y disminuyó 0,8% en doce meses.