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A un año de primera víctima por COVID-19 en Chile: memorial textil busca “remendar el ritual extraviado”

"Sabemos que cuando todos estábamos encerrados, el duelo estaba interrumpido y tu red de apoyo fragmentada" reflexiona Stefania Daroch, artista visual de la Universidad de Chile y una de las integrantes del equipo organizador de esta iniciativa.

Diana Porras

  Domingo 14 de marzo 2021 10:13 hrs. 
FOTO PORTADA 2

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“La creación y experiencia colectiva del memorial vuelve a ritualizar a los fallecidos…
Simbólicamente se remenda el ritual extraviado, se remenda la memoria herida
 y se sana por el amor a través de la manos.
 La  creación individual que se une con otras individualidades conecta
y deja simbolismos sensibles, políticos, artísticos y manuales…
textos, texturas y colores atraen
y visualizan estas denuncias y memorias”.

El próximo 21 de marzo se cumplirá un año desde que el Ministerio de Salud informara el primer fallecimiento asociado al COVID-19 en nuestro país: una mujer de 82 años que residía en la comuna de Renca.  Según los últimos informes epidemiológicos, desde el inicio de la pandemia en marzo del 2020 y sumando las confirmadas con los casos sospechosos , la cifra de muertes se ha elevado a más de 27 mil personas.

Con estos números al alza, un grupo de mujeres realizó una convocatoria denominada Para remendar el dolor Memorial Textil. Luego de más de siete meses de coordinación y trabajo, han recibido más de 400 nombres de las y los fallecidos y se han entregado cerca de 260 piezas bordadas.

Muchos son de regiones y hay  personas que tienen que ver como enviarlos. Son  174 bordadores y bordadoras inscritas para participar. A veces, hay una representante de un colectivo pero desde ahí se despliegan más interesadas” destaca Stefania Daroch, artista visual de la Universidad de Chile y una de las integrantes del equipo organizador.

Stefania junto a Paula Sierralta, Francisca Palma, Alicia Cebrian, Evelyn Álvarez y Francisca Muñoz, rescataron información de obituarios y de noticias para enviar a los y las participantes. ¿El objetivo? Que cada bordadora optara por un símbolo para representar la vida detrás de ese nombre. Afirman que “a medida que los fuimos recibiendo nos dimos cuenta de un respeto muy grande y cariño”  porque muchas personas investigaron por su cuenta.

 

“Hay muchas sorpresas . Gente que ha hecho la técnica de arpillera que es mezclar género con formas y dibujos, otras personas han pintado la tela y han bordado encima, otros han bordado simplemente, con mostacillas o con relieve. También hay casos que han ilustrado a la persona , con el bordado han representado el cabello…hay una expresión amplia de todo lo que hemos recibido” relata Stefania Daroch en entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile.

Este memorial textil atrae por sus colores y la gente se sorprende porque ve algo lindo, reflexionan las organizadoras. Sin embargo, al observar de cerca y  reconocer los  nombres, se vive un momento de silencio para honrar a las personas: “Para nosotros es cada singularidad, por cada nombre que está ahí y quién lo bordó-y en el fondo-, es como una unión, es una comunidad al final“.

Las piezas recibidas se han ido uniendo en un lienzo.  “La última vez que lo abrimos fue en enero, íbamos en más de  14 metros de largo y quedaban algunos paños sueltos. Incluso, tomamos la decisión por el  montaje y la posterior exposición de dividirlo y hacer dos paños grandes de 11 metros. La segunda parte está enlazándose…” cuenta la artista visual.

FOTO MANO BORDANDO

La unión de estas animitas textiles

La iniciativa comenzó con dos formatos (30×30 y 15×30). Luego el equipo detectó que no iban a llegar a todo el universo de personas fallecidas por lo que decidieron sumar piezas (15×15) con una imagen simbólica. También se incorporaron paños en representación de los niños y niñas que perdieron la vida y otros, en tela azul, en los cuales Alicia está bordando estrellas con las cifras divididas por región.

FOTO PAÑO NIÑOS

Las piezas estaban en manos de las bordadoras en medio de las cuarentenas por la pandemia, pero luego de las aperturas a fines de 2020 se convocó al primer encuentro en el  espacio público.

Cuando empezamos a recibir los bordados conocimos a los familiares de las víctimas , hijas, que nos mirábamos y éramos un espejo al pasar por lo mismo, al contar la experiencia coincidíamos en muchas cosas. Por ejemplo,  lo que pasa en el hospital y eso lo hemos ido reconociendo aparte de lo colectivo, porque se forma una red de apoyo. Y quienes no han perdido a alguien toman conciencia de esto” recuerda Daroch.

FOTO ESTEFANÍA

Stefania Daroch en la actividad del pasado 1 de noviembre.

El 1 de Noviembre de 2020, en el centro de Santiago, se reunieron en las escalinatas del Cerro Santa Lucía. En un encuentro cargado de sensibilidad y emociones, en esta reunión comenzaron a bordar los paños recibidos junto a bordadoras de diferentes comunas de la región.

Fue bastante emotiva , hay personas que bordan hace mucho tiempo. Ese día  llegó una señora mayor que era de la Villa Grimaldi y que había hecho arpilleras desde ese entonces, la vi y ella llegó con hartos paños. Me dio mucha emoción con su experiencia y estar de nuevo con algo así” menciona la artista visual. Y fue la oportunidad para compartir con los familiares de las víctimas y también con personas más jóvenes que se sumaban al bordado. “Es transversal y se sensibilizan, visualizamos lo que estábamos haciendo, mucha gente se interesó y las participantes tenían deseos de seguir bordando, una actividad muy linda y queremos repetirla” agrega.

Además, se concreta un acercamiento entre Francisca Palma (@Frente Textil) y el  equipo del Museo Arte Popular Americano (MAPA) para convocar al  Encuentro entre Memoriales Textiles en diciembre del año pasado . Desde el proyecto Para remendar el dolor recuerdan que estaba el antecedente del estallido social y el textil de denuncia, por lo que surgió la idea de conectar estos temas. Y los memoriales textiles fueron una materia que se abordó para  generar las mesas de conversación.

“Lo importante era dialogar en torno a la experiencia, sacar conclusiones en torno a lo que sucede cuando se hace un memorial. Tiene que ver como con una animita textil porque es resignificar a la persona, ese encuentro resultó muy bueno ” afirma Stefania Daroch sobre  la Mesa  “Encuentro Textil y Memoria una expresión política contra el olvido”. Luego de esta actividad, aseguran que quedaron dos tareas pendientes: un libro (en versión digital) y el encuentro físico que se convocaría en las afueras del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).

 El duelo interrumpido

“…En las experiencias de desastres ha sido clave, para ayudar en los procesos de reparación, crear espacios, instancias y procesos de memoria, educación y conmemoración. Se trata de espacios donde la sociedad completa se vea representada para construir una narrativa compartida sobre el desastre, recordar a quienes fallecieron y construir enseñanzas para el futuro”….” Agosto 2020. Informe Espacio Público denominado “Pensar la pandemia desde un nuevo enfoque”

Hay un trauma después de las muertes y la pandemia sigue presente. Ésta es una de las reflexiones que el equipo enfrentó durante todo el 2020. “Sabemos que cuando todos estábamos encerrados, el duelo estaba interrumpido y tu red de apoyo está fragmentada. Ver  a la gente compartiendo , te choca y te duele ver la realidad… tienes que tener fuerza mental y emocional para aceptar y seguir adelante” dice Stefania Daroch.

FOTO VELAS

Para el grupo, este memorial textil es un trabajo muy sensible y necesario. Recuerdan que este tipo de arte siempre ha existido, pero está “surgiendo con mucha fuerza y quizás es parte de algo que la misma sociedad está buscando”. La comunidad textil también tiene “mucho respeto, compañerismo y admiración” considerando que otras personas hacen esto hace mucho tiempo. Hoy, existe una red entre textileras y se apoyan en las convocatorias.

El bordado cuando se realiza con conciencia se genera un vínculo de sanación que va destrabando lo emocional. “Una de nuestras compañeras, Francisca,  tiene magíster en arte terapia. Desde ahí hemos recogido harta información desde lo que uno experimenta. Abre la herida, en el fondo va teniendo catarsis, pero al mismo tiempo lo va remendando” destacan.

Desde su experiencia, Daroch relata que a través de esta meditación se produce una sensación subjetiva.

“Cuando los familiares o personas entregan los bordados, al unirse creemos que se ritualiza nuevamente, se crea de nuevo esta ceremonia que ha estado fragmentada y cada vez que abramos el lienzo  volvemos a honrar a las personas que están ahí“.

En este contexto, el equipo relevó dos referentes de trabajos textiles que se están haciendo en otros países en medio de la pandemia. “Estamos buscando un encuentro con ellas porque se cruza todo: el contexto social, crisis socioeconómica y sanitaria” afirman. Uno de ellos, se desarrolla en Perú donde han bordado flores por cada persona fallecida. ” Y el caso de una chica en México que comenzó a hacer peluches a partir de la ropa de las víctimas y se las entregaba a los familiares, esa sensación de protección…es íntimo,  simbólico y potente” agregan.

Stefania Daroch invita a “tomar la bandera” por parte de las interesadas en cada una de las regiones y “ayudarnos porque sabemos que hay lugares a los que no podemos llegar” (bordadospararemendar@gmail.com).

Y concluye:  “Esto es un grano de arena para sanar y este proyecto no está cerrado… continúa abierto”. 

Escuche acá el informe radial:

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