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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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2021: A conquistar la Educación como un Derecho Social

Columna de opinión por Daniela Vásquez, Eduardo González
Martes 16 de marzo 2021 19:41 hrs.


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A la par de trabajar en un eje reivindicativo-laboral, toda organización del magisterio debe asumir como foco central lo educativo-pedagógico. Históricamente esta relación entre ambas dimensiones no ha sido fácil; en general se podría decir que ha sido el primer aspecto el que ha dominado la identidad de las organizaciones sindicales del magisterio. Sin perjuicio de ello, cada vez que las organizaciones han puesto el foco en sistematizar el saber docente y construir propuesta educativa alternativa a las hegemónicas estatales, estas no solo se han robustecido como organizaciones sectoriales, sino que también han fortalecido al movimiento popular con el cual han confluido en el impulso por concretar transformaciones sociales. La experiencia de la AGP en los años 20’ y la configuración de lo que fue el proyecto de la ENU, son un claro ejemplo al respecto.

La coyuntura política abierta con la Revuelta Popular de octubre del 2019 y la dimensión institucional que busca procesarla por medio de una Convención Constitucional que origine una nueva constitución, ciertamente instala como desafío fundamental e ineludible, en el plano político- ideológico- programático, la necesidad de levantar un conjunto de propuestas educativas- pedagógicas claramente antineoliberales.

En este sentido, el objetivo central del Congreso de Educación convocado por la Asamblea Nacional programática del 19 de enero del Colegio de Profesoras y Profesores, debe ser definir las propuestas educativas-pedagógicas del magisterio sobre las cuales crear una correlación de fuerzas favorables para su consecución en la actual coyuntura constitucional/constituyente.

Dada la relevancia que tiene este debate a nivel nacional y que el gremio se encuentra muy atrasado en este trabajo, es urgente iniciar en este momento, tanto la organización como la difusión de este Congreso.

Este evento debe propiciar una amplia participación de la base del profesorado, con debate profundo, crítico y a la vez propositivo. A su vez, por la identificación con las demandas del movimiento social por la educación que han surgido en las últimas décadas, por el hecho que la educación es un tema de todas y todos, y por la urgencia de crear una articulación política que sea capaz de defender e impulsar las propuestas que emanen del Congreso, este debe asumirse como un punto de encuentro con otras/os actoras y actores ligadas/os al mundo educativo: secundarias/os, organizaciones sindicales de trabajadoras/es de la educación, organizaciones de apoderadas/os, organizaciones de trabajadoras/es, instituciones académicas, estudiantes universitarias/os, etc.

Es decir, el Colegio debe asumir el rol histórico de convocar a un Congreso al pueblo de Chile para elaborar las propuestas que éste debe darse de cara al debate constitucional. El peor error político que podría cometer el gremio sería desarrollar una lógica de congreso abstrayéndose del actual momento político que requiere superar el sectoralismo y gremialismo.

Es posible superar el enorme desafío que tenemos por delante, con mayor democracia y participación real en la toma de decisiones. La educación que queremos y el país que deseamos, solo se puede pensar y construir colectivamente. El Congreso de Educación, cuyo lema proponemos sea Congreso de Educación Constituyente. Por la Reconstrucción de la Educación Pública”, debe ser un claro ejemplo de esta democracia que queremos en la nueva escuela.

 

Los autores son dirigentes nacionales del Colegio de Profesores

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.