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Marco Kremerman: “Deberíamos exigirle al Gobierno saber cuántos hogares no necesitan ayuda en estos momentos”

El economista se mostró a favor de las medidas de apoyo económico universal para enfrentar la crisis, puesto que "es mucho mejor equivocarse por arriba y llegar a 100 mil hogares que no lo necesitan, que equivocarse por abajo".

Diario Uchile

  Lunes 5 de abril 2021 20:39 hrs. 
El economista e investigador de la Fundación SOL, Marco Kremerman. Foto: Fundación SOL.

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El tira y afloja que se vivió hace solo algunas semanas entre la oposición y el Ejecutivo, antes del despacho a ley del Bono Clase Media, así como el recrudecimiento de la pandemia en Chile, son sucesos que invitan a repensar qué formulas de salvataje económico son las más efectivas ante la contingencia, pero también cuáles son los recursos con los que cuenta el Estado para su financiamiento.

Sobre este tema reflexionó este lunes, en Radio Universidad de Chile, el economista de la Fundación SOL, Marco Kremerman, quien explicó a detalle cuales son los tres pilares de fondos a los que puede acceder el Estado para hacer frente la crisis.

En principio, según el especialista, son los ahorros que conforman el tesoro público de un país los llamados a ser utilizados en situaciones de carácter excepcional, y que en el caso de Chile, con dos fondos instaurados en los años 2006 y 2007, ascienden a 19 mil millones de dólares.

bono clase media

Ante la paralización de diversas actividades económicas para controlar la pandemia, Kremerman considera que es perfectamente posible echar mano de estos recursos, sobre todo considerando que se trata de una crisis histórica.  “Esto no significa que hay que gastarlos todos, pero sí se puede gastar más ahorros para enfrentar una contingencia como esta”, explicó.

Por otro lado, justamente desde los años en los que se instauraron estos fondos, el economista destacó un crecimiento paulatino de la deuda pública, que en marzo de 2020 cerró en un 32,5 por ciento del PIB; es decir, 10 puntos por debajo del 43 por ciento que significaba la misma en 1990.  Ahora, si se comparan estos datos con el 4 por ciento del PIB que representaba la deuda entre los años 2006 y 2007, en definitiva el cambio es abrupto. No obstante, Kremerman resaltó que la verdadera comparación debiese ser en el plano internacional.

“Si uno se compara con Estados Unidos, su deuda pública es 131 por ciento del PIB, que es excesivo, es un país que está excesivamente endeudado, pero tiene espaldas para pagar esa deuda. Ahora, cuando uno se compara con países similares a Chile en términos del PIB por persona, como Croacia, Uruguay, la deuda pública de estos países es más del doble que la de Chile. Por tanto hay bastante margen para endeudarse e ir en ayuda ahora y no en 18 meses más a los hogares chilenos”, manifestó.

Impuesto

Finalmente, y tomando en cuenta que se trata de una iniciativa de oposición que durante la semana pasada recién pasó el filtro de la comisión de Constitución, Kremerman enfatizó sobre la necesidad de tener un impuesto a los súper ricos, esto debido a que “los sectores medios y más vulnerables pagan por todos los bienes y servicios que consumen IVA, no tienen capacidad de ahorro, y por tanto su tasa efectiva es bien cercana al IVA. En cambio, los sectores más ricos, como tienen toda una batería de exenciones tributarias, pueden descontar impuestos de distintas maneras, tienen beneficios tributarios para hacer ahorro previsional voluntario, entre otras cosas, y terminan pagando una tasa más baja global”.

Sin embargo, pese a la existencia de estos tres pilares, el economista criticó las medidas aplicadas por el Estado, que incluyen Ingreso Familiar de Emergencia, Bono COVID-19 y el recientemente aprobado Bono Clase Media. Para Kremerman, si bien estas ayudas de tipo focalizadas, han sido necesarias, tienen detrás un problema de base, que es el desconocimiento del Estado de las necesidades de los hogares chilenos.

Por tal motivo, según manifestó, “deberíamos exigirle al Gobierno, la oposición debería exigirle al Gobierno, saber cuántos hogares no necesitan ayuda en estos momentos, cuáles son y dónde viven. Mientras no tengamos esa información, es mucho mejor equivocarse por arriba, implementar una política universal, que es más cara sin duda, llegar a 100 mil hogares que no lo necesitan, que equivocarse por abajo”.

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Asimismo, Kremerman agregó que, además de la universalidad, el otro factor que debería tomar en cuenta el Gobierno al momento de emprender planes de ayuda, es la suficiencia. En el caso del IFE, por ejemplo, cuyo monto más alto llega a los 400 mil pesos, dista de los 450 mil que el Estado fija actualmente como línea de pobreza en hogares integrados por 4 personas.

“Si no resolvemos dos principios fundamentales para las ayudas, creo que el Gobierno va a tropezar con la misma piedra y eso va a hacer que el daño para los hogares chilenos va a ser mucho mayor que en la primera pasada”, sentenció el economista.

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