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Otra vez el mal menor: la lucha de dos candidatos con amplio rechazo para la segunda vuelta en Perú

El profesor de la izquierda radical, Pedro Castillo, se enfrentará en junio a la líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori: se trata de dos opciones que si bien se distancian en lo económico, tienen similitudes en el conservadurismo social y en el alto nivel de rechazo.

Eduardo Andrade

  Sábado 17 de abril 2021 9:51 hrs. 
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Los resultados obtenidos al 100 por ciento en las elecciones presidenciales de Perú, dejaron al profesor y rostro del partido Perú Libre, Pedro Castillo, con un 19 por ciento, seguido de la líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, con poco más del 13 por ciento.

¿Cómo se explica la remontada del líder de la izquierda radical peruana, que ni siquiera aparecía en las encuestas a fines de 2020? Y ¿por qué le tocará enfrentarse a la líder de uno de los movimientos con más nivel de rechazo en el país?

Castillo no es para nada un rostro ajeno a la política. En 2017, como líder de uno de los gremios de profesores más poderosos del país, fue el protagonista de una huelga en contra de las políticas en materia de educación que se habían implementado a partir del gobierno de Ollanta Humala.

Pedro Castillo, candidato presidencial por el partido Perú Libre.

Pedro Castillo, candidato presidencial por el partido Perú Libre.

Sin embargo, desde esa fecha hasta hoy, para el antropólogo peruano, Javier Torres, la arremetida de Castillo en el primer lugar de la primera vuelta presidencial tiene que ver con dos motivos. Por un lado, la falta de adhesiones programáticas hacia los partidos, así como la búsqueda de un candidato más cercano a la gente y que no pertenezca a los grupos de poder concentrados en la capital.

A este escenario, además, se suma la hija del dictador peruano, Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, quien encabeza uno de los partidos con mayor arrastre popular en el país, y a quien el sentimiento anti fujimorista no golpeó con fuerza en la primera vuelta. No obstante, para Torres, hay un punto en el cual ambas campañas convergen, y es en el conservadurismo que profesan, al menos en el ámbito social.

“Hay un punto en común entre ambas fuerzas políticas que ocupan el primer y segundo lugar, incluso con quien ocupa el tercer lugar, que son pensamientos conservadores en términos de Derechos Humanos. Pedro Castillo es de izquierda pero plantea el retiro del Perú del Pacto de San José, y por tanto dejar sin esta protección de lo que significa el Sistema Interamericano de DD.HH. En buena medida, si Fujimori está preso es porque este sistema anuló las leyes de amnistía que él mismo dio durante su Gobierno”, manifestó al respecto el antropólogo.

Javier Torres Seoane.

Javier Torres Seoane.

La segunda vuelta

Aparentemente sorprendidos por este resultado, la población principalmente de la capital, y por qué no parte del mundo del periodismo y del análisis, han sacado a la batalla todo un arsenal de argumentos, muchos de ellos enfocados no en los candidatos mencionados, sino en los grupos socioeconómicos donde se concentran sus electores.

Así, según Torres, esta segunda vuelta también da vislumbres de la poca capacidad de los partidos para entender al electorado, sobre todo en una contienda que, aun siendo obligatoria, contó con un 30 por ciento de ausentismo.

“La segunda vuelta va a sacar a la luz con mucha fuerza todas las taras de la sociedad peruana, toda la discriminación, prejuicio, racismo, clasismo, y otras taras que tenemos, y van a salir de los dos lados. Así como hay un voto popular por Pedro Castillo, también lo hay por Keiko Fujimori, y muchas veces el anti-fujimorismo es tan intolerante como puede ser el anti-comunismo para calificar a la gente, considerando que son electores que votan por esas opciones porque son ignorantes”, explicó.

Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular.

Keiko Fujimori, líder del partido Fuerza Popular.

Con esta elección, Keiko Fujimori sumará su tercera segunda vuelta consecutiva, y ya ha manifestado estar segura de conseguir la victoria. No obstante, para que esto ocurra, la socióloga Lucía Dammert opina que tendrá que capitalizar primero y de forma adecuada el temor que existe en Perú por la izquierda radical.

“El mundo político anti-izquierdista y aquellos que creen en el miedo de una posición más radical de Pedro Castillo van a votar por ella, pero yo creo que esto se va a ver en el proceso porque Castillo no es un improvisado de la política y seguramente va a tratar de buscar desarrollar mecanismos de negociación y apoyo necesario para avanzar en su base electoral. Y por otro lado, el mundo peruano está tan aburrido de la política de las élites, de la corrupción, que yo no desestimaría que Castillo, con una mirada más dura frente a algunas cosas, gane adeptos”, puntualizó.

El “mal menor”

Ya en la elección de 2011, entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, el escritor Mario Vargas Llosa había utilizado la metáfora de elegir “entre el cáncer y el SIDA” para definir el escenario político. Diez años después y ad-portas del bicentenario de la nación, el electorado nuevamente parece sometido a tener que elegir por un “mal menor”, antes que un voto por convicción.

Lucía Dammert.

Lucía Dammert.

Esto, para Dammert, tiene que ver justamente con la falta de partidos políticos, la corrupción de la política o la distancia de la élite respecto a la ciudadanía. Un escenario tenebroso que, según agrega, es parte de la herencia dejada por el fujimorismo de los años noventa.

“No hay que olvidar que fue Alberto Fujimori quien dinamitó las bases reales de la política peruana, haciendo de ella una competencia totalmente desleal entre liderazgos más personalizados y un enorme sentido de clientelismo. Desde ahí en adelante hemos estado permanentemente en elecciones donde uno elige por quién no votar más que por quién votar, lo cual es un problema de largo plazo”, criticó.

Para la socióloga y académica de la Universidad de Santiago, el reto principal que tendrá que enfrentar el próximo gobierno será, por un lado, el proceso político y su estabilidad, pero por el otro, la crisis que ha dejado el COVID-19 y que, como se sabe, ha sido manejada por dos mandatarios desde el año 2020.

En aras de la gobernabilidad, asegura Dammert, una de las opciones que se podrían empezar a barajar para los próximos comicios podría ser la elección del Congreso en la segunda vuelta. Ahora, tanto si Castillo o Fujimori llegan al poder, tendrán que enfrentarse a un parlamento en donde no solo no tendrán la mayoría, sino que a un espectro amplio de fuerzas que podrían afectar incluso el término del mandato.

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