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Medio Ambiente

Calama: plan de descontaminación y la muerte del Capitán Planeta

Columna de opinión por Miguel Ballesteros Candia
Miércoles 21 de abril 2021 13:18 hrs.


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Cuando era niño me encantaba ver el Capitán Planeta y sus planetarios en esa batalla ficticia de superhéroes, tan humanos y cercanos, contra todas las personas malas del mundo que intentaban destruir nuestra tierra, y siempre lograban salvarla. Creciendo, me di cuenta de que la batalla no era ficticia ni era una que esos superhéroes estuvieran ganando. Nuestro largamente esperado Plan de Descontaminación, del que se ha hablado mucho en estos días, me ha hecho pensar sobre todo lo que tenemos que hacer para realmente descontaminar Calama y lo poco que realmente se está haciendo.

Una de las premisas de la serie era que para que apareciera el Capitán Planeta tenían que unirse los poderes de los planetarios y dichos poderes estaban representados por distintos elementos. Es difícil decirlo, pero si Calama es una representación del mundo que queremos salvar, me parece que vamos a tener que batallar mucho más para lograr revivir a ese Capitán Planeta, partiendo por revivir a los planetarios. Veamos:

Tierra. En Calama vivimos en el desierto, esta obviedad tiene varios significados desde el punto de vista ambiental. Primero, no tenemos gran cantidad de vegetación que ayude con la descomposición de los residuos que se dejan en el suelo. Y segundo, por lo mismo, que es muy fácil que los residuos que están en el suelo pasen a ser contaminantes del aire, el polvo es capaz de levantar los contaminantes. Pero, además la gran minería deja residuos realmente tóxicos en la tierra, todos sabemos del Arsénico (As) y el Azufre (S), que ya es bastante, sin embargo, quedan adicionalmente residuos de Plomo (Pb), Cadmio (Cd) y Cromo (Cr) que son altamente venenosos para toda la vida. Y como si fuese poco, en nuestra ciudad se emplaza la única empresa autorizada en Chile para procesar baterías y reciclar el Plomo de éstas. Kwame, el planetario con el poder de la tierra, en Calama está envenenado.

Fuego. En Calama el fuego tiene forma de desierto y de sol. Pero el cambio climático tiene efectos devastadores incluso en el desierto más árido del mundo. En los últimos años hemos tenido 6 veces más olas de calor que en las 5 décadas anteriores, también hemos tenido un 32% más de noches cálidas. Además, el desierto está en expansión, actualmente incluso se ha empezado a considerar el clima de la región Metropolitana como clima semidesértico, si esto sigue así pronto todo Chile será un desierto. Y eso es extremadamente relevante porque, obviamente, en el desierto más árido del mundo el agua es un recurso esencial y la sequía va en aumento. La agricultura es cada vez más difícil de mantener -y la degradación de nuestro oasis así lo demuestra-, y los recursos propios son cada vez más escasos. En Calama, no hay control sobre el fuego.

Viento. Hace 12 años se declaró a Calama como zona saturada de contaminación y aún hoy no tenemos un plan de descontaminación firmado. ¿Por qué? Porque el ministro de minería no ha podido ser molestado para poner su firma ¿extraño no? No, no es extraño lamentablemente. Si este plan de descontaminación se ha demorado 12 años en salir es justamente porque no existen las voluntades políticas, sobre todo las vinculadas a la minería, para que salga. Porque eso implicaría restricciones para la contaminación de esas mismas empresas mineras. Y eso que para la declaración de la zona saturada solo se considera el PM10 (partículas de suspensión de 10 micrómetros) y según las mediciones las partículas más peligrosas son las PM2,5 (2,5 micrómetros). En Calama se encuentran restos en el aire de arsénico, dióxido de azufre, cadmio, cromo y plomo, podemos decir que tenemos un viento saturado de contaminantes.

Agua. La mayor fuente de agua, y por lo tanto de vida, que tenemos en nuestra ciudad es el río Loa y no nos hemos cansado de decir lo muy importante que es cuidar esta fuente. Pero actualmente no solo a nadie parece importarle, sino que se está activamente contaminando. No sólo con el abandono de las autoridades municipales que dejan que se llene el río de basura y desechos domiciliarios, sino con los desechos mineros que siguen encontrando su camino a nuestras fuentes esenciales de agua. Y eso no es todo, porque la minería no solo contamina nuestra mayor fuente de agua, sino que además saca agua para su producción de todas las otras fuentes existentes. Haciendo un brutal y constante aporte a la sequía de la región. Sin agua, no hay vida y en Calama estamos matando a Gi, la planetaria del agua.

Corazón. MaTi, el planetario del corazón, es el único que no correspondía a un elemento natural, pero tenía un lugar central en el desarrollo de la serie porque representaba al amor. También porque el corazón es en el ser humano el órgano que bombea sangre a todo el cuerpo y que, por lo tanto, mantiene la vida. Y eso nos lleva al último elemento de este análisis también, la salud de las personas. Existen muchos estudios que están demostrando los efectos nocivos de la contaminación en los seres humanos, ninguno de estos estudios está realizado, desde luego, en nuestra ciudad. Porque ¿a quién podría interesarle que nuestros conciudadanos mueran producto de la contaminación causada por las mineras?, no a quienes financian los estudios, desde luego. Pero para este objetivo me voy a centrar en las enfermedades asociadas al corazón: La contaminación con plomo está relacionada a la hipertensión, la ateroesclorosis, el infarto al miocardio y el ictus cerebral; el cadmio ha sido asociado a la enfermedad arterial periférica; y el arsénico se ha asociado a la ateroesclorosis, la hipertensión, la diabetes y la enfermedad arterial periférica.

Todo esto para decir, que no se trata solo de salvar el río, el aire y la tierra, ni de salvar los hábitats naturales de animales y plantas. No, hoy se está tratando de salvar también nuestra vida y ya no puede no importarnos. A nuestro municipio no puede no importarle, tenemos que dejar de hacer la vista gorda en favor de las mineras, porque, al fin, el Capitán Planeta al salvar a la tierra nos salva a todos nosotros y nosotras.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.