Claudio Nash y retraso en informes por violaciones a los DD.HH.: "Necesitamos evitar que esta regresión autoritaria se enquiste en Chile"

El coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, se refirió a la demora en el seguimiento en la materia realizado por Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, se refirió a la demora en el seguimiento en la materia realizado por Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

A más de un año de las visitas realizadas a nuestro país de representantes de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para constatar en terreno las violaciones a los DD.HH cometidas en Chile en el contexto de las manifestaciones sociales iniciadas en octubre de 2019, todavía no se tienen noticias respecto de los seguimientos que ambas entidades han hecho en la materia.

Esta situación motivó a que 31 organizaciones sociales vinculadas a la defensa de los Derechos Humanos en nuestro país, decidieran enviar una carta a ambas entidades para conocer las razones que existen detrás de estos retrasos y presionar para que los informes respecto de la situación en Chile se conozcan a la brevedad.

Conversamos con el coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Claudio Nash, para conocer las causas que llevaron a estas organizaciones a pronunciarse respecto de estos retrasos.

¿Por qué en ambos casos, las organizaciones vinculadas a los Derechos Humanos en nuestro continente, se han demorado tanto en entregar sus informes definitivos, considerando además que las dos visitas señalaron, taxativamente, que había violaciones a los DD.HH. en nuestro país?

Honestamente no tenemos una respuesta ni de la Comisión ni de la Oficina de la Alta Comisionada. Ambas están en estado distinto de avance, en el caso de la Oficina, ella emitió el informe en diciembre de 2019 y lo que corresponde en esta etapa es que presenten el informe de seguimiento y dar cuenta de en qué etapa está el proceso de implementación de las recomendaciones y ese es el informe que no se ha presentado. En el caso de la Comisión Interamericana es un poco más complejo aun la situación porque, se hizo la visita en enero de 2020, una visita histórica, pero lamentablemente ha pasado un año y medio y no se ha entregado el informe de la visita. ¿Qué nos preocupa a las organizaciones que firmamos esta carta? Son los temas políticos que pudieran estar detrás de esta ausencia de supervisión efectiva respecto de lo que está sucediendo en Chile y por eso nos dirigimos a ambas instituciones demandando que se siga adelante con el proceso de supervisión. Si hay presiones políticas, si hay intereses electorales, no hay que olvidar que la Comisión está en año de elecciones, la presidenta y el encargado del tema de Chile van a la reelección y, por ende, es complejo porque son los propios Estados los que deben votar, y eso nos preocupa, que todo se ralentice hasta después de de las elecciones y en el caso de la Alta Comisionada, hay un tema político al ser ella expresidenta de Chile, ahí tiene otra situación respecto del gobierno y lo que pasa acá, entonces, es un cuadro complejo y que esperamos estas cartas ayuden a destrabar.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó el país en enero de 2020 y constató graves vulneraciones a los DD.HH. en Chile.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó el país en enero de 2020 y constató graves vulneraciones a los DD.HH. en Chile.

¿Qué se puede decir respecto de los mensajes que entrega el gobierno de ‘normalidad’ en materia de Derechos Humanos?

Eso es parte del que yo llamaría este escenario de preocupación que motivó a las organizaciones a coordinarnos y entregar estas cartas porque tenemos una situación donde, por una parte, las violaciones a los Derechos Humanos en Chile no han cesado, estas violaciones graves a los Derechos Humanos que denunció la Alta Comisionada y la Comisión se han mantenido. Han disminuido en términos de su magnitud y cantidad porque en el marco de la pandemia han disminuido las movilizaciones, pero hemos visto que, al menor atisbo de protesta social, la represión es brutal. Por otra parte, las reparaciones a la víctimas de los hechos graves de torturas, lesiones oculares, detenciones, privaciones de libertad, no han tenido una reparación efectiva y así lo dio cuenta el Instituto Nacional de Derechos Humanos y, en ese contexto, aparece el Gobierno ante la comunidad internacional, afirmando en distintos foros que la situación de DD.HH. está normalizada, el Presidente hace dos días daba lecciones de Derechos Humanos pese a que la situación acá es tanto o más grave que en esos países a los que se denuncia internacionalmente, entonces, eso genera un ambiente a nivel internacional complejo de pensar que en Chile ya esta todo bien y no hay nada de que preocuparse y eso no es así, la comunidad internacional debe seguir preocupada de los que sucede en Chile porque la situación sigue siendo grave y por eso nos ha parecido que el mecanismo de impulsar nuevamente la supervisión internacional  y que esta no se duerma, es un mecanismo para, precisamente, dar cuenta de que las recomendaciones no se cumplen, las violaciones siguen y las causas que provocaron este escenario grave en materia de Derechos Humanos están inalteradas.

¿Qué podríamos decir respecto de estas influencias políticas que cruzan las relaciones en materia de defensa de los Derechos Humanos?

En eso yo diría que el mundo de la protección internacional de Derechos Humanos es un espacio siempre en tensión, uno no puede ser tan ingenuo de pensar que no cruzan las decisiones de los organismos internacionales. En mi rol de académico me encantaría decir que eso no es así, que lo que siempre prima es la protección efectiva pero estaría mintiendo y no estamos en situación para contarnos películas de colores, hay que ser realistas, acá las cuestiones políticas influyen y mucho, estos son controles políticos, pero uno esperaría que fueran con ‘P’ mayúscula, es decir, que haya presión política para que se modifiquen las conductas de los Estados, pero los Estados en el sistema tanto en Naciones Unidas, como en el sistema interamericano, todavía tienen un enorme poder. Todavía tenemos sistemas de protección que dependen de los Estados, ellos nombran a sus integrantes, entonces, imagínense el poder de ellos. Se da el caso que el mismo que va a ser controlado, en dos meses más va a votar si esos que lo están controlando siguen en sus cargos o no, hay una cuestión humana de tratar de moverse lo mejor posible para garantizar los DD.HH. y no perder el cargo, entonces, frente a eso lo único que tenemos como sociedad civil y organizaciones de DD.HH. es esto, es también presionar políticamente a estos organismos. Cuando la prensa se pronuncia, cuando la comunidad internacional reacciona es un incentivo para que los organismos hagan lo que tengan que hacer, el único instrumento que la sociedad civil tiene es la capacidad de organización y presionar. Esta firma es bien impresionante, son treinta organizaciones que se coordinaron y acá están las históricas relacionadas a la dictadura militar y las nuevas que surgieron a partir del 18 de octubre, es decir una articulación de este tipo en Chile no se había dado y se ha dado ahora para exigir que esta confianza que las victimas depositaron en la Comisión y la oficina del alto comisionado no sea traicionada, acá las victimas abrieron sus testimonios, dieron relato de las violaciones graves, confiaron y esa confianza es la que debemos defender para que no sea traicionada por razones políticas.

El uso desproporcionado de las escopetas antidisturbios fue uno de los aspectos criticados por las organizaciones de Derechos Humanos.

El uso desproporcionado de las escopetas antidisturbios fue uno de los aspectos criticados por las organizaciones de Derechos Humanos.

¿Cuál es la responsabilidad que le cabe a las autoridades políticas en Chile en la materia, más allá incluso de este gobierno?

Dos cosas muy concretas sobre eso, por una parte, ahí está la clave de estos informes que justamente el de Naciones Unidas dio cuenta que lo que se había producido a partir del 18 de octubre tiene bases profundas en lo que venía siendo la historia del país en los últimos 30 años de post dictadura, es decir, la incapacidad que tuvimos de generar institucionalidad capaz de proteger DD.HH. no se intervinieron las instituciones armadas y de carabineros para tener instituciones al servicio de los DD.HH. no tenemos un sistema de DD.HH. fuerte, capaz de controlar a las autoridades, y nos interesaba que la Comisión Interamericana también se hiciera cargo de estos déficit históricos que permitieran construir un mejor sistema de Derechos Humanos, por eso es que nos interesa tanto este tema de los informes, nos interesa que organismos especializados nos muestren dónde han estado las debilidades, dónde han estado los errores para que se puedan corregir y, lo segundo, lo de los partidos políticos lo pondría en un contexto más amplio también de esta preocupación que ha motivado a estas organizaciones y es que aquí no estamos ante un desvarío autoritario represivo del gobierno de turno, esto se ha ido complicando mucho más y lo que estamos viendo es una situación de regresión autoritaria donde el gobierno impulsó una agenda de criminalización de la protesta social, de impunidad frente a los crímenes cometidos, de legislación que profundiza la persecución de la disidencia política, pero esto fue apoyado desde el parlamento que se alineó detrás de esta propuesta represiva y también se terminó alineando la justicia, ante esta repuesta autoritaria frente a la legitima demanda y protesta social del pueblo de Chile. Tenemos un Ministerio Público que ha sido muy eficaz en perseguir a quienes intervinieron en la revuelta pero para perseguir los crímenes y violaciones a los DD.HH. ha sido tremendamente ineficiente. de 8.800 causas aproximadamente que se han presentado, hay solo una condena, más de la mitad de las investigaciones se han cerrado sin resultado alguno, incluyendo las investigaciones de graves violaciones a los Derechos Humanos cometidas contra niños, niñas y adolescentes, cosa que ha denunciado la Defensoría de la niñez, eso solo es posible cuando tienes alineado en esa perspectiva de respuesta autoritaria al aparato del Estado en su conjunto y de eso dio cuenta el informe del INDH. Cinco recomendaciones de las quince que realizaron, analizaron en su informe que se entregó en febrero, analizaron cinco y ninguna se cumplido íntegramente. No ha habido verdad, no ha habido reparación, no ha habido corrección en el uso de las escopetas, no ha habido corrección en el uso de agentes químicos para dañar a la gente que protesta, ese es el Chile en el que estamos viviendo y ese es el Chile respecto del cual la supervisión internacional no puede guardar silencio, pero este es un tema que va más allá del gobierno, pero lo que a uno debiera preocuparle es que es el Chile que estamos legando al futuro gobierno también. Cuando el autoritarismo se instala en las instituciones, desmontar eso es tremendamente difícil, entonces, este no es un problema que vaya a solucionarse el 11 de marzo con el cambio de gobierno esto nos puede acompañar largo tiempo si no nos preocupamos ahora y para eso necesitamos ayuda de la comunidad internacional para evitar que esta regresión autoritaria se enquiste en nuestro país.





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