José Luis Ugarte: "La pandemia demostró que sin trabajadores no hay nada, porque son el eje fundamental de la sociedad"

El abogado y académico de la Universidad Diego Portales, se refirió al valor del trabajo en tiempos de pandemia, en el contexto además de la Huelga General convocada para este viernes 30 de abril.

El abogado y académico de la Universidad Diego Portales, se refirió al valor del trabajo en tiempos de pandemia, en el contexto además de la Huelga General convocada para este viernes 30 de abril.

En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el abogado laboral y académico de la Universidad Diego Portales, José Luis Ugarte, se refirió al valor del trabajo en un contexto de pandemia, a horas de conmemorar un nuevo Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores.

En ese sentido, el abogado señaló que “la pandemia, dentro de lo poco bueno que puede tener, ha hecho visible que las sociedades se mueven en torno al trabajo. Antes de la pandemia si uno miraba la producción como fenómeno aparecían dos actores: los emprendedores y la tecnología, los trabajadores no existían, pero la pandemia los volvió visibles, sin trabajadores no hay nada porque son el eje fundamental de la sociedad”.

Al respecto, el académico además identifica aspectos negativos como la “colonización” de los espacios privados “hoy el trabajo es igual que la vida, se rompe esa distinción entre trabajo y vida privada y en algunas formas de manera muy agresiva. Ya veremos los análisis respecto del impacto del teletrabajo en la vida de las personas, pero sin duda que uno de los primeros puntos a observar será la extensión irracional de las jornadas de trabajo”.

Si bien intelectuales como Byung-Chul Han han reflexionado sobre este fenómeno también desde el punto de vista de la autoexplotación como una forma de realización personas, Ugarte sostiene que esta línea no es tan novedosa y ha estado presente durante toda la historia del capitalismo.

Al respecto el abogado afirma que “la economía capitalista asume diversas formas para desarrollarse y una de esas formas surge como una ética de trabajo orientada a disciplinar a los trabajadores para someterlos a un régimen irracional, porque y parafraseando a Marx, en vez de trabajar para vivir se vive para trabajar”.

En ese sentido añadió que “estos fenómenos son ambivalentes, la ética del trabajo le dio sentido a muchas personas, pero sometió, al mismo tiempo, a otras. El capitalismo siempre tuvo una limitante que era que estaba circunscrito al lugar de trabajo y ahora esa limitante cayó, producto de las tecnologías ya no hay espacio geográfico donde la exigencia de la productividad no tenga confines”.

Por lo mismo, José Luis Ugarte sostiene que “ahora el capitalismo inventó un sujeto nuevo, “el emprendedor”, el sujeto que está conectado 24/7, que es exitoso, pero que apunta al mismo lado, crear un sujeto que se someta y que acepte su realidad”.

De todas formas, el abogado José Luis Ugarte sostiene que “estamos en una época de transición, donde en el capitalismo lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, se ven formas de resistencia como en su momento lo fueron los sindicatos en el siglo XX, las tecnologías generan resistencia y eso está por verse”.

El académico de la Universidad Diego Portales se refirió también al comportamiento de las élites durante la crisis, en esa línea, señaló que “hay una élite que ha chocado con la realidad, pero en el caso del trabajo, la precarización, la falta de asociatividad sindical, la falta de derechos es una realidad que se arrastra desde hace años”.

Al respecto criticó especialmente el rol que jugaron los gobiernos de la Concertación “eran supuestamente ellos los que tenían una conexión histórica con los trabajadores, pero las miserias de reformas que presentaron, cómo se jugó con las expectativas, todos esos cálculos que terminaron por explotar demuestran que el plan laboral fue defendido con uñas y dientes y provocó que esa precarización se encontrara con la pandemia y mostrara todas sus debilidades”.

Finalmente, Ugarte recalcó que “uno esperaría que la gente que gobernó tan mal por lo menos haga la autocrítica y diga ‘nos equivocamos’, pero hacen como si no pasara nada, como si la frase ‘no son treinta pesos, son treinta años’ no tuviera que ver con ellos. De todas formas, creo que hoy estamos en una posición distinta, se ha roto la ingenuidad y eso no lo veo tan mal”.





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