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Boris Johnson incrementa tensión luego de incidente entre barcos de guerra en el Mar Negro

El primer ministro británico defendió el paso de un destructor de su país por las aguas de Crimea ya que desconoce la anexión de ese territorio por parte de Rusia. Desde Moscú respondieron con la advertencia del uso de armas nucleares en caso de ser necesario.

Raúl Martínez

  Viernes 25 de junio 2021 12:10 hrs. 
boris johnson

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Como un “fiasco épico” califican en Rusia lo que señalan es la violación de su frontera marítima cerca de Crimea por parte de un destructor británico, el HMS Defender, ocurrido el miércoles recién pasado.

Sin embargo, el tránsito del barco de guerra fue respaldado por el primer ministro británico Boris Johnson, quien de paso señaló que no reconocen soberanía rusa en la zona puesto que a su juicio la anexión de Crimea es ilegítima.

Johnson indicó que “es una cuestión de punto de vista, pero si quieres mi visión, yo creo que fue totalmente apropiado al usar aguas internacionales y por cierto, el punto importante es que nosotros no reconocemos la anexión rusa de Crimea. Esto es parte de la soberanía territorial ucraniana y era del todo correcto reivindicar la ley y perseguir la libertad de navegación”.

Pero hay más: La idea de enviar al Defender por esa ruta habría sido tomada por el propio jefe del gobierno británico y habría generado una disputa entre los ministros de exteriores y de defensa de la nación insular, Dominic Raab y Ben Wallace, respectivamente. Así lo señala el periódico inglés The Telegraph citando una fuente del Ministerio de Defensa, que sostuvo que “toda la disputa fue entre Raab y Wallace, luego llegó al primer ministro para una decisión. La decisión fue enviada al Defender el lunes de que iba a realizar un paso inocente a través de esas aguas”.

“Por favor, cambien de rumbo”

La incursión británica en las aguas cercanas a la península de Crimea provocó la reacción de la armada rusa que activó a sus cruceros para advertir al HMS Defender que estaba cruzando el límite de Rusia y que provocaría una respuesta.

Según la transcripción dada a conocer por las autoridades rusas del incidente, los británicos señalaron que el paso es “conforme al derecho internacional y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”.

Mientras, desde la nave rusa se les precisa que “su actuar no es seguro, no es profesional y pone en peligro a ambos buques” a lo que los ingleses responden “¿Nos están amenazando?”. A esto los rusos advierten que deben modificar su rumbo o de lo contrario dispararían.

El comandante del barco ruso agrega que “su buque ha entrado en el mar territorial de la Federación de Rusia. Deben abandonar el mar territorial de la Federación de Rusia. Han violado las reglas del paso inocente. Tenemos fuego de artillería en esta zona”.

Posteriormente, el jefe de la embarcación rusa ordena el lanzamiento de disparos de advertencia cerca del Defender, subrayando que no deben alcanzar al barco británico.

Advertencia rusa incluye uso de armas nucleares

Desde el lado ruso las reacciones apuntaron al malestar de las autoridades. El viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, sostuvo que “estamos indignados por el comportamiento de los británicos y advertimos a los que planean actos similares que las consecuencias podrían ser fatales”.

Incluso, mandos militares han calificado el hecho como una “burda provocación”, recordando la tensión que mantiene la OTAN en toda la frontera con Rusia, desde el Báltico al Mar Negro.

Ante este último hecho, el jefe del Estado Mayor General de Rusia, Valery Gerasimov,  adelantó que su país “se reserva el derecho de utilizar armas nucleares sólo en respuesta a al uso de armas nucleares y otro tipo de armas de destrucción masiva contra ella o sus aliados”.

El jefe militar sostuvo eso sí que la decisión del uso de este tipo de arsenal sólo sería de carácter defensivo y basado en condiciones limitadas que fueron establecidas en junio de 2020 por el presidente ruso Vladimir Putin.

El hecho se da además luego de la decisión de la Unión Europea de rechazar una cumbre con el jefe de Estado ruso para discutir temas de mutuo interés para intentar recomponer las relaciones afectadas desde 2014 precisamente por la anexión de Crimea y las aspiraciones separatistas en el Este de Ucrania.

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