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Año XVI, 18 de abril de 2024


Escritorio

Oreste Plath y la Universidad de Chile

Columna de opinión por Yvaín Eltit
Lunes 19 de julio 2021 16:54 hrs.


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Este 24 de julio se conmemoran 25 años tras la partida del escritor, folclorólogo, gestor cultural y profesor Oreste Plath (1907-1996).

La relación entre el folclorólogo y la Casa de Bello sería estrecha, íntima y poderosa, la cual es necesario ir abordando a partir de sus diferentes fases.

Esta historia inicia en 1941 cuando Plath figura como uno de los fundadores del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, en calidad de miembro del comité directivo y relacionador público; fueron parte también Bélgica Castro Sierra (1921-2020), Pedro de la Barra García (1912-1977), José Ricardo Morales Malva (1915-2016), María Adela Maluenda Campos (1920-2011), entre muchos más.

Al respecto, Oreste comenta: “Frente a la Casa Central, en una feria del libro organizada por la Alianza de Intelectuales y la Sociedad de Escritores se realizan las primeras conversaciones con Pedro de la Barra acerca de lo que iba a ser el Teatro Experimental”[1].

Hemos expresado anteriormente en estas páginas que el 3 de febrero de 1943 se crea la Asociación Folklórica Chilena (estructura que actualmente dirijo con el nombre de Sociedad de Folclor Chileno). Esta entidad se piensa y materializa por obra y gracia de Plath y el Dr. Aureliano Oyarzún Navarro (1858-1947), el cual era director del Museo Histórico Nacional; ambos invitan a 28 artistas, académicos y gestores culturales, entre los que se cuentan el decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, Domingo Santa Cruz Wilson (1899-1987), la académica e intérprete vocal, Cora Bindhoff Enet (1905-1995), el musicólogo Carlos Lavín Acevedo (1883-1962)[2], entre muchos más. El pilar fundamental de la Asociación era la apreciación amplia y profunda del folclorismo nacional, considerado histórico-culturalmente[3], al igual que cualquier otro fenómeno etnográfico o etnológico de los que determinan la idiosincrasia de nuestro pueblo.

La amistad académica entre Santa Cruz y Plath fue bastante discreta, pero no por ello menor. Al año siguiente Domingo es nombrado Vicerrector por Juvenal Hernández Jaque (1899-1979), papel en el que lidera el establecimiento del Instituto de Investigaciones del Folklore Musical. Desde esta institución se llevaron a cabo infinidad de estudios centrados en lo musical tanto en lo hispánico como en la zona central chilena. Su divulgación y enseñanza se realizó mediante iniciativas como conciertos y Escuelas de Temporada.

En 1946 se celebraron los 100 años del origen del término folklore por el escritor inglés William John Thoms (1803-1885). Para estos efectos el Vicerrector Santa Cruz designa al historiador Eugenio Pereira Salas (1904-1979) para que dirija esta instancia inédita en su rama, en el comité técnico estaban Jorge Urrutia Blondel (1905-1981), Adolfo Allende Sarón (1892-1966), Carlos Isamitt Alarcón (1885-1974), Alfonso Letelier Llona (1912-1994), René Amengual Astaburuaga (1911-1954), Vicente Salas Viu (1911-1967), Filomena Salas González (1899-1964) y Carlos Riesco Grez (1925-2007). La comisión organizadora la conformaron nuestros fundadores Oreste Plath y María Luisa Sepúlveda Maira (1883-1958), entre muchos más.

En el inicio del programa puede leerse: “El folklore estudia eso que los escritores románticos llamaban “el alma del pueblo”, la sabiduría popular, las explicaciones que a los fenómenos de la naturaleza da directamente, sin estudios previos, el hombre del campo”[4].

Los festejos se extendieron hasta el domingo 25 de agosto con banquetes, charlas e interpretaciones musicales por doquier. Siempre se repetirán las semanas del folklore chileno hasta 1962 con el idealismo de poner el corazón al servicio del pueblo.

Plath se sumará con total entusiasmo a las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile desde 1943, en variedad de ciudades como Arica, Antofagasta, Los Andes, Valparaíso, Rancagua, Talca, Parral, Chillán, Concepción, Lota, Temuco, Osorno y Punta Arenas. De sus temáticas como educador podemos mencionar:“Aspectos del folklore chileno” (1946), “Folklore y guía turística” (1950), “Arte popular chileno” (1952), “Folklore Nacional” y “Arte y literatura infantil y nacional” (1954), “Folklore latinoamericano” (1967), entre otros.

La cúspide de sus trabajos con la Casa de Bello llegará en 1968 cuando en pleno auge de la reforma educativa del presidente Eduardo Frei Montalva (1911-1982) será nombrado director del Museo de Arte Popular Americano (MAPA). Abre el lugar a grandes y chicos llenándolo de colores y sabores, exposiciones de diversas naciones e inclusive gesta un proceso de expansión que jamás se soñó. Es cuando visita Madrid en misión especial llevando la exposición de Platería Araucana, que se exhibió en el Museo de América durante un mes (se inauguró el jueves 29 de abril de 1971). También dona una colección de piezas cerámicas rojas y negras.

Entre las exhibiciones del MAPA cuentan: 1969 Alfarería y Cestería Americana, Cultura Material Araucana, Arte Navideño; 1970 Artesanía Popular Mexicana, Arte Popular Chileno, Arte y Artesanía de la República Socialista de Rumania; 1971 Hechiceras, Ritos y Creencias de América, Tipos y Costumbres de América, Retablos y Juguetes Americanos; 1973 Arte Popular de Bolivia y Perú, Arte Popular Polaco.

Oreste concluyó su dirección el 11 septiembre de este último año por los hechos que todos conocemos, curiosa es la última muestra que no alcanzó a ser inaugurada “Las Manos del Pueblo de Chile”.

Más que una conclusión, lo que tenemos como Universidad con Oreste Plath es una deuda, no para ponerlo en un podio y exhibirlo como un héroe de mármol, pues no lo necesita. Creo urgente poder generar escuela como él lo hizo, testimonios vivos son el poeta Juan Antonio Massone del Campo (1950), el director de la Biblioteca Nacional de Chile, don Pedro Pablo Zegers Blachet (1955), Sylvia Ríos Montero (1943), ex directora del MAPA, o sus hijos mellizos Carol y Karen (1946), él ingeniero agrónomo, ella investigadora de arte y folclor. Resulta incomprensible que el Archivo Central Andrés Bello cobre por una foto, cuando personas innumerables aportaron a la cultura y pensamiento chileno, o que no haya una sola unidad académica dedicada eminentemente a nuestro folclor.

Yvaín Eltit
Presidente Sociedad del Folclor Chileno

[1] Plath. Oreste (2013). El Santiago que se fue. Apuntes de la memoria. Fondo de Cultura Económica, p. 130

[2] Revista Millantún N 6, Santiago, febrero 1943, p. 47

[3] Revista Millantún N 6, Santiago, febrero 1943, p. 47

[4] Programa Centenario del folklore: festividades de la Semana del Folklore Chileno: 22 de agosto de 1946. Universidad de Chile. Instituto de Investigaciones del Folklore Musical, p. 2

 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.