Constanza Schönhaut, constituyente: "En la medida que hemos puesto los contenidos por sobre las identidades mejor hemos podido avanzar"

En entrevista con nuestro medio, la convencional de Convergencia Social profundizó sobre el trabajo hasta ahora hecho por el organismo encargado de redactar la nueva Carta Fundamental, se refirió a las tensiones con el Partido Comunista y a las críticas provenientes desde la derecha.

En entrevista con nuestro medio, la convencional de Convergencia Social profundizó sobre el trabajo hasta ahora hecho por el organismo encargado de redactar la nueva Carta Fundamental, se refirió a las tensiones con el Partido Comunista y a las críticas provenientes desde la derecha.

Desde hace más de un mes que el Congreso de Santiago pasó a ser el epicentro de las miradas, evaluaciones y críticas por parte de la población y los distintos sectores políticos del país.

La Convención Constitucional ya se encuentra funcionando. Las distintas comisiones están operativas y ya se han observado las primeras alianzas políticas entre los distintos bloques al interior del órgano encargado de redactar la nueva carta fundamental.

Para hablar respecto del trabajo hecho, del presente y del futuro de la Convención, Radio y Diario Universidad de Chile conversó con la constituyente Constanza Schönhaut, representante del Distrito 11 e integrante de Convergencia Social.

Para Schönhaut la evaluación de la instancia ha sido positiva, y asegura que la clave para poder concretar cambios profundos es el diálogo y entendimiento entre los distintos sectores que aspiran a un Chile nuevo, a pesar de algunos sectores que, según ella, se han atrincherado y “reman para el otro lado”, aunque aseguró, estos serían una gran minoría.

Ya va un mes y pocos días desde instaurada la Convención Constitucional y las evaluaciones han sido diversas ¿Cuál es tu apreciación al respecto?

Honestamente estoy muy contenta y esperanzada con cómo ha ido avanzando este proceso. Si bien los primeros días, ante la falta de condiciones técnicas, sanitarias, de infraestructura fueron muy frustrantes, durante el último tiempo hemos logrado avanzar en un espacio que es muy representativo de la realidad de Chile, donde hemos podido construir redes de colaboración, de diálogo, y donde creo que hay una amplia mayoría que quiere poner a disposición su experiencia y su trabajo para que este proceso salga bien.

Sin embargo, hay quienes han criticado el trabajo de la Convención argumentando que se ha trabajado poco y que no se han preocupado de lo fundamental que es elaborar la nueva Constitución. 

Yo diría que una evaluación de cuánto se ha avanzado en un determinado tiempo necesita un análisis comparativo, y si uno ve los avances de los procesos constituyentes que han ocurrido en otros países, tener en un mes, como tenemos nosotros, ocho comisiones de trabajo con un plazo de 30 días para poder presentar sus propuestas de reglamento para que en septiembre estemos ya redactando la Constitución, a mi me parece que es avanzar muy rápido en lo que, efectivamente, fuimos llamados, y creo que intentar mostrar, desde un posicionamiento político, que no hacemos la pega, está fuera de contexto. Estamos trabajando arduamente, por ejemplo, en la Comisión de Participación, Malucha Pinto está haciendo los afiches de la Comisión para las convocatorias a las audiencias públicas, con esto quiero decir que estamos supliendo un montón de falencias, y lo estamos haciendo con las ganas de que este proceso avance, entonces no comparto para nada las declaraciones de algunos sectores de derecha.

¿Consideras que existe una campaña de desprestigio hacia el trabajo de la Convención?

De todas maneras es parte de una campaña de desprestigio, la que partió antes de que asumiera la Convención y, probablemente, va a seguir durante todo este período. A mí, al menos, me tranquiliza un poco saber que es un sector muy minoritario -aunque a ratos incluye al Gobierno, en particular a la Segpres- y son las fuerzas democráticas las que tenemos que lograr una comunicación efectiva y ponerla adelante, con máxima transparencia y así poder contar el cómo hemos ido trabajando, porque las fake news, los intentos de instalar la idea de que esto está mal hecho o de que no se está haciendo, o que tenemos privilegios y cosas de ese estilo van a seguir pasando.

Pero también creo que, a nivel ciudadano, se entiende la pega que estamos haciendo, cada vez la ciudadanía es menos susceptible a intereses de sectores minoritarios de la sociedad.

Oficialmente son 37 los convencionales elegidos por la lista de Vamos por Chile. ¿Se podría decir que el bloque en su totalidad está tratando de desprestigiar a la Convención?

La derecha lo que ha mostrado públicamente ha sido los sectores que no quieren que esto funcione y que constantemente han estado torpedeando la Convención, si es que hay algo distinto en algún sector de la derecha este es el momento en que se manifiesten. Yo, por mi lado, tengo la posibilidad de compartir, especialmente en la Comisión de Participación Popular con algunos representantes de distintas regiones que fueron electos en la lista de Vamos por Chile, y han manifestado disposición en la práctica al diálogo y al trabajo conjunto, y ha sido un espacio de trabajo muy fructífero, pero creo que es importante que esos sectores se manifiesten públicamente y no solo lo hagan en los espacios internos que tenemos.

¿Consideras que en Vamos por Chile hay quienes estarían “secuestrados”  por personajes como Teresa Marinovic y Marcela Cubillos?

Nosotros hemos manifestado y, en general, yo he visto a gran parte de los convencionales disponibles al diálogo, este ha sido un espacio que, al final, ha sido representativo de las distintas sensibilidades y sectores de Chile, pero creo que ante el hecho de dirigentes de ese sector que se han encargado permanentemente de atacar el proceso y el trabajo de la Convención, sería pertinente que también se eleven otras voces, se contrapongan a esas posturas, para que no se vean como una mayoría que en realidad no lo son, la verdad es que esos sectores que están remando para el otro lado son una gran minoría en la Convención.

La alianza Apruebo Dignidad, de la cual eres parte, se ha mostrado bastante tensa al interior de la Convención, específicamente entre el Frente Amplio y el Partido Comunista por diferencias en algunas votaciones. ¿Cómo has observado esas diferencias?

Apruebo Dignidad es una alianza en la que estamos como Frente Amplio, y ahí los compañeros y compañeras del Partido Comunista y de la Federación Regionalista Verde Social que están en la Convención son parte de con quienes compartimos el día a día. No somos parte de un mismo partido, somos una alianza y, por tanto, nosotros vamos a tener diferencias, el punto es cómo las procesamos, y yo creo que estamos en un trabajo de poder ir comprendiendo y viendo cuáles son las expectativas, y cómo vamos a ir resolviendo los acuerdos para poder empujarlos en conjunto y cómo vamos a actuar también cuando tengamos desacuerdos. Esto no puede significar, en ningún caso, un quiebre o roces permanentes, sino entendernos en nuestra diversidad, y esa ha sido la vocación del Frente Amplio durante todo este proceso.

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Sin embargo, lo que se ve, es que los roces sí están y se han hecho públicos mediante acusaciones cruzadas. ¿Apruebo Dignidad está realmente consolidado?

Yo creo que en la Convención se dan dinámicas que son distintas a otros espacios políticos. En la carrera presidencial se tiene que ganar con un 50+1, y Apruebo Dignidad compita con, eventualmente, el Partido Socialista, compite con, eventualmente, la Lista del Pueblo, pero en la Convención no estamos en una elección, estamos en un proceso donde tenemos que ir construyendo acuerdos de dos tercios y, para eso, tenemos que construir las alianzas más amplias posibles, y esa es nuestra vocación. Evidentemente hay una cercanía programática particular con Apruebo Dignidad, pero eso no nos puede atrincherar como Apruebo Dignidad, tiene que permitirnos hablar también con la Lista del Pueblo, con movimientos sociales, con los independientes no neutrales, con el Colectivo Socialista, porque yo veo ahí la mayoría que vamos a necesitar para poder construir los acuerdos y las normas transformadoras en la nueva Constitución.

¿Ha sido el Frente Amplio, en ese sentido, una especie de puente entre la izquierda y la centro izquierda al interior de la Convención?

Yo no creo que los bloques están tan rígidos, yo creo que nosotros lo único que hemos hecho es tratar de abrirnos y de cruzar hacia los distintos bloques políticos a conversar, a presentarnos, a conocernos, a poner los temas sobre la mesa, y creo que eso, evidentemente, ha colaborado en el avance de algunas cosas, pero no creo que nosotros tengamos el rol preponderante, creo que estamos avanzando en una dirección donde también muchos y muchas avanzamos, y es en el de tender puentes y tratar de conocernos sabiendo que queremos cambios profundos para la nueva Constitución.

Eso también ha sido objeto de críticas por sectores de izquierda

Hay que entender que los referentes políticos de la Convención son bien heterogéneos, la derecha no es una sola y la Lista del Pueblo tampoco, hay mucha diversidad y, evidentemente, hay algunos con quienes será más fácil conversar y dialogar y con otros no será tan fácil, pero creo que lo que va a dar legitimidad a este proceso es que seamos capaces de incorporar las distintas voces, de dialogar entre todos y todas y de construir alianzas con quienes queremos un cambio de verdad, y eso se va a ir dando en el diálogo. Lo que he visto en este proceso es que a medida que hemos puesto los contenidos por delante de las identidades es cuando mejor hemos podido avanzar y, en esa dirección, vamos a seguir empujando como Frente Amplio.





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